L’ALTERNATIVA: EL CINE EXPANDIDO COMO RESISTENCIA A LA IMPOSICIÓN DE LOS MODOS DE VER

Este artículo resume las principales cuestiones que tuvieron lugar durante el debate de la mesa redonda sobre cine expandido, que se desarrolló en L’Alternativa, festival de cine de Barcelona.

Participantes:

  • Blanca García (revista Lumière, CAMIRA)

  • Carles Guerra (Fundació Tàpies)

  • Xavi Hurtado (artista)

  • Regina Khanipova (CAMIRA)

  • Luis Macías (Crater-Lab)

  • Elena Pardo (LEC, México)

  • Manuel Trujillo (LEC, México)

  • Patricia Baena (CAMIRA)

  • Adriana Vila (Crater-Lab)

  • Cristina Riera Jaume (L’Alternativa)

taula cinema expandit

Durante la primera ronda de presentaciones se mencionó que el cine expandido, entre otras cosas, es un acto de resistencia al poder pero que al mismo tiempo se expone ahora de modo más habitual en museos, filmotecas, festivales de cine, todas ellas instituciones. Ya que es difícil desligar a las instituciones del poder, el público pidió a los participantes en la mesa redonda que reflexionasen sobre esta contradicción.

Luis Macías Creo que el cine underground, incluido el cine expandido, se mueve por debajo de la institución. Pero tenemos que comer. Creo que todo debe estar basado en un diálogo entre ambas cuestiones, para poder seguir explorando nuevos territorios que podrían ayudar a desarrollar la vanguardia, por ejemplo con esta forma de proyectar. Deberíamos pensar cómo esta práctica puede incorporar dentro de ella el poder. Incluso las películas underground de los sesenta y los setenta abrieron un espacio dentro del movimiento, con la búsqueda de nuevos territorios, para un cine más mainstream. Hoy en día lo underground tiene un significado diferente.

Carles Guerra Querría añadir algo, especialmente sobre la asociación entre el cine expandido y la resistencia. Para mí el cine expandido representa un modo de romper con la atención institucionalizada. Lo he explicado mejor en mi presentación usando la imagen de la prisión de Pentonville de 1859 (que se presenta tras este párrafo) donde los prisioneros quedan separados los unos de los otros mientras leen la Biblia en una capilla. Se invitaba a estos reos a autoexplorarse sin distracciones. Este es un ejemplo de un dispositivo muy simple.

PENTONVILLE PRISON. /nThe prisoners' chapel at Pentonville Prison, England. Wood engraving, English, 19th century.

Hoy en día, en mi opinión, la resistencia bascula hacia otros niveles. Uno de ellos, evidente, es el hecho de que vivimos en un mundo con estos dispositivos, como los teléfonos móviles, que nos dan la sensación de vivir en una fluida, constante y exponencial circulación de imágenes que recibimos y producimos. Creo en estrategias como el cine expandido, y para mí el cine expandido no es más que el mundo de los autores y los aparatos, con sus infinitas posibilidades. Hoy tenemos en nuestras manos la oportunidad de hacer de esta circulación algo más incómodo, interrumpirla, de alguna manera devaluarla. En otras palabras, cuando un cineasta usa película de 16mm no se trata de fetichismo, sino de complicar nuestras vidas con un aparato que revela la construcción interna de este ‘sueño’ y la fluidez, la circulación exponencial, etc.

Por tanto el cine expandido echa abajo la calidad homogénea de las imágenes a un nivel global. Uno puede recibir trabajos de diferentes autores en un museo y todos elles pueden estar intentando alcanzar la misma calidad, un vídeo puede venir de Karachi, de Nueva York o de cualquier otra parte del mundo y la calidad no te dirá nada sobre el lugar en que se produjo, porque ha sido ecualizado. Así que la vía para el cine expandido como modelo de resistencia, más allá de los aparatos, los cables y otros componentes, es interrumper la ilusión de continuidad en la circulación de las imágenes y de su homogeneización. Se trata de recuperar la idea de que las imágenes en su calidad y deficiencia revelan las condiciones distintivas de producción.

