FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE XIXÓN 2018: CINE MÁS ALLÁ DE LA SECCIÓN OFICIAL

Game girls (Alina Skrzeszewsk, 2018)

Game girls (Alina Skrzeszewsk, 2018)

No todo es Sección Oficial en el Festival Internacional de Cine de Xixón, así, también sobresale la calidad de las obras proyectadas dentro de los diferentes espacios del festival. Este es, pues, un recorrido por algunos de las películas más destacables de esta edición de 2018. Sobresale especialmente Game Girls, de Alina Skrzeszewska, la cual se alzó con el Premio CIMA a Mejor Película. Este documental retrata a dos mujeres afroamericanas homosexuales, Teri y Tiahna, que viven en el barrio de Skid Road, en Los Ángeles. Cuenta con una estructura circular, que comienza con una de las chicas recogiendo a la otra a su salida de la cárcel, siendo al final la última la que espera a la primera. Destaca la complicidad entre las chicas y la directora, pues le permiten filmar su intimidad incluso en momentos extremadamente delicados (como una secuencia de violencia doméstica entre ellas).

Otra joya del festival, en la cual también se aprecia la cercanía y honestidad en el trabajo con los personajes, es Hamada, de Eloy Domínguez Serén, que se llevó el Premio a Mejor Película Española. Para los que conocemos su filmografía, nos llama la atención el cambio en el lenguaje cinematográfico que plantea, optando por un documental de carácter más observacional. Sin embargo, la humanidad y sensibilidad que en sus anteriores trabajos autobiográficos transmitía él mismo, aquí se desprende del evidente trabajo con las personas que filma. Posiblemente las dos grandísimas virtudes de Hamada sean, por una parte, el atreverse a filmar el ocio y el humor en un campo de refugiados saharaui y, por otra, el buscar la complicidad de sus personajes para realizar la película, porque este documental no se limita a filmar desde la óptica del director y su visión occidental sobre el terreno, sino que incluye en el proceso creativo a las personas que filma, quienes también proponen escenas y deciden los contenidos. El film tiene momentos brillantes, como la escena en la que uno de los personajes identifica, con los ojos vendados y el equipo de sonido en sus manos, qué coches pasan simplemente por el sonido del motor. De este modo, incluye el juego con lo metacinematográfico -que conecta con sus anteriores trabajos, como Pettring o Ingen Ko Pa Isen– y expresa la importancia que tienen para el pueblo saharaui los coches, al tiempo que lo envuelve todo de un humor cómplice. Hamada es, sin ninguna duda, la confirmación de Eloy Domínguez Serén como uno de los más interesantes cineastas del momento.

Premières solitudes (Claire Simon, 2018)

Premières solitudes (Claire Simon, 2018)

El FICX acogió también el estreno del nuevo trabajo de Claire Simon, Premières solitudes, un documental que surge tras la participación de la directora como profesora de cine en un instituto francés ya que, al quedar fascinada con las alumnas, deciden entre todas filmar la pieza. Como sucede con Hamada o con Game Girls, la complicidad con las personas filmadas no sólo favorece el resultado, sino que permite efectivamente realizar la película, pues son las protagonistas las que plantean de qué hablarán, qué mostrarán y qué no, etc. En este caso, hablaron del amor y de sus relaciones paternofiliales con sus compañeros, lo que permitió llegar a conocerse, ya que los diálogos con la cámara nunca se habían tratado previamente y ocurrieron en la primera clase que se impartió. Así, es sobresaliente la entrega y generosidad de todas las participantes, que deciden regalarle y regalarse momentos de intimidad, amistad y honestidad brutales y necesarios, pues el tiempo de rodaje fue muy escaso y no existía posibilidad de repetir ninguna conversación.

Qué tal Pascual es un nuevo trabajo que surge del Máster de Documental Creativo de la UAB, que se está convirtiendo en una de las productoras más exitosas del panorama español, con diversas películas estrenadas en festivales de primer orden y acumulando premios año a año. En este caso, el film propone un divertido acercamiento a Pascual, un hombre peculiar, capaz tanto de atraernos como de irritarnos por partes iguales. Se agradece a este documental la simplicidad en el dispositivo y la naturalidad con la que se enfrenta a su personaje, así como la determinación de apostar por el documental de humor. También del Máster es Entre raíles, corto estrenado en Zinebi pocos días antes, que ganó el Premio a Mejor Película Española y que se acerca al drama de los suicidios mediante arroyamiento de tren, para lo cual no duda en recurrir a otra herramienta denostada por la práctica contemporánea: la entrevista. A través de este acercamiento a los conductores de trenes se nos narran diversos sucesos y todo lo que implican para estos trabajadores. Entre raíles es capaz de abordar de lleno un tema impactante, duro y traumático, con una elegancia y una sutileza sorprendentes.

The Great Pretender, nuevo trabajo de Nathan Silver, narra un cuadrado amoroso entre una directora de teatro francesa, su ex y dos de los protagonistas de la nueva obra que ella dirige, preñada de elementos autobiográficos y autorreferenciales que se suman al metateatro ficcional que da vida a la historia. Originalmente, el proyecto se planteó por los productores como una webserie pero, a medida que fue avanzando, Silver decidió transformarlo en cine. Destaca la actuación de Esther Garrel como Therese, uno de los personajes más atractivos del film.

Relaxer (Joel Potrykus, 2018)

Relaxer (Joel Potrykus, 2018)

Otra película del indie americano que pudimos ver en Gijón fue Relaxer, de Joel Potrykus, una propuesta original y arriesgada en su temática: la sublimación de las prácticas absurdas de los jóvenes de la generación que vivió su adolescencia en torno al año 2000, emulando a los Jackass de MTV. En esta obra, el protagonista invierte el tiempo en buscar fallos en videojuegos mientras se apuesta con su hermano absurdos y autodestructivos retos, como beberse litros de leche podrida o no levantarse del sofá hasta no acabar el juego Pac-man, aún sabiendo que sería casi imposible. La película juega en la raya del absurdo y del humor chabacano.

También explorando los límites del absurdo capitalista, pero con una propuesta totalmente diferente, se presentó el cortometraje documental All inclusive, de Corina Schwingruber, que se llevó la Mención Especial del Jurado de la Sección Oficial de Cortometrajes. En este trabajo observacional se muestran diversas actividades que tienen lugar a bordo de un crucero de lujo. La cineasta reencuadra las acciones, omitiendo el contexto o jugando con el punto de vista, de manera que nos hace ver de forma nueva y original acciones totalmente anodinas. Mediante este extrañamiento se genera el humor y la viveza, dando lugar a un trabajo realmente interesante, que demuestra la posibilidad de realizar una crítica política sin desechar la humanidad y la fragilidad de las personas.

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