Procesos #16 – Alberto Gracia

El paso de Alberto Graciai por Rotterdam ha sido fugaz, no porque se haya quedado pocos días en la ciudad holandesa, sino porque con él el tiempo pasa rápidamente. Nos encontramos por primera vez en Cinerama, en el primer pase de su película, el “Estreno Mundial”. Todo sea dicho, al equipo de esta pequeña producción de 10,000 euros, el titular les parece un tanto absurdo. Aunque el “absurdo” es, en palabras de Gracia, el tema central de este “experimento”. Junto a Alberto llega Felipe Lage, productor de Zeitun Films. Están esperando a Oliver Laxe (Todos vós sodes capitáns, 2010) que ha ido a buscar las acreditaciones. “¿Hay nervios?” pregunto. “No”, me contestan. Es decir, “hay nervios”. En la sala no hay muchas personas, pero poco a poco van llegando más. No importa la cantidad de los espectadores, sino la calidad… “bueno, sí que importa”.

Por parte del festival presenta la película Gerwin Tamsma, responsable de programación de películas provenientes de China, Corea, Latinoamérica, Bélgica, Escandinavia, Italia, Portugal y España. Es él quien ha seleccionado la cinta gallega para esta 42 edición del IFFR. “Thank very much for the selection”… thank you very much indeed. La película está a punto de empezar, todos se sientan. Tamsma dice que la película es una “tough cookie”, es decir, una “galleta difícil”. Y en realidad lo es, porque no hay nada convencional en ella más allá de lo convencional. O lo que es lo mismo, todos tenemos las mismas herramientas para contar algo en cine, “pero contar algo es imposible con estas herramientas”.

Se apagan las luces y comienza la película.

1/7

TITO RODRÍGUEZ: En el Q&A con el público, tras la primera proyección en Rotterdam, decías que una de las premisas fundamentales de la película es mostrar el absurdo que implica intentar explicar el lenguaje utilizando el propio lenguaje. Háblanos de esta idea.

ALBERTO GRACIA: Parto de que la verdad con mayúsculas, es algo que en realidad no existe, es algo que cualquier persona sabe, pero la verdad con minúsculas sí que existe como búsqueda de la verdad con mayúsculas. Es una forma múltiple, un conjunto de cosas que se materializan durante un proceso y que tú no puedes controlar realmente. La película en general, tanto en lo formal como en lo conceptual, es siempre un viaje de dentro a fuera, de lo objetivo a lo subjetivo. Gaspar Hauser es una persona que me gusta, y esto es una especie de autobiografía de ficción, por supuesto muy exagerada como lo es cualquier refabulación, porque no deja de ser una refabulación sobre una fabulación. La película, lo que plantea al espectador, es que Gaspar Hauser no existe y que tanto espectador como creador son el personaje. Ese juego con la identidad tan irónico, sarcástico e imposible no deja de ser un juego que profana ciertas páginas sagradas, arquetípicas y arcaicas; y, por qué no decirlo, banales e incluso ingenuas. Aunque parta de un escepticismo radial, no deja de ser lo más serio con lo que se me podría ocurrir jugar. Con todo el humor y la carga irónica que pueda tener.

2/7

T.R.Has hablado de Gaspar Hauser casi como un concepto. La “historia” cuenta con otros personajes. Tenemos a un enano sadomasoquista, a una mujer vestida de blanco, un marinero, un escéptico, incluso un Batman. Me interesan el primero y el último. ¿Qué papel juegan en la película y cómo se relacionan con la reflexión sobre la que trabajas en este “experimento”?

A.G. Los cinco personajes son una visión personal de una identidad fragmenta. El fragmentar uno en cinco es hacer de una imagen, la imagen de la imagen. Es un poco la superación de la apariencia como la hacemos en un entorno de virtualidad 2.0 como en el que vivimos ahora mismo. De Batman sí que me gustaría hablar. Hay algo en Batman que no es solo el hecho de que sea un superhéroe patético, con todo lo que conlleva la lectura postmoderna de la inadaptación y del fracaso del héroe, de aquel que intenta hilar historias y nunca lo va a conseguir. Pero hay una faceta que me interesa mucho, que es la brecha que se abre en la dialéctica entre hombre y animal. En un momento de la película, te das cuenta de que “joder, Batman es un murciélago también”. Creo que el murciélago es la clave de la película, podría haber hecho una película solamente grabando murciélagos y estaría hablando de lo mismo. Porque éste es el único animal que vive entre las dos luces del día, entre la luz del Sol y la luz de la Luna. O lo que es lo mismo, entre la carga subjetiva y la carga objetiva, la horizontalidad y la verticalidad.

