CANNES 2016: EN BUSCA DE LA SORPRESA ENTRE CONOCIDOS

mort louis xiv

No es que el festival de Cannes se haya caracterizado en los últimos anos, por lo menos en su sección oficial, por el descubrimiento de nuevos nombres, de grandes autores que estén redefiniendo el lenguaje cinematográfica. Los hermanos Dardenne, Ken Loach o el Pedro Almodóvar de esta edición podíamos encontrarlos hace ya un par de décadas, y seguirán estando ahí hasta que dejen de hacer cine. Asistir al anuncio de la sección oficial cada año supone el comentario de una crónica anunciada. Una que, en su gran parte, podría escribirse por adelantado.

Pero habría que ser justos con Cannes y concederles que, a veces, tienen el valor de meter un László Nemes entre los competidores a la Palma. Y filmes como El hijo de Saúl (2015) caen como un meteoro llegado del espacio exterior cuando llegan. Solo esta película ya volvía imprescindible la celebración del festival en la pasada edición. ¿Es Tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas (2010) el mejor filme de Apichatpong Weerasethakul, o Mommy (2014) el más logrado de Xavier Dolan? No, pero los galardones en Cannes han permitido que estos dos autores fundamentales se hicieran conocidos para un público más amplo que el estrictamente especializado.

Eso podría pasar en 2016 con Andrea Arnold, Kleber Mendonça Filho o Maren Ade; los tres únicos nombres que no pertenecen a la constelación de estrellas del cine de autor que es la sección oficial del Cannes que comienza mañana. ¿Podrá llevarse la Palma una mujer? ¿O recaerá en un “director de género”? Paul Verhoeven, Jim Jarmusch y Park Chan-wook son tres rarunos que podrían convencer al presidente del jurado George Miller, creador de la saga Mad Max, que en friki les gana a todos ellos juntos.

Ya en la sección ‘Una cierta mirada’ y en los eventos paralelos de la Quincena de los Realizadores y la Semana de la Crítica, nos encontramos mucho nombre nuevo y propuestas más arriesgadas. Esperamos con impaciencia el segunda largo de Oliver Laxe, Mimosas (2016), o la ópera prima del camboyano Davy Chou, Diamond Island (2016), del que adoramos sus cortometrajes.

Será la primera vez que A Cuarta Parede cubra Cannes con crónica diaria, y para ir calentando motores, os damos un top 10 de las películas que más ganas tenemos de ver en los próximos días:

paterson

  1. Mimosas (Oliver Laxe, 2016). Que Todos vós sodes capitáns se llevase el FIPRESCI de la crítica en 2010, confirmaba al autor coruñés como una de las voces más personales del cine español. En esta ocasión esperamos algo muy distinto, pues el filme que veremos la semana próxima se ha definido por la productora Zeitun y por el propio Laxe como una película de aventuras, contada en dos épocas históricas diferentes, y con una fuerte vertiente espiritual. El paisaje, el Atlas marroquí, partió de una voluntad del director por explorar un país que lo hipnotizó. ¿Sus referentes? El pintor romántico Caspar David Friedrich, entre otros. Seguro que el director de fotografía Mauro Herce, responsable de la imagen de filmes como Arraianos (Eloy Enciso, 2012) o Dead Slow Ahead (Mauro Herce, 2015), habrá sido capaz de transmitir esa intensidad. El sonido es de Amanda Villavieja, vieja conocida de las películas de José Luis Guerín. Con este equipo, se intuye algo destacable.

  2. La mort de Louis XIV (Albert Serra, 2016). No es por orgullo patrio que lo metemos aquí. Si le preguntásemos a Serra sobre eso, a ver qué respondía. Bromas nacionales aparte, éste es también uno de los directores españoles más ambiciosos y personales que existen. Con cada nuevo filme, parece querer dar un nuevo paso en la destrucción de la narrativa para quedarse solo con situaciones, indagando en un cine de lo performativo coma pocos han sabido hacerlo hasta ahora. Història de la meva mort (2013) ya era un paso adelante en ese sentido, y este nuevo filme parece querer alcanzar nuevas cotas en esta vía, por lo poco que sabemos de él. Un dato, Luís XIV está interpretado por Jean-Pierre Léaud, leyenda de la Nouvelle Vague, que compuso al gran Antoine Doinel, interpretándolo en un puñado de filmes de François Truffaut. La elección de actor no podía ser mejor.

  3. Paterson (Jim Jarmusch, 2016). El nombre del autor ya debiera ser suficiente. Añadámosle que el prota es Adam Driver, el novio raro de Lena Dunham en la serie Girls, más conocido por su reciente papel de Kylo Ren en la saga Star Wars, y queda todo dicho. Conductor de buses, y poeta en tiempos libres (o puede que sea al revés), Paterson vive el día a día entre lo elevado y lo mundano. El nombre es el del personaje de Driver, pero también el de una localidad que vio crecer a grandes de las letras como Allan Ginsberg. Si atendemos a la filosofía del eterno presente ya apuntada en obras como Ghost Dog (1999), Dead Man (1995) u Only Lovers Left Alive (2013), seguro que la presencia de estos poetas, en un ambiente ahora decadente, se dejará sentir en la forma del filme. Puede que Jarmusch también esté interesado en documentar la transformación urbana de las pequeñas ciudades norteamericanas tras la crisis, como ya apuntaba en su anterior filme con Detroit. Tenga lo que tenga preparado, seguro que no nos dejará indiferentes.

