Los universos sonoros de Star Wars

BSO Star Wars

Hoy en día no podemos concebir una película sin BSO. El diseño sonoro es indispensable para crear atmósferas o secuencias narrativas; su uso intensifica diferentes momentos de la historia, generando emociones que ayudan a erigir una sensación de realidad en el espectador. La música despierta recuerdos o sirve de apoyo para diferenciar momentos de terror, suspense o romance, e incluso para interpretar y comprender cómo se siente un personaje. Los cineastas otorgan cada vez más peso al diseño sonoro, cuya riqueza es un factor esencial de calidad estética y narrativa.

Si nos hablan de Star Wars, a todos nos viene a la cabeza la hermosa melodía de cabecera compuesta por el magistral John Williams, los acordes iniciales nos anticipan que estamos a punto de vivir una aventura épica. A finales de 1976, Williams recibió una copia de Star Wars, donde George Lucas insertó fragmentos musicales clásicos para indicarle cómo quería que sonase la BSO. El director pensaba que lo más adecuado sería hacer uso de sintetizadores, que se estaban poniendo de moda en esa época. El resultado fue una banda sonora apoyada en composiciones previas, que acompaña las imágenes de esta space opera logrando que los diálogos sean completamente prescindibles para entender la historia. Según Jeremy Orosz, profesor de música de la Universidad de Memphis: “Cuando Williams parafrasea la música de otras fuentes, no se trata de un defecto de su trabajo, porque la música de cine tiene la intención de ser familiar dentro de un mundo de conocidas convenciones y clichés” [1].

La referencia más clara sería The Dune Sea of Tatooine (Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza), donde se utiliza la cara B de La Consagración de la Primavera de Stravinski, que escuchamos cuando el androide C-3PO está caminando por el desierto. Otra de las alusiones más evidentes es la suite de Los Planetas de Horst, durante la primera escena con una nave espacial recorriendo la pantalla, en la que se llegan a emplear exactamente los mismos acordes. Aunque esta no es la única pieza que se nutre de la obra de Horst, ya que la marcha imperial está ligada a Marte, por la tensión y suspense que crean, aunque en la obra de Williams se añaden distintos instrumentos para lograr un sonido más heroico. Por otra parte, la melodía que pasaría a convertirse en símbolo de todo el universo Lucas es la que le dedica a Luke Skywalker, muy similar a la compuesta por Erich Wolfgang Korngold en 1942 para Abismo de pasión.

Además de sus características orquestaciones sinfónicas, las películas cuentan con un diseño sonoro muy peculiar y revolucionario, producido por Ben Burtt, que llevó a cabo un excelente trabajo al recopilar sonidos ambientales y manipularlos de forma imaginativa. Entre otras cosas, Ben Burtt es reconocido por incluir en muchas de sus películas un efecto de sonido apodado “El Grito Wilhelm”, extraído de la película The Charge at Feather River (1953). Dicho sonido lo encontramos también en Star Wars, cuando un soldado de asalto cae hacia el abismo en la Estrella de la Muerte, o en Indiana Jones en busca del arca perdida (1981), cuando un soldado nazi cae de un coche en movimiento.

Efectos son Star Wars

La saga Star Wars se convirtió en un referente en la creación de efectos sonoros, al tener que dar vida a entornos irreales y numerosos personajes con rasgos de comunicación únicos. Sonidos que han perdurado en el tiempo y se han convertido en auténticos iconos, dotando de una identidad propia a la saga. Estos efectos relacionan la realidad visual con la auditiva, sin limitarse a las paradojas físicas (como escuchar el sonido de las armas en el espacio, donde no hay medio para propagarlo). Por este motivo, ha brindado importantes avances en el campo de la música incidental en las películas de fantasía. Se crearon más de 500 sonidos diferentes para estas películas, entre los que podemos destacar los siguientes:

1. PITIDOS Y BOOPS. R2-D2 no sería el mismo sin sus silbidos y pitidos. Estos nos transmiten lo que está pensando y sintiendo. El personaje no tendría una personalidad tan completa sin ellos. Burtt explicó que sus primeros intentos de crear la voz de “Artoo” eran demasiado electrónicos. Para generar el sonido empezó utilizando un sintetizador, pero no pudo capturar la emotividad que buscaba, así que acabó mezclando este sonido de sintetizador con efectos generados por su voz haciendo inflexiones divertidas.

