LAS PALMAS 2016

“Apostamos por la cultura” Así decía el logo de la televisión autonómica que aparecía antes de la proyección de los cortometrajes canarios a concurso. Alguien grita, risas en la sala, burlas. La nueva y prometedora generación de cineastas canarios mostró sus obras durante el primer fin de semana del festival. Dividido en dos secciones, largo y cortometrajes, el foco canario permitió que nos acercáramos a las piezas de los cineastas locales, un amplio abanico de obras muy ricas e interesantes tanto a nivel narrativo como pictórico. “Hay que aprovechar este momento” decía uno de los directores en la rueda de prensa, “nunca hubo una oferta tan buena, tanto a nivel de cantidad como de calidad”- pero la falta de apoyo por parte de las instituciones públicas canarias no lo hace fácil. Los realizadores mostraron su descontento e impotencia frente a la pasividad de la Televisión Pública Canaria, que no ofrece ni siquiera la posibilidad de diálogo, no colaborando en absoluto con la difusión y la promoción del trabajo de estos directores locales. Es que el Festival de Las Palmas, que cuenta con una línea muy clara, apostando por un cine independiente y de difícil acceso, estuvo marcado por la ausencia de medios tanto generales como locales que cubrieran el evento. La escasa prensa que asistió estaba conformada en su mayoría por blogs y sitios online especializados.

El Festival ofrece una amplia variedad de obras repartidas en diversas secciones. Además de las Secciones Oficiales de cortometrajes y largometrajes, Panorama se constata como un apartado auxiliar y necesario en tanto que se centra en el cine de autor contemporáneo, complementando a los films escogidos para competición. Panorama España dedica sus proyecciones al cine realizado en el país de un modo pararelo a la industria, a las creaciones cinematográficas más independientes y de difícil acceso. Banda Aparte es una sección ligada al Found Footage y al ensayo cinematográfico, mientras que Neo-western se centra en el renovado género del western que surgió desde comienzos de siglo, y Déjà vu recupera títulos clásicos de la historia del cine, con un especial homenaje a Chantal Akerman este año. Canarias Cinema consta tanto de largometrajes como cortometrajes, y nos acerca a un cine cuyo origen o raíces se encuentran en las islas, sea a nivel narrativo o a nivel de producción. La noche+freak está dedicada a obras fantasmagóricas e imaginarias, y Linterna Mágica muestra piezas de animación nacionales. Como novedad, este año el Monopol Music Festival se asocia en su tercera edición al Festival Internacional de Cine de Las Palmas, complementando la programación del último con documentales musicales sobre artistas como Amy Winehouse, David Bowie o Arcade Fire. Así, durante diez días los Cines Monopol, situados en el centro de Las Palmas, abarcan un vasto repertorio del cine de autor contemporáneo así como también obras históricas fundamentales.

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El Festival comenzó en el Teatro Pérez Galdós, con una desventurada gala inaugural en la que destacó Michel Camilo al piano, así como también la proyección de Playing Lecuona, film de apertura del Festival situado en el apartado de Sesión Especial. Esta es una película documental en la que se da tributo al cubano Ernesto Lecuona, maestro del piano, artista de referencia para toda la música caribeña y afroamericana. Los músicas del Jazz Latino Chucho Valdés, Michel Camilo y Gonzalo Rubalcaba le rinden homenaje a este pianista y compositor de más de 800 obras. Playing Lecuona es un proyecto ambicioso en cuanto a localizaciones, medios técnicos y número de artistas. La película fue filmada durante la grabación del disco Playing Lecuona, por lo que existe un gran trabajo de montaje dadas las innumerables horas de música que se llegaron a registrar, logrando el equilibrio perfecto entre cine y música, con un mavilloso diálogo entre voz y piano.

