VUELTA AL TIEMPO: LA RESTAURACIÓN DE THE BOOK OF ALL THE DEAD

Barbara is a Vision of Loveliness (Bruce Elder, 1976)

Barbara is a Vision of Loveliness (Bruce Elder, 1976)

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The Book of All the Dead (1975–1994) es un ciclo épico del cineasta canadiense R. Bruce Elder, que abarca las películas que Elder hizo durante ese período. Está estructurado en tres partes: Lamentations, Consolations y Exultations. Cada parte está nombrada después de un trabajo entre 1985 e 1994, y unido en una sola pieza con una duración aproximada de 36 horas. Contenidas en estas partes hay un número de cortometrajes hechas entre 1975 y 1980 que aparecen en grupos e intersticios, fuera del orden cronológico; de todas formas, las tres grandes partes están presentadas en una irregular cronología que nos lleva desde la primeira épica, Lamentations (1985), hasta una conclusión épica final, Exultations (1994). Cada una de las tres partes consume un pase diario, con el trabajo planificado para ser exhibido desde el viernes hasta el domingo durante la Semana Santa.

The Book of All the Dead usa muchos temas sacados de la Divina Commedia de Dante Aligheri y de los Cantos de Ezra Pound, y muestra muchas referencias visuales y textuales de los seis siglos que separan estes trabajos, pero principalmente es un trabajo de autobiografía. A través de sus citas de la historia, filosofía y poesía, Elder amuebla su biografía con una herencia del pensamiento medieval y moderno y sitúa su experiencia en relación directa con un linaje de artistas y poetas divididos entre el rigor de la llamada espiritual y la fatal rivalidad de las cosas terrestres. Elder me ha hablado en varias ocasiones de como memorizar poesía puede salvar la vida de uno. Sus citas están enraizadas en esa filosofía. El trabajo confronta los horrores de la vida moderna así como la experiencia asombrosa y, a veces, humillante, de la conquista humana, entre placer y sufrimiento, entre misterios divinos y la realidad fría de los hechos. Esta trayectoria se mezcla con una serie de sketches cómicos, monólogos, rimas y exclamaciones, la oscuridad acompañada por una gran y resonante carcajada.

La aproximación de Elder fue refinada e intensificada a través del desarrollo cronológico de The Book of All the Dead. Los primeros trabajos fueron hechos bajo de la influencia de muchos de sus profesores (que incluyen a Stan Brakhage, Shirley Clarke, Ed Emshwiller y Robert Breer), y poco a poco, cuando la línea autobiográfica se va haciendo clara, primero en The Art of Wordly Wisdom (1979), Elder asumió una aproximación más erudita. Las subsecuentes películas épicas fueron hechas en colaboración con equipos de rodaje, incluyendo actores recitando piezas dramáticas, y consiguió su forma final gracias al intenso escrutinio del trabajo cada vez más elaborado con una impresora óptica. El ciclo encierra aspectos sociales y autobiográficos, debates de forma y trazos de percepciones (en sus complejas bandas sonoras, a menudo ofreciendo una competición entre voz y música, incluso con efecto cómico), hasta llegar a ser una educación en si misma.

Desde 1997, Elder desarrolló un segundo ciclo épico, The Book of Praise (1997–actualmente), un trabajo que está previsto que dure cerca de las 14 horas y que sería exhibido el lunes siguiente al anterior ciclo. Este ciclo evolucionó en un ritmo más medido que The Book of All the Dead, con Elder estrenando una película de duración tradicional cada tres o cuatro años, con una duración que va de 90 a 140 minutos. Es en esta parte final del ciclo cuando Elder hizo una transición entre soportes, comenzando con A Gathering of Crystals (2015), su primer trabajo completado en vídeo digital. El vídeo jugó un papel central en el trabajo de Elder desde sus inicios: su primera película, Breath/Light/Birth, a pesar de terminarse en 16mm, fue refotografiada de una cinta Portapak analógica, y casi todas sus películas desde los años 90 usan imágenes que provienen del vídeo o de procesos de ordenadores. Elder decidió a lo largo del curso de A Gathering of Crystals que lo que ahora podía ser hecho en vídeo, las posibilidades tangibles en formas y efectos de color, era lo necesario para cerrar este ciclo.

She Is Away (Bruce Elder, 1976)

She Is Away (Bruce Elder, 1976)

Desde 2014, supervisé la transición digital y restauración de The Book of All the Dead con un equipo de técnicos y con el consejo de Elder; simultáneamente hemos avanzado pasos hacia la conservación a largo plazo de The Book of Praise. El trabajo en los dos ciclos terminará a finales de 2017. Mi labor incluye el escaneado en alta resolución de los negativos de la película y, en algún caso, la impresión en resolución 5K, la limpieza digital de las imágenes para limpiar rasguños y la correción de color para asegurar que las copias digitales emulaban correctamente los esquemas de color de las películas impresas en su forma de 16mm. En este sentido, el trabajo conserva la integridad de su forma original. El volumen de trabajo nos forzó a confrontar la cuestión de cual era el valor central de la una experiencia como ésta y como este aspecto podía ser preservado en el nuevo contenedor, o incluso, qué nