25 AÑOS DEL HUBERT BALS FUND

Tiger25JaarHBFwitEl origen del Hubert Bals Fund (HBF), el fondo de ayuda a proyectos cinematográficos del International Film Festival Rotterdam (Países Bajos) se remonta a una conversación mantenida en Cannes en 1988 entre el fundador del certamen holandés, Hubert ‘Huub’ Bals, y Chen Kaige. En ella el realizador chino, que por aquel entonces estaba estrenando su película El rey de los niños (1987), daba cuenta de los problemas a los que se estaba enfrentando para conseguir financiar su próxima obra: Life on a String (1991). De este intercambio de impresiones emergió la idea del HBF y la película de Chen Kaige se convirtió en una de las primeras en recibir el apoyo del fondo. Desafortunadamente Huub Bals no llegó a ser testigo del nacimiento del proyecto que lleva su nombre ya que falleció de forma repentina unas semanas después de ese encuentro.

Hasta aquí la leyenda. La realidad no tiene nada que envidiarle a esta historia. Veinticinco años después el HBF ha concedido ayuda económica a 1.026 proyectos de 102 nacionalidades distintas. Entre ellos películas de realizadores como un joven Amos Gitaï, Martín Rejtman o Zhang Yuan entre otros (hasta 1995); Elia Suleiman, Mariana Rondón, Pablo Trapero, Apichatpong Weerasethakul, Yesim Ustaoglu, Jia Zhang-ke, Lucrecia Martel, Manolo Nieto, Carlos Reygadas, Amat Escalante, Vimukthi Jayasundara, Nariman Turebayev, Khalil Joreige y Joana Hadjithomas o Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella (hasta el año 2005); y más recientemente: Raya Martin, Lav Díaz, Alexis Dos Santos, Khavn De La Cruz, Milagros Mumenthaler, Lisandro Alonso, Radu Jude, Cristian Mungiu, Pelin Esmer, Dominga Sotomayor, Elisa Miller, Alejandro Fadel, Mohammad Shirvani, José Luis Torres Leiva, Lee Chatametikool o Midi Z, entre muchos otros.

En un momento en el que las industrias del cine (en plural) se tambalean por una interminable crisis, el HBF también ha tenido que sortear ciertas dificultades. El año pasado terminó su contrato con el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos. Un cese anunciado con el que los gerentes del fondo ya contaban y que en términos económicos se ha visto reflejado en la caída de su presupuesto total. En 2009 el HBF contaba con 1.200.000 euros, dos años después, algo más de 700 mil euros, en 2012 el total disponible para las ayudas apenas sobrepasaba los 600 mil euros lo que supuso una reducción del 50% en 3 años.

En el ejercicio 2013–2014 el HBF seleccionó 28 proyectos de 17 nacionalidades, el 29% fueron primeras películas, 22 de ellos presentados a las ayudas al desarrollo de guion y 3 a las ayudas a la post-producción. 284.468 euros de un total presupuestado de 473.992 se destinaron a ayudas a películas, el 30% dirigidas por mujeres. Cifras que, a pesar de no ser las de antaño, siguen infundiendo respeto.

Iwana Chronis, manager del HBF nos atiende para desvelar algunas de las claves del funcionamiento del fondo, de su presente y de su futuro.

'Life on a String' de Chen Kaige fue de las primera películas en recibir los fondos.

‘Life on a String’ de Chen Kaige fue de las primera películas en recibir los fondos.

¿Cuántos proyectos se presentan cada año a las ayudas ofertadas por el Hubert Bals Fund?

El número de inscripciones es bastante estable. Recibimos un número aproximado de 750 proyectos al año. El fondo tiene dos rondas de selección, una en primavera y otra en otoño. En cada una de ellas el número de participantes oscila entre los 300 y 400. En este último ejercicio (2013–2014) hemos tenido menos dinero, esto ha suscitado algunos cambios. En ambas rondas se aceptaron proyectos para las ayudas al desarrollo de guion, mientras que únicamente en la de otoño abrimos la posibilidad a aquellos que buscaban ayudas a la postproducción.

¿Cómo se seleccionan los proyectos que reciben las ayudas? ¿Quiénes participan en este proceso?

