3 X 3D, de P. Greenaway, J-L Godard & E. Pêra

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En el amplio conjunto de su programación de cine y audiovisual, Guimarães 2012 – Capital Europea de la Cultura encargó a tres cineastas una reflexión sobre el proceso de producción cinematográfica en 3D. Para esa tarea, los programadores João Lopes y Rodrigo Areias no escatimaron esfuerzos y escogieron a dos de las principales referencias cinéfilas internacionales -Peter Greenaway y Jean-Luc Godard- y a Edgar Pera, uno de los cineastas portugueses más experimentales y radicales. La película se estrenó mundialmente en Cannes en el pasado mes de mayo, clausurando la Semana de la Crítica, y hacia el final de junio tuvo su preestreno portugués en Guimarães.

Just in Time

En el primer segmento, Peter Greenaway adopta una propuesta parecida a la de Русский ковчег (Russian Ark, Aleksandr Sokurov, 2002): filmar en un único plano secuencia más de 2000 años de historia de la ciudad de Guimarães a través de un recorrido circular trazado entre la Praça da Oliveira, la Iglesia da Senhora da Oliveira y los claustros del Museu Alberto Sampaio. A lo largo del recorrido van surgiendo hechos y figuras relacionados con la historia de la ciudad, desde los tiempos mitológicos hasta el inicio del siglo XX, con la colaboración de decenas de actores y figurantes. Los efectos de 3D se introdujeron posteriormente, intentando dar una dimensión fantástica a la película.

Uno de los problemas de este segmento es la desmesura de la propuesta: frente a los 300 años abordados en 95 minutos de Русский ковчег, Just in Time pretende abordar más de 2000 años en poco más de 16 minutos. Otro de sus problemas es el exceso de información: las animaciones en 3D sirven fundamentalmente para proveer de información verbal al espectador, haciendo surgir pequeñas notas biográficas en todo tipo de superficie, a las que se añade un complejo tejido de narraciones simultáneas que procura dar voz a las figuras y hechos expuestos. Se trata de un extraordinario trabajo de puesta en escena, pero parece más adecuado para una instalación museológica que para una sala de cine.

The Three Disasters

La propuesta de Jean-Luc Godard recurre a la línea aplaudida de sus Histoire(s) du Cinéma (Jean-Luc Godard, 1988-1998) y Film socialisme (Jean-Luc Godard, 2010): un montaje de materiales de archivo, meta-cine, subtítulos y comentario del propio Godard sobre historia del cine, la historia de la humanidad y sus construcciones y representaciones. Para el cineasta francés, cine e historia continúan siendo inseparables -el holocausto y las imágenes de Nuit et brouillard (Alain Resnais, 1955), el arte rupestre y las imágenes de Cave of Fogotten Dreams (Werner Werzog, 2010), el consumismo capitalista de cualquiera franquicia y las imágenes gore de Final Destination 5 (Steven Quale, 2011) y Piranha 3D (Alexandre Aja, 2010), entre otros títulos- vistos siempre como las dos caras del mismo rostro, o como dos elementos simbióticos que se influencian y referencian recíprocamente.

El recurso al 3D, más que añadir valor al cine de Godard, sirve como complemento tecnológico (por ejemplo, los paseos del perro por el bosque), adaptándose a su forma de montaje y a su raciocinio dialéctico que cuestiona la relación entre el arte y la técnica, la esencia y la materia. Naturalmente, el cineasta francés no parece muy entusiasmando o preocupado por incorporar el 3D a su discurso fílmico. Por el contrario, uno de los puntos fuerte de la película procede de los ateriores filmes-ensayo de Godard: el esfuerzo por dar más pistas de lectura para permitir al espectador reflexionar y concebir su propio discurso.

Su mirada es eminentemente pesimista sobre la historia de la humanidad y su futuro, pero también sobre el futuro del cine, cada vez más encadenado a lo digital (“Digital will be a dictatorship!” Será este el último de los tres desastres referidos en el título?). Y no deja de ser particularmente sarcástica la referencia a cineastas de ‘un solo ojo’, como Fritz Lang, John Ford, Nicholas Ray o Raoul Walsh, en esa nueva historia del cine que resultará de la revolución tecnológica digital.

Cinesapiens

Finalmente, Edgar Pêra propone un ensayo en torno a la historia del espectador a medio camino entre lo fantástico y la ficción científica. El cineasta portugués concibe una película alegórica que reflexiona sobre la evolución de la recepción y percepción del cine por los espectadores, una temática muy querida por el cineasta en la que desarrolla su propio proyecto de doctorado, pero que en la película se presenta con un cierto simplismo teórico. A partir de hechos verídicos y textos originales, Edgar Pêra recupera un contexto caracterizado por el debate moral en torno al fenómeno cinematográfico, en el que grupos de ciudadanos se preocupaban por las implicaciones sociales y morales que esa forma de expresión visual y sonora podría provocar en las mentes más influenciables, y después mezcla todo esto con una fantasía futurista alrededor de las potencialidades sensoriales del 3D.

Influenciado por el concepto del ‘cine de atracciones’ (Tom Gunning), Pêra procura proporcionar al espectador una experiencia eminentemente sensorial, optando por una narrativa fantástica conducida en tono de conferencia que intenta explotar las posibilidades del 3D, valorando más sus aspectos visuales y emotivos que los narrativos o racionales. Con todo, este tipo de sensaciones / atracciones visuales ya ha sido bastante explotado en el cine de Pêra, particularmente en sus largometrajes A Janela – Marialva Mix (Edgar Pêra, 2001) e O Barão (Edgar Pêra, 2011).

3x3D

En suma, esta película no me parece que sea, en su conjunto, una obra señalada que se pueda perpetuar en los anales históricos o cinéfilos, pero también está lejos de ser solamente “little more than a clumsy vanity commission to celebrate Guimaraes as the European Capital of Culture” (Peter Debruge). La película podría sobrevivir perfectamente de manera autónoma, pero parece más adecuado e incluso eficaz que mantenga ese vínculo con el evento que la ha producido. Así, el segmento realizado por Edgar Pêra quedará en la historia del cine por ser el primer título portugués producido con tecnología 3D (el autor ya ha anunciado que tiene lista una versión más larga de Cinesapiens). Después, el segmento de Peter Greenaway será sin duda un interesante medio de divulgación turística de la ciudad, con otro ritmo narrativo y otra cadencia de información. Y por último la película de Jean-Luc Godard podría ser considerada como una película de transición, una primera experiencia de cara a su próximo largometraje, que será rodada en 3D: Adieu au langage.

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