Cine Canario, reflexión sobre lo vernáculo

El fin de semana comienza con la presentación del Canarias Cinema de manos de Miguel G. Morales y David Baute, realizadores de los largometrajes Las Manos y Telesforo Bravo, respectivamente. Ambos documentales, tienen como núcleo dos figuras indispensables para la historia canaria. Por un lado, Las Manos está situada en la isla de Lanzarote, y revisita la figura de César Manrique; pintor, escultor y arquitecto que perfiló el sueño de un turismo y una industria sostenibles para la isla. La cinta cuenta la historia de todas las personas que llevaron los sueños de Manrique a la práctica, del compromiso y el trabajo en comunidad que definieron el porvenir de las isla de Lanzarote durante los años 60. Por otro lado, Telesforo Bravo relata la historia del personaje que da nombre a la obra, un naturalista y geólogo originario de Tenerife. El film trata de dar protagonismo a una figura poco valorada, una persona que abarcó todos los campos de la naturaleza, un apasionado de la geología y la vulcanología que llegó a ser una eminencia gracias a sus estudios sobre geología canaria y descubrimientos sobre las aguas subterráneas. Ambos directores manejan gran cantidad de material para llegar a conocer a sus personajes en profundidad y utilizan la herramienta del cine como divulgación de la historia. Otros filmes de esta categoría fueron Mar de Mármara, de Pedro García y Around Them, de Rubén Señor. La gran sorpresa, fuertemente aplaudida después de su proyección, fue Evolution, de la francesa Lucile Hadzihalilovic. Esta película de producción canaria, pieza desconcertante y muy visual, muestra una comunidad matriarcal en la que la única presencia masculina es una infantil, no desarrollada, profundizando así en el subconsciente masculino y sus ansiedades sobre ciertos aspectos de la anatomía que no son capaces de controlar, proponiendo además un giro radical en cuanto a los roles tradicionales de género. Pero el ganador de premio Richard Leacock al Mejor Largometraje fue para Mauro Hercé, autor de Dead Slow Ahead, película que muestra el conflicto entre hombre y máquina, donde los engranajes y las maquinarias de acero engullen al hombre a través de un viaje sensitivo en el que acompañamos al director mientras filma las dinámicas del interior de un barco carguero.

Encontro con directores canarios

Encuentro con directores canarios

En el encuentro con directores canarios se destacó el potencial creativo deste nueva generación de grandes autores que ofrecen miradas personales, de la importancia de un momento que se puede definir como el mejor de la historia de Cine Canario, pero que no es acompañado por las condiciones necesarias en tanto que es olvidado por las instituciones públicas, que carecen de la sensibilidad necesaria y de la voluntad de colaborar y ayudar. Existe además una dificultad al hablar de un Cine Canario ya que es algo demasiado categórico y difícil de definir. Si se puede decir que estas son obras de autor muy singulares, pero olvidadas por la televisión y las instituciones autonómicas que tienen la mirada puesta en otro sitio, en la industria del turismo. Cortometrajes como Juana, de Miguel G. Morales y Silvia Navarro; El barbero, de Francesa Phillips; Fiesta de Pijamas, de David Pantaleón o Agujero, de Amaury Santana, muestran una reflexión de lo vernáculo, la deformación de la tradición y el folclor canario, las consecuencias del franquismo en las islas o un análisis histórico de la democracia. Además, sobre la definición de Cinema Canario y las circunstancias en las que se encuentra, cabe destacar el documental de Nacho Bello, Bregando Historias, que a través de entrevistas y confesiones de diferentes realizadores y productores del panorama canario muestra la dificultad que supone el oficio del cine en tiempos de crisis.