Existe un comité de selección formado por unos 20 miembros compuesto por críticos, productores, agentes culturales, programadores y exdirectores del IFFR. Tendemos a agrupar los proyectos por región geográfica y los repartimos. Luego los discutimos, hacemos los descartes y empezamos otra ronda de revisión. Una técnica de embudo en la que vamos cribando hasta dar con la selección definitiva. En 2013 implementamos un sistema de preselección, obligados por la reducción del presupuesto y el número elevado de inscripciones. Básicamente lo que se logra con esto es agilizar la selección. Se pide cumplimentar una ficha de inscripción. Los proyectos pre-seleccionados reciben la invitación para enviar un dossier completo. En este sentido, hemos recibido buenas impresiones por parte de los usuarios.

Además del criterio de elegibilidad por nacionalidad del proyecto, restringido únicamente a países que figuren en la lista DAC de la OCDE, ¿qué criterios de selección sigue el comité? He leído que pesa mucho el valor artístico del proyecto, su originalidad, que tenga un cierto riesgo, que sea una ópera prima o segunda película…

Además de lo que comentas entran en juego otros factores. Intentamos hacer una selección balanceada en diferentes campos. Por ejemplo, en el geográfico. El 40 o 50% de los proyectos que recibimos provienen de Latinoamérica, el 10% son proyectos africanos, aproximadamente el 30% son asiáticos, y luego también nos llegan proyectos de Oriente Medio y Europa del Este. Si intentásemos mantener esa proporción tendríamos una selección básicamente compuesta por proyectos latinoamericanos. No es el caso. Lo que queremos es mantener el balance geográfico, dar una cobertura mundial. Por otro lado, intentamos generar un equilibrio de selección entre primeras y segundas películas y proyectos de realizadores más veteranos, ya reconocidos.

¿Por qué se ha mantenido la lista de las economías emergentes de la OCDE como primer criterio de elegibilidad pese a la crisis? Quiero decir, hoy en día hay industrias cinematográficas que se enfrentan a momentos de dificultad como por ejemplo la española, griega o portuguesa, y automáticamente quedan excluidas de las ayudas.

Nuestra principal fuente de financiación ha sido desde el principio y hasta hace poco el Ministerio de Asuntos Exteriores holandés. En el Ministerio trabajan con la lista de economías emergentes de la OCDE, con lo que esto marcó en su momento el criterio de elegibilidad. Ahora que no recibimos ayuda del Ministerio, hemos decidido mantener el mismo criterio por varias razones. Es necesario que haya un criterio externo que sea hasta cierto punto objetivo, de lo contrario no solo tendríamos que valorar la calidad artística de los proyectos sino también la situación socioeconómica de su país de origen. De momento este criterio de elegibilidad, que por otro lado es el único que tenemos y que respetamos de forma estricta, se mantendrá. Lo que en realidad pedimos es que los directores de los proyectos tengan la nacionalidad de uno de los países de la lista DAC y que la película se ruede allí, el productor puede tener cualquier nacionalidad.

Si uno echa un vistazo a la larga lista de realizadores que han recibido las ayudas del HBF nos encontramos algunos que se repiten en más de una ocasión. Lisandro Alonso, Lav Díaz, Raya Martin, Carlos Reygadas o Pablo Stoll, son algunos de los que recibieron el respaldo del fondo en un momento clave de su carrera y que ahora son directores más o menos consagrados que además visitan habitualmente el IFFR. ¿Existe lo que podríamos llamar una ‘familia’ HBF / IFFR?

En realidad yo no lo llamaría así. Ten en cuenta que los montos de nuestras ayudas al desarrollo de guion (10.000 euros) y a la post-producción (20.000 euros) no son tan elevados. En comparación con el presupuesto total de las películas que apoyamos (500.000 – 1.000.000 euros) se quedan en una ‘cantidad simbólica’. No obstante, el valor de esta ‘cantidad simbólica’ no se debe medir únicamente desde el aspecto económico. Muchas veces el respaldo del HBF actúa como un catalizador llamando la atención de nuevos productores asociados, de otras fuentes de financiación y abre las puertas de diferentes mercados a los realizadores. Hay algunos directores que ya conocemos y que en su momento recibieron el apoyo del HBF para su primera y/o segunda película, y que más adelante se han convertido en realizadores de reconocido prestigio. Llega un momento en el que estos realizadores ya no vuelven a nosotros porque ya no necesitan ese ‘valor simbólico’ del que hablamos, porque ya tienen cierta reputación en la industria cinematográfica.