Elena Pardo Nosotros estamos organizando un ciclo en el Centro de Cultura Digital, que es una institución. Es más, tiene una mala reputación, pues se construyó con dinero invertido durante la celebración de la independencia de México. De todos modos, encontramos a dos personas al cargo que no trabajaban en el centro cuando se trataba de una fundación pública y nos dieron la oportunidad de contar con una libertad absoluta en la institución. Veo este acto de resistencia en la comunidad que logramos crear en esos tres años con artistas que viven en la misma ciudad, pero que antes no se comunicaban entre ellos. El modo en que vivimos ahora se basa en el aislamiento el uno del otro pero con el deseo de construir una asamblea o una comunidad. Decidimos usar la oportunidad que nos dio esta institución para generar una comunidad. Puede que exista un conflicto en el hecho de que estemos usando este lugar, pero cuando trabajamos juntos y ves que los trabajos salen adelante, aceptas este conflicto y vives con él.

Xavi Hurtado Creo que estamos hablando de la resistencia del ojo, o de lo que está más allá de éste, lo visual. A pesar del hecho de que ha habido un progreso en estos 150 años desde que se inventó el cine en el desarrollo de la tecnología, la manera en que el ojo ve es la misma. En mi opinión hay una naturaleza de la visión que va más allá de estos 150 años. Durante un largo período de tiempo veíamos como células, como animales. A este respecto, el ojo trabajaba de manera muy diferente con respecto a estos 150 años en los que nos enfrentamos a desarrollos técnicos y a la transformación de la percepción de la atención. Hoy en día hay mucha gente, no solo en el mundo del cine, la comunicación o el arte, que cuestiona lo que significa ver, observar. No creo que los trabajos de cine expandido los hagan personas que desean hacer algo que supere el rectángulo de la pantalla, y que decidan volver a trabajar con 16mm como un acto fetichista, o rallar la imagen de un trozo de plástico porque parezca interesante. Creo que es algo más profundo. Se trata de una necesidad de buscar, porque nos encontramos en una sociedad necesitada de estímulos visuales; somos más visuales que nunca. Así que es cierto que existe una relación con el poder, pero es una muy complexa, es difícil decir si es buena o mala, está ahí. Creo que la base es más honda y que supera al cine, el arte o la comunicación, pero es un problema de exploración que intriga a gente diversa de muchas partes.

Luis Macías, en plena execución de 'Spectral Landscapes'.

Luis Macías, en plena ejecución de ‘Spectral Landscapes’.

Manuel Trujillo Creo que la resistencia es a veces una pose o snobismo. La resistencia se clasifica como algo per se y yo no creo que pueda clasificarse. Hay diferentes tipos de resistencia, y el hecho de hacer arte en las calles no implica que esa sea la única vía de resistencia, puede hacerse en todas partes. Debe analizarse con respecto a qué entendamos por resistencia. Si hablamos del centralismo, por ejemplo, el cine está completamente monopolizado y a veces los museos, las calles o las casas pueden convertirse en lugares donde manifestarse, que descentralizan una forma única de hacer cine. Somos muy visuales, desde luego. Somos tan visuales que la forma en que se nos manipula también lo es. Los teléfonos, que debieran ser para hablar, acaban por utilizarse con propósitos visuales; lo visual es también una forma de manipulación.

Sin embargo hay muchas reflexiones sobre cómo uno puede salir de este marco de trabajo. A veces usamos las palabras tanto que en el fondo pierden el significado; palabras como resistencia, margen, perímetro, anárquico, hay muchos conceptos de los que abusamos. Es importante reflexionar sobre lo que vemos, lo que oímos, sin importar el marco en que se enseñe, puede que en instituciones como museos, que están intentando romper con el monopolio de las salas de cine y cambiando el modo en que se hacen las películas. Es importante generar puntos de ruptura, y en términos de público es importante a veces acercarse a la institución para generar espectadores más conscientes y críticos.