Kaili Blues, lirismo visual

La Sección Oficial de este año ofrece una diversa oferta que incluye obras de cineastas con un gran bagaje tras de sí, y también filmes de realizadores más jóvenes que luchan con la situación actual del cine. Cine industrial y cine casero confluyen en esta 16º edición del Festival ofreciendo diferentes ópticas y narrativas. El argentino Martín Solá inaugura la Sección con La Familia Chechena, un documental que nos acerca a la realidad de la sociedad chechena. Según explicó el director, la obra pertenece a una trilogía, con dos piezas más grabadas en Palestina y en el Tíbet, aportando una visión de tres lugares diferentes que están siendo ocupados por potencias más fuertes. Al comienzo de la película, mediante una voz en off y posteriormente con una conversación entre madre e hijo, el director nos presenta la dura realidad chechena que aún sufre la invasión rusa y los vestigios de una brutal guerra, una sociedad profundamente musulmana en la que el mundo del hombre y de la mujer están completamente separados. El enorme trabajo de sonido en este film se aprecia en una larga secuencia en la que asistimos a un ritual en el que los hombres danzan y rezan para llegar a la liberación y calma absoluta, esto es, un mecanismo de abstracción, ya que como decía uno de los personajes “lo único que queda es rezar”. Trasladándonos a Polonia, la vida de diferentes ciudadanos de Varsovia se entrelazan en tan solo 11 minutos dando lugar a un desenlace fatal. 11 Minutes, de Jerzy Skolimowski cuenta con un trabajo de edición excepcional. El film presenta el píxel muerto en una pantalla de ordenador como metáfora evidente. En la última imagen, en la proliferación de miles de imágenes en pantallas que se multiplican, el punto negro persiste. Ese píxel muerto es una imperfección, el principio rector de la vida, los caprichos del destino, la condenación, coincidencia y peculiaridad, lo que nos hace vulnerables. Diferentes personas y miles de incidentes que se entrecruzan; tensiones, deseos, soledades, todas conectadas al compartir tiempo y espacio. El píxel es el destino, el azar y la fatalidad. También cabe destacar Como funcionan casi todas las cosas, del argentino Fernando Salem, que se encuentra cerca del género de Road Movie y se centra en la joven Celina, perdida y sin rumbo. Una travesía vital que cruza el desierto y que nos acerca a este personaje feminino, que a veces no acaba de funcionar, pero con una extrema sensibilidad. Una película existencial como el libro que la protagonista intenta vender puerta por puerta, y como las respuestas que los personajes dan a cámara sobre el sentido de la vida, la felicidad o el amor. Por último, film esencial y ganador del premio Lady Harimaguada de Oro; Kaili Blues, del realizador chino Bi Gan, en el que sobresale el juego con el tiempo y el uso de un interminable plano secuencia de desbordante lirismo que nos guía a través de personajes y paisajes. La narración combina diferentes planos temporales y se desplaza continuamente entre pasado, presente y futuro. La película es una meditación poética sobre el tiempo, la pérdida y el arrepentimiento, una experiencia visual a través del tiempo y el espacio, una fusión de tiempo y espacio en el que el plano secuencia se convierte en una herramienta necesaria a la hora de explorar en profundidad la vida rural chinesa.

Kaili Blues, de Bi Gan, ganadora de la Sección Oficial a concurso

Kaili Blues, de Bi Gan, ganadora de la Sección Oficial a concurso

Secciones paralelas

Por otro lado, las secciones Panorama y Panorama España nos acercan a títulos indispensables como Visita ou Memórias e Confissões de Manoel de Oliveira, el film que el autor no quería proyectar hasta después de su muerte, un recorrido mediante travellings por la casa donde el realizador portugués habitó durante 40 años, o el insólito experimento cinematográfico de Guerín, La Academia de las musas, en el que los personajes reflexionan sobre el amor y la palabra. Y hablando de musas, Afternoon, de de Tsai Ming-liang, film en el que el director presenta una íntima conversación con su muso, el actor Lee Kang-sheng. Cabe destacar además el magnífico melodrama del chinés Jia Zhang Ke, Mountains May Depart y la surrealista Cosmos, del polaco Andrzej Zulawski, donde la noción de narración es desafiada, donde no existe una trama lineal, pero donde encontramos algo que nos engancha en el modo en el que los actores dicen cosas que carecen de sentido alguno.

Además, esta edición del Festival fue una edición de homenajes. A Chantal Akerman, con la proyección de tres títulos, Je, tu, il elle; Jeanne Dielman, 23, Commerce Quay, 1080, Brussels y No home Movie. Nombre indispensable en la historia del cine, Akerman destaca por su tratamiento de los femenino, que de un modo radical y experimental describe la condición de la mujer rompiendo con la narración lineal y la elipsis tempora, oscilando entre la ficción, el documental y el ensayo mientras experimenta con el tiempo real. Por otro lado un homenaje a Richard Leacock, padre de los documentalistas para muchos y precursor del Cinéma vérité, que da nombre a uno de los premios del Festival. Nos acercamos a su figura a través de Jane Weiner, presidenta del jurado de este año y alumna de Leacock, que presenta dos films; Ricky on Leacock e A Camera that goes anywhere. Ambos retratan la trayectoria de pioneros del documental como Robert Drew, Jean Rouch o Albert Maysles, que consiguen que su observación sea un registro fiel de los hechos, creando así un nuevo modo de hacer cine.

De este modo, a lo largo de 10 días el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria ofrece una amplia gama de colores y estilos muy distintos que apuesta por los directores locales y nos permite también redescubrir nuevos artistas, joyas escondidas o piezas ya olvidadas del cine de autor contemporáneo.

 

 

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