  4. The Wailing (Na Hong-jin, 2016). ¿Recuerdan ese filme surcoreano de título Confesiones de un asesino en serie (Bong Joon-ho, 2003)? Es una de las mejores muestras de un género a veces hipertrofiado coma es el policíaco en el contexto del cine surcoreano reciente. Ante la grasa que nos llega de Seúl cada año, esta cinta era todo músculo, una de esas pocas ocasiones en las que uno puede ver una de asesinos narrada con pulso, y con poso político, por si fuese poco. Na Hong-jin probó ser el siguiente gran autor de este género, junto al citado y a Park Chan-wook (en breve vamos con él) con The Chaser (2008) y, sobre todo, The Yellow Sea (2010). Muchos esperamos verlo crecer en The Wailing, y que su controlado ritmo llegue acompañado de una aproximación más radical, que quizás le faltaba a su obra anterior. El hecho de que los responsables de resolver el asesinato sean esta vez un detective y un chamán puede llevar al filme hacia terrenos fantásticos interesantes. Veremos si Na rompe las fronteras del academicismo.

  5. Diamond Island (Davy Chou, 2016). Seremos breves, esta peli que compite con Mimosas en la Semana es la ópera prima de un tipo que, en sus cortometrajes, se ha presentado como el cruce perfecto entre Apichatpong Weerasethakul y Edwin. El cine camboyano está necesitado de nombres en la ficción, porque su único gran cineasta en estos momentos es Rithy Pahn. Esperamos que este joven director, nacido en el 83, dé el pelotazo en este Cannes 2016. ¿La historia? Va de amores adolescentes, y ya nos vale. El resto, que lo ponga Chou, y veremos qué pasa.limbo

  6. Limbo (Konstantina Kotzamani, 2016). En la sección de cortos de la Semana, se presenta el último trabajo de la griega, autora de piezas como Arundel (2012) o Washingtonia (2014). Su capacidad para construir ambientes extraños y crear metáforas de la sociedad griega en pequeños contextos, nos ha llevado a los críticos a compararla por la vía fácil con Athina Rachel Tsangari y Yorgos Lanthimos. Creo que lo que la diferencia es su trabajo con actores no profesionales, más en la línea de Pedro Costa o David Pantaleón. Hay figuras en su cinema que bien podrían salir de cualquiera de estos otros dos, por lo que algo hace intuir que Kotzamani esconde otras vías en estado de exploración. Por las imágenes que hemos podido ver, Limbo parece tan surrealista como sus anteriores trabajos, porque, sí, también tiene algo de Maya Deren. Hacedme caso, amigos en Cannes, e id a ver este cóctel. Huid de los largos en una sesión y dadle una oportunidad al formato corto.

  7. Toni Erdmann (Maren Ade, 2016). No es que Alle Anderen (2009) nos parezca un peliculón, pero hay que reconocerle a Ade unh capacidad especial para cartografiar las luces y sombras del sentimiento amoroso. Y nos gusta Sandra Hüller, actriz de Requiem (Hans Christian Schmid, 2006), entre otras. Más que un razonamiento, este puesto 7 es un deseo de que algo nos sorprenda en la sección oficial, e intuimos que va a ser así con Toni Erdmann. La historia, la de un padre que se inventa un personaje imaginario para sacar de una crisis vital a su hija, nos parece lo suficientemente rocambolesca, como para apostar por Ade.

  8. Aquarius (Kleber Mendonça Filho, 2016). El otro deseo de renovación en este Cannes con una sección oficial tan totémica es el de Aquarius. El autor brasileño ya había sorprendido en Rotterdam con O Som Ao Redor (2012). A mí me gusta especialmente cómo filma el espacio, y cómo éste acaba por ser tan importante como los personajes. El uno no se entiende sin el otro, como en el Stray Dogs (2013) de Tsai Ming-liang, por poner un ejemplo reciente. Aquarius es un nombre de un edificio particular en Recife, del que quieren desalojar a su última inquilina, que se resiste a marchar. Con este argumento, no parece que el cine de Kleber Mendonça Filho vaya a dar un giro radical, pero con que mejore en la vía ya apuntada en su ópera prima, ya es mucho.

  9. Elle (Paul Verhoeven, 2016). De los thrillers del holandés, mis preferidos son El cuarto hombre (1983) y El libro negro (2006). Elle tiene pinta de ser tan loco como el primero, y tan elegante como el segundo. Y está Isabelle Huppert. Queda todo dicho.

  10. The Handmaiden (Park Chan-wook, 2016). El surcoreano tiene una obra maestra, Oldboy (2003). Si mañana dejase este mundo de un infarto, ya habría cumplido. Hablando más como fan que como crítico, tengo fe en que esta nueva historia de venganza (o eso parece que va a ser) vuelva a elevarlo a lo más alto, tras varias películas con el piloto automático, hasta el punto de haberse convertido en los últimos años en una caricatura de sí mismo, en una marca absolutamente previsible. Quiero que The Handmaiden me haga saltar en la butaca, y espero que ese deseo se vea cumplido. Este hombre es muy bueno, el mundo se merece otra obra maestra de su mano.

Y con esto, os dejamos hasta mañana, en una jornada inaugural marcada por lo último de Woody Allen, Café Society (2016). Estamos ante otra marca registrada (ya non tan) original. En el reparto, Jesse Eisenberg y Kristen Stewart, que ya han trabajado juntos y desprenden buena química. Algo nos reiremos o, quizás, ante nuestros prejuicios, puede que nos encontremos con otra obra maestra del autor de Manhattan (1979).

Cada noche, una nueva crónica de lo que haya dado el día en Cannes desde A Cuarta Parede. Atentas.

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