Con todo, el hecho de ser un director consagrado no siempre te asegura conseguir el dinero que necesitas para hacer tu tercera, cuarta o quinta película. Todo depende del timing y de la situación del mercado en ese momento. Es por ello que vamos revisando caso por caso, tanto si ya hemos apoyado a un realizador, como si no.

Lisandro Alonso es de los cineastas que ha repetido. El apoyo a 'Los muertos' fue determinante en su carrera.

Lisandro Alonso es de los cineastas que ha repetido. El apoyo a ‘Los muertos’ fue determinante en su carrera.

¿Qué obligaciones ‘suscriben’ los proyectos que reciben las ayudas del HBF?

¿Te refieres a que si pedimos que se completen las películas que hemos apoyado? No necesariamente. Es decir, las ayudas que concedemos no son muy altas, son representativas sí, pero no podríamos pedir que complete su película a un director que haya recibido 10.000 euros de ayuda al desarrollo de guion. Lo que sí pedimos es que terminen el guion, eso está en el contrato. A veces no es posible, desafortunadamente, porque el proyecto se desarrolla en un país en el que surge un conflicto político o bélico, o porque el realizador tiene que dejar el país por alguna otra razón. En cualquier caso no ponemos un límite temporal para terminar el guion, no hay un ‘deadline’ establecido. Se han dado casos en los que proyectos apoyados por el HBF han tardado 10 años en completarse.

En el caso de las ayudas a la post-producción pedimos los derechos de distribución en el BENELUX y también solicitamos que la première mundial tenga lugar en Rotterdam. Aunque también aquí hay cierta flexibilidad. En el caso de los proyectos que reciben ayuda al desarrollo de guion no pedimos los derechos de exhibición, sí que ofrecemos la posibilidad de que nos los cedan si en los 6 meses siguientes a su première holandesa no han encontrado un distribuidor en el BENELUX. El HBF y el festival tienen varios canales de difusión que siempre pueden venirle bien a la película.

¿Se solicita también la inclusión de la imagen o la mención al HBF en la película?

Eso queda reflejado en todos los contratos de forma específica. Depende del tipo de ayuda que concedamos. Si es a la postproducción se pide que el logo se incluya en los títulos de arranque de la película y en los títulos de crédito, y si hablamos de ayudas al desarrollo de guion, entonces pedimos que se haga una mención ‘con el apoyo de’ en los créditos finales. Depende un poco del caso.

¿Se exige una justificación pormenorizada del gasto del dinero de la ayuda o hay también cierta flexibilidad en este sentido?

Hay flexibilidad. El respaldo económico del HBF puede verse incluso como un estipendio. El realizador puede utilizar el dinero para pagar el alquiler de su casa o para cubrir gastos de desplazamiento y viajes de trabajo, o bien puede emplearlo para hacerse con los servicios de un asesor de guion que le ayude a completar el proyecto. No pedimos facturas, pero sí que solicitamos un informe económico al finalizar el contrato.

¿Puede presentarse a las ayudas a post-producción un proyecto que ya haya recibido ayuda al desarrollo de guion?

Sí, claro. Aunque una cosa no garantiza la otra. Ahora mismo tenemos poco margen de maniobra ya que el presupuesto para las ayudas a la post-producción es reducido. Solamente podemos concedérsela a dos o tres proyectos de un total de 100 inscripciones (aprox.), así que somos muy selectivos. En todo caso sí que está permitido.

Y en el caso de proyectos que ya tengan coproducción europea, ¿pueden estos optar a las ayudas del HBF, incluso en el caso de que la productora no sea de una nacionalidad incluida en la lista de las economías emergentes de la OCDE?

Sí, se puede. La experiencia nos demuestra que la mayoría de los proyectos que reciben ayuda del HBF terminan siendo coproducidos por algún país europeo, de lo contrario nunca se llevarían a cabo por problemas de financiación. Así que dejamos la puerta abierta a las coproducciones, siempre y cuando la película se realice en uno de los países que estén en la lista de economías emergentes de la OCDE y que su director tenga la nacionalidad de uno de esos países. De hecho incluso intentamos estimular la coproducción de estas películas con programas como el Hubert Bals Fund Plus. En este programa participan películas que ya han recibido nuestras ayudas al desarrollo del guion y que tengan una productora holandesa asociada al proyecto. De hecho la solicitud debe hacerse a través del coproductor holandés. En este caso el presupuesto es de 200.000 euros a repartir entre 4 proyectos, y la financiación corre a cargo del Nederlands Filmfonds. Los proyectos que han sido seleccionados para este programa no pueden optar a las ayudas de HBF a la postproducción.