Blanca Garcia Yo lo veo desde el punto de vista de la programación y para nosotros es un motivo de celebración que L’Alternativa haya decidido dedicarle toda una sección al cine expandido. Nosotros, los comisarios, estamos luchando todo el rato, y no se trata solo de una cuestión retórica, realmente nos enfrentamos a personas que prefieren enviar filmes en full HD y no en 16mm., por el simple hecho de que sea más barato. Pero de este modo se pierde por completo la conciencia del acto, de la sala de cine. Por ejemplo, recuerdo una vez que estábamos trabajando en un festival con un programa específico de cine expandido y en lugar de proyectar en el mismo sitio que las demás películas, en un lugar que era adecuado para ellas, nos movieron a un centro de arte con difícil acceso. Los festivales de cine son hoy en día la institución ideal para los comisarios porque las salas comerciales solo echan mainstream.

Aquí en L’Alternativa somos como una familia, nos conocemos, siempre hay el mismo público, y se respetase desde el festival que una sesión tenga que pasarse 3, 4 o 5 veces en el mismo auditorio del CCCB, en el centro de Barcelona, pues son conscientes de que el concepto de sala debe reconfigurarse. Y, al contrario de otros festivales, no les importa salirse de los formatos estandarizados de HD o 35mm.

Pondré otro ejemplo. La semana pasada había un festival que quería organizar una retrospectiva de cine experimental europeo y la paradoja era que la mayoría de estos trabajos se hicieron en super8 o 16mm.; y habitualmente también se centran mucho en cine expandido, performance y en el uso de diferentes dispositivos. Pero el festival solo estaba dispuesto a mostrar trabajos restaurados en HD o 35mm. ¡De este modo reducen drásticamente la cantidad de piezas que pueden mostrar! Así que creo que aún existe este acto de resistencia, y que puede abrazarse como comisaria. Cuando hay tantas puertas que se te cierran, es tan alentador que alguna se abra para comenzar a organizar cosas… En Barcelona contamos con espacios como Xcentric, una institución municipal. Creo que también se les debe dar crédito. No me parece que exista una contradicción, más bien una paradoja positiva.

Adriana Vila Creo que una de las principales preguntas que debemos hacernos es: ¿resistir a qué? Se ha comentado que hay que resistir al poder, pero non creo que en el caso del cine expandido se encuentre en la institución, sino en la industria del cine. Aquí vemos una contradicción. Lo que me resulta interesante del cine expandido en general es su intento de romper con el cine comercial y experimentar otras fórmulas, reutilizando todos los dispositivos, explorando espacios, acciones, reflexionando sobre el cinema y el no-cine, y pensando en términos de público, o en el hecho de meterse tanto en la obra en sí misma que se olvida al público. Cuando el trabajo se mantiene coherente con esta resistencia y se impone al mercado y a la industria, entonces el hecho de que sea absorbido por la institución, que otorga un espacio, no me parece contradictorio. La resistencia sigue ahí, simplemente ocupa otro lugar. Es importante que ocupe estos otros espacios, coma los institucionales, manteniendo al mismo tiempo su coherencia existencial, porque el cine comisariado en las instituciones está programado por personas que se interesan en él y que quieren abrir nuevos espacios para el mismo. Sin embargo, los trabajos alineados con la institución debieran salvaguardar su espacio propio para que algo nuevo y excitante pueda salir de esta unión.

Carles Guerra Cuando hablamos de “resistencia a un poder” todo parece quedar claro, pero a mí me produce ansiedad, pues no somos capaces de determinar cómo se produce esta resistencia y a qué poder apunta. Cuando estábamos concretando este acto de resistencia, me veía como un espectador que se pone delante de la peli de Ridley Scott, Gladiator (2000), sentado en el cine. Es un filme muy malo, pero a mí me trajo mi momento de cine expandido. Esto me ocurrió cuando Russel Crowe, que interpreta a un general romano, cae en desgracia, se convierte en esclavo y llega a Roma. Ridley Scott no muestra la llegada desde el nivel de la calle como en un filme tradicional de Hollywood sino desde un ángulo bajo, como un monumento. Ridley Scott hace todo al revés. Cuando el gladiador llega a Roma vemos una pantalla llena de nubes con una ciudad a lo lejos que se supone que es Roma. Como está tan lejos, parece que estuviésemos llegando a Nueva York en avión.