2. LA RESPIRACIÓN QUE SE ESCUCHA EN TODO EL MUNDO. A veces, puedes escuchar la voz de Darth Vader antes incluso de verlo en pantalla. El sonido de la respiración del Lord Sith se suma al factor de intimidación. Esta reconocible voz se originó colocando un micrófono dentro de un regulador de buceo y respirando de diferentes formas.

3. SONIDO DE LA BATALLA. El sonido más emblemático y repetido entre los fanáticos de la saga es sin duda el zumbido de las espadas láser. Esta elegante arma tiene una variedad de sonidos, algunos conseguidos de manera fortuita. Burtt fusionó el ruido emitido por un proyector de 35 mm de la época con un sonido con el que se topó de casualidad, al pasar un micrófono por delante de un televisor de tubo.

4. GRUÑENDO Y AULLANDO. Para el lenguaje wookiee de Shyriiwook, Ben Burtt diseñó la voz de Chewbacca usando sonidos que recopiló de animales como osos, tejones y morsas. Tomó fragmentos de cada grabación, los clasificó según su emoción y los editó para articular el discurso de Chewie.

Tras varias sagas de películas, cómics y series de animación, entre otros formatos, hace un par de años llegaba a nuestras casas The Mandalorian, una serie que se sitúa cronológicamente entre Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza y Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza. El universo sonoro ideado por el compositor sueco Ludwig Göransson intenta distanciarse de las orquestaciones creadas por John Williams. De hecho, la serie puede considerarse un western espacial, que se mueve entre las clásicas aventuras de los años 30, las películas de samuráis y los spaghetti western. Göransson lo deja claro a partir del primer momento con la composición del tema principal, que comienza con el sonido de una flauta solista, dándonos una pista sobre lo que nos disponemos a ver: al mandaloriano, un pistolero solitario. En los momentos de tensión, el acompañamiento musical suele recurrir al sonido de esta flauta, en lugar de orquestaciones más complejas como en las películas. Otro indicio lo encontramos en el ritmo base de la canción, que nos recuerda al galopar de unos caballos, como en el viejo Oeste. De hecho, el comienzo de la melodía evoca más una película de Sergio Leone que una de Star Wars. Ahí radica precisamente el éxito del mundo sonoro de Göransson: mezclar a la perfección esa ambientación más próxima al western con los sonidos característicos de la saga, con sus efectos de disparos, espadas láser y los rasgos de comunicación de todo el universo Star Wars.

El compositor sueco siempre ha reconocido la necesidad de crear una identidad propia, pero sin dejar de lado los sonidos orquestales de las creaciones de Williams. Vemos a Göransson usando instrumentos más modernos, con sonidos tecnológicos generados a través de sintetizadores. No obstante, hacia el minuto 2 del tema principal, encontramos un sonido que se asemeja más a las orquestaciones sinfónicas de John Williams porque no olvidemos que, al fin y al cabo, estamos viendo un producto Star Wars.

Aunque siempre vemos al actor Pedro Pascal caminando por paisajes desérticos, con un trasfondo musical cercano al lejano Oeste, en algunos momentos, esa ambientación se acerca más a los clásicos de samuráis. Esto se refleja claramente en algún capítulo de la segunda temporada, donde la ambientación musical y ciertos efectos de sonido evocan el universo de las películas de Kurosawa. Otra de las diferencias de la creación de Göransson la encontramos en el tratamiento musical que aplica a los momentos en que “Baby Yoda” hace uso de la fuerza. Nos encontramos con una melodía totalmente diferente a las utilizadas en las películas, con la intención de mostrar cómo la relación emocional entre el mandaloriano y Grogu se va gestando y convirtiendo en algo más íntimo con el paso de los episodios, subrayándola con la música.

En definitiva, toda esta mezcla de sonidos y músicas hace de The Mandalorian un producto muy interesante, con un diseño sonoro innovador que difiere de lo que habitualmente nos tienen acostumbrados en los productos Star Wars, pero manteniendo la esencia de la saga.

BSO The Mandalorian

[1] Jeremy Orosz (2015) John Williams: Paraphraser or Plagiarist?, Journal of Musicological Research, 34:4, 299-319, DOI: 10.1080/01411896.2015.1082064

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