Otro personaje interesante es el enano sadomasoquista. Representa un poco la culpa que todos tenemos. Por un lado nos invade una pulsión sádica que te lleva a crear algo erótico, que genere deseo, y por otro lado te pegas una hostia constantemente porque nunca llegas a ningún sitio. Esa es la vuelta masoquista y que en realidad habla del verdadero placer estético, de ese dolor de no conseguir llegar a ningún lado.

La película «habla del verdadero placer estético, de ese dolor de no conseguir llegar a ningún lado».

3/7 (A)

T.R.La película está dividida en siete actos, aunque esto no responde a una linealidad. En realidad no hay historia, la película es un todo. ¿Por qué segmentarla entonces?

A.G. Es una ironía de clasificación, de un intento por crear un sistema de categoría, cuando sabes que el orden no es posible. En realidad estás machacándote a ti mismo y a tu propio trabajo. Cuando quieres expresar algo de corazón, de forma poética, cuando ya tienes las imágenes reveladas en la mesa de montaje, irónicamente haces una clasificación totalmente científica. Es decir, con 1/7 (uno de siete) le das la información al espectador de que son siete capítulos, de que este es el primero, este es el segundo, etcétera. Y esto se evidencia en el capítulo 3/7 (A) en el que hago un trabajo simplemente formal con figuras triangulares que parecen una ‘A’, las lecturas son muy diversas: la primera letra del abecedario, la palabra de Dios, el concepto de que una idea está encerrada siempre entre tres puntos, el concepto religioso de unidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo… Cualquier parida, porque no dejan de ser paridas que te puedes montar como pretexto para contar algo.

4/7

T.R.¿Por qué es la película un evangelio?

A.G. Parto de la base de que toda cultura, por lo menos la que yo conozco, se basa en una religión. En este caso la judeo-cristiana. Me interesa mucho el concepto de “revelación” en relación a la palabra. Las escrituras son cuatro evangelios que son completamente idénticos, y los cuatro hablan de que la palabra de Dios es vacía. La Biblia en sí te habla de que el lenguaje es imposible, absolutamente imposible. Es decir, que cualquier tipo de revelación que puedas tener sobre cualquier cosa, en el momento en el que eres consciente, se convierte en algo vacío. No hay palabras para la palabra, no hay lenguaje para el lenguaje. Pienso mucho en el concepto de que “hablar es mentir”. Esto se muestra en la película El enigma de Kaspar Hauser de Herzog, de una manera muy irónica y con mucho humor. Uno de los personajes le plantea a Gaspar un acertijo, un juego de lógica. Hay dos pueblos, el de los verdaderos y el de los mentirosos, si te encuentras a medio camino entre ambos y ves a una persona, cómo sabrías haciéndole sólo una pregunta de qué pueblo viene. Gaspar se queda en silencio y el otro le dice con mucha soberbia: “la única pregunta que puedes hacer según la lógica es la negación, tú no eres mentiroso, tú no eres verdadero”. Gaspar le dice: “Yo no haría eso, partiría de una base de algo que sé y analizaría su respuesta. Por ejemplo, ¿eres un sapo? Si él me dice que sí, entonces sabré que está mintiendo”. Es decir, creo que hay formas de pensar las cosas que son demasiado enquistadas en relación al lenguaje.

5/7

T.R.¿Por qué decidiste rodar la película en 16mm?

A.G. El formato fue elegido por concepto. La película está trabajada de una forma muy experimental y el analógico te permite esto. Cuando utilizas un registro no digital, en realidad no sabes lo que estás rodando hasta que revelas la película. De esta forma, en el resultado encuentras cosas que en realidad no buscabas, y otras que sí pretendías encontrar no aparecen como las tenías en mente, se pierden. Es el concepto de la subjetividad que implica cualquier tipo de proceso objetivo. Además, el metraje que rodamos no pasaba de las dos horas. En todo caso, fue sobre la mesa de montaje donde nos dimos cuenta de que teníamos que hacer un largometraje. La primera versión duraba 90 minutos y era totalmente soporífera. Yo era el único que la podía ver sin dormirse. En ese caso montamos casi todo el bruto. La versión final dura 61 minutos y está en DCP. Puedes comprobar que esto es también parte de esa ironía de la que hablaba al principio.