Para mí esto representa un momento de cine expandido, ya que mi concepto del mesmo no se limita al uso de las máquinas, los diferentes formatos, y la resistencia general a las instituciones. El cine expandido se expande de verdad hasta incorporarnos e incorporando nuestros modos de atención. Este es el problema: el cine no nos muestra imágenes, sino que nos entrena en la forma de verlas, modula nuestra lectura (lo que nos lleva a Laura Mulvey y otros académicos que reflexionaron sobre este punto). Así que para mí este momento, esta suerte de revelación que me hizo considerar que el filme era interesante, a pesar de que es malo, me dice que hay un tipo de política, que no es política sino biopolítica. No se trata de resistir a un poder, es que el poder ha entrado en nuestro modo de ver, de observar lo que tenemos delante. Este poder hace que nos centremos en algo específico.

Momento da posta en marcha de 'Desaparecer', do colectivo LEC.

Momento de la puesta en marcha de ‘Desaparecer’, del colectivo LEC.

Luis Macias A mí me gustaría aprovechar el hecho de que tenemos entre nosotros hoy a algunos comisarios de cine expandido para lanzar una pregunta: ¿qué supone programar actuaciones en directo en un museo?

Cristina Riera Jaume Hablaré da nuestra experiencia aquí en L’Alternativa. Comenzamos a programar cine expandido el año pasado y durante este año nos hemos dado cuenta de que han abierto en Barcelona dos laboratorios de revelado de película. Dos colectivos autogestionados que nos parecían muy interesantes y queríamos saber qué estaba pasando ahí. Tras hablar con Crater-Lab y Laboratorio Irreversible, nos interesó explorar lo que estaban desarrollando estos colectivos e invitar a otros de otros países para ver en qué consistía también su trabajo. Nos sorprendió cuánto hay de autogestionado en estos proyectos, que enfatizan la resistencia construyendo una comunidad. Se trata de controlar todo el proceso, de principio a fin. Honestamente, era muy emocionante. Organizamos performances en las que comentábamos entre nosotras: “es impresionante cómo este acto que estamos presenciando aquí, al que asistimos un número reducido de personas, nunca se va a volver a repetir”. L’Alternativa podría ser un festival donde programásemos solo filmes en los que el público estuviese pasivo, pero intentamos contribuir a algo más valioso con mesas redondas, y este tipo de espacios porque es ahora o nunca. La magia que se genera en estos espacios en un momento muy concreto forma esta comunidad.

Hubo algunos retos a la hora de realizar estas sesiones. El primero era dónde conseguir todo el equipo que necesitábamos dado nuestro presupuesto reducido. Este año pudimos conseguirlo todo gracias a Crater-Lab. Lo segundo es que el nivel de riesgo durante estas sesiones es muy alto. No obstante, estas acciones pueden sorprender incluso a los organizadores, pues no sabemos lo que va a pasar en ellas. Para mí es mágico y necesario que no todo esté programado con antelación. La performance ofrece un momento de experimentación, que se construye en el propio día de la misma; la magia proviene del hecho de que sea en directo. El público no sabe hacia dónde debe mirar, si hacia adelante o hacia atrás, porque es tan interesante ver cómo funciona el dispositivo como lo que se proyecta.

Manuel Trujillo En nuestro caso, era muy importante ver un cambio en el público. Contar con un ciclo solo en un espacio institucional era complicado. Así que hicimos un esfuerzo por organizar talleres en varios lugares, desarrollando proyectos con universidades, niños, ancianos, comunidades indígenas, gente de otros países, académicos. Así experimentamos el cine expandido con salas llenas, incluso si la sesión está basada en conceptos del cine experimental, no narrativo, donde el público sea libre. Para nosotros es muy importante ver cómo personas del público pasan a integrar colectivos. Es gratificante llevar este proyecto a un nivel internacional a estos chicos que viven con muy poco y tienen un acceso escaso a la tecnología. A pesar de las limitaciones que sufrimos en México y en nuestra ciudad, es gratificante ver el cine lleno de entusiastas.

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FOTOGRAFÍAS: Eladio Agudo.

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