En las últimas ayudas a la post-producción, 'Los hongos', del reputado (hasta ahora) cortometrajista colombiano Óscar Ruiz Navia.

En las últimas ayudas a la post-producción, ‘Los hongos’, del reputado (hasta ahora) cortometrajista colombiano Óscar Ruiz Navia.

Si uno hace una comparativa de los presupuestos anuales del HBF desde 2009 hasta hoy, el fondo cuenta con menos del 50% del dinero que tenía asignado hace cinco años. ¿Qué se está haciendo para encontrar nuevos socios? ¿Hay ya algún acuerdo que remplace el que se tenía con el Ministerio de Asuntos Exteriores holandés?

Como sabrás en Holanda ha habido cambios políticos y económicos debido a la crisis. Estos cambios también han afectado a las políticas culturales con la desaparición de ayudas y subsidios. Para nosotros siempre ha sido un reto y una lucha constante mantener nuestras fuentes de financiación y encontrar nuevos socios. En 2014 seguimos en ello. Nuevamente la suerte nos sonríe, y los próximos años tendremos el apoyo de Creative Europe, el nuevo programa de la Comisión Europea para el sector cultural y audiovisual. Así que estamos muy contentos ahora mismo.

¿Qué le depara el futuro al HBF?

En el aspecto financiero no creo que podamos volver a las cifras de hace unos años, es complicado. No obstante, sí que, con algo de fortuna, podremos mantenernos por encima de los 500 mil euros de presupuesto. Quizá algo más. ¿Qué significa esto? Significa que seguiremos con el modelo que tenemos ahora, que hemos tenido los últimos años. Se mantendrán las ayudas al desarrollo del guion, estas representan casi el 80% de las solicitudes que recibimos, y son las que han demostrado tener un mayor impacto positivo sobre los proyectos que las reciben. Las ayudas a la postproducción y financiación final también se mantienen, de hecho intentaremos centrarnos un poco más en el estímulo a la coproducción. En un momento dado dimos ayudas a la producción digital y a la distribución en los países de origen de las películas. Lamentablemente estas categorías están cerradas, no se puede mandar solicitudes. No obstante, si vemos que nace una iniciativa con buenas bases en este campo, en un país en el que los recursos son limitados, siempre podríamos estudiar ofrecer nuestro apoyo, pero hablamos ya de un acercamiento proactivo.

¿Por ejemplo?

Pues uno de los últimos proyectos en el que hemos entrado de esta manera es African Metropolis. La iniciativa del productor sudafricano Steven Markovitz ya tenía instituciones asociadas que ofrecían ciertas garantías como el Goethe Institut o el Guaranty Trust Bank de Nigeria, y el HBF entró como socio organizador. Se comisionaron seis cortometrajes a seis realizadores emergentes africanos de países como Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Kenya, Costa de Marfil y Senegal. El objetivo fue estimular su formación profesional y darles la oportunidad de competir en festivales internacionales. Los cortos se estrenaron en el Durban International Film Festival en julio de 2013 y se presentaron en Rotterdam en enero de este año. Seguiremos haciendo cosas así. Solo que la iniciativa la tomaremos desde el HBF.

En sus 25 años de historia el HBF ha concedido ayudas para el desarrollo de guion a 491 proyectos, a la postproducción a un total de 273, a la distribución en 73 ocasiones y en 108 a la producción digital. De los 1.026 proyectos apoyados, 813 eran películas, más del 64% se completaron. En el caso de películas que recibieron apoyo a la postproducción este porcentaje se eleva al 89%. En su última ronda (primavera 2014) el HBF ha concedido ayudas al desarrollo de guion para un total de 11 proyectos, entre ellos las próximas películas de Pelin Esmer, Mohammad Shirvani, José Luis Torres Leiva y Sebastián Hofmann. El 1 de agosto finaliza el segundo período de inscripción (el formulario online estará disponible desde la semana anterior). A partir de ahí comenzará una ronda de selección que está previsto dure 3 meses. Se tomarán en consideración proyectos que soliciten ayuda al desarrollo del guion y a la postproducción.

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