«As escrituras son catro evanxeos que son completamente idénticos, e os catro falan de que a palabra de Deus é baleira. A Biblia en si fala de que a linguaxe é imposible, absolutamente imposible».

6/7

T.R.Durante el visionado me he dado cuenta de que despliegas ante los ojos del espectador un amplio abanico de recursos propios del lenguaje audiovisual tanto en el plano sonoro como en la imagen. El grueso de la película es en blanco y negro, pero hay planos en color, algunos con filtros rojos, amarillos o verdes, sonidos estridentes, música electrónica… Hay de todo.

A.G. Ha sido una búsqueda verdadera, no solo la película representa en sí una búsqueda de algo que es imposible, sino que consigue pequeñas concreciones formales y conceptuales. Yo creo que el hombre histórico es el que procede por idiotez y por ceguera. De esta forma parto de las herramientas que tengo, que hemos tenido siempre, para construir una película y comprobar si puedo llegar a comunicar algo. Creo que no me he dejado ninguna fuera, lo he intentado de casi todas las formas posibles. Te confieso algo, yo no he sido consciente en ningún momento de que quiero hacer esto, es una búsqueda verdadera. No he cogido una escaleta, apuntado todas las referencias, realmente he trabajo de una forma dialéctica y completamente idiota con conceptos en mi cabeza constantemente y he dicho “a ver qué sale”. Ya sabes, sin la idiotez (o la ilusión) nadie se atrevería a crear.

7/7 (BABEL)

T.R.Se habla mucho de la crisis del cine, de que cada vez hay menos medios para hacer películas. En tu caso se han invertido en el proyecto tan solo 10.000 euros. Parte de estos fondos proceden de ayudas de AGADIC. ¿A qué dificultades te has enfrentado para poder terminar la película?

A.G. Cualquier tipo de crisis es muy negativa por lo evidente, pero también es positiva porque te pone al límite y agudiza la imaginación. Yo soy una persona que se dedica a esto al cien por cien y en algunos momentos no he tenido dinero ni para comer. Las dificultades han sido las que son, desde tener que montarme la película yo, a hacerme el diseño de sonido yo, ir a hacer el telecinado a Rabat, un sintio en el que no entendía el árabe o el francés. Ha sido caos absoluto, un verdadero Babel, como el título del último capítulo de la película. En todo momento ha habido muchas dificultades, porque me he quedado un poco solo con ella, porque es una apuesta muy salvaje y es normal que nadie quiera arriesgarse. Tampoco me he buscado la vida para conseguir dinero, he utilizado el monto total de la ayuda que me han dado y a ver si salía algo. De todos modos, en el momento en el que hay una especia de superproducción yo creo que se pierde la magia. En el 95 por ciento de los casos (películas de alto presupuesto) es un rollo un poco mercenario. Es el productor un poco el que dice que hay que hacer esto o aquello. El productor es el que maneja el cotarro al final. Este tipo de proyectos, más pequeños, son mucho más honestos, cercanos y de corazón. Aunque a mí también me gustaría hacer una película con cinco millones o irme a Bollywood. Creo que se puede separar perfectamente el trabajo del placer estético.

8/7

T.R.¿Te sorprendió que te seleccionaran la película en Rotterdam?

A.G. Muchísimo, era el objetivo supremo. Una película tan pequeñita y tan descabellada, que te la seleccione un festival como este, era algo inesperado cuando menos. Creo que la peli dará alguna vuelta más por el extranjero. Y en España seguro se verá en algún cine en Galicia, en Barcelona por gente cercana a mí igual, y luego un par de festivales pequeños.

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EL FILME SE HA ALZADO CON EL PREMIO FIPRESCI EN LA SECCIÓN ‘BRIGHT FUTURE’

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i Alberto GRACIA (n. 1978, Ferrol, España) estudió Bellas Artes en la Universidad de Vigo. Su trabajo artístico transcurre por varias vías, entre ellas la pintura, el dibujo, performane, vídeo e instalaciones. Microfugas, un cortometraje rodado en 16mm en 2008, fue su primer contacto con el cine. En 2010 escribió el ensayo “Microfugas, teoría y juego de la profanación”, un libro que cuestiona la realidad en el arte contemporáneo. O quinto evanxeo de Gaspar Hauser es su primer largometraje. (Biografía publicada por el Festival de Rotterdam en www.iffr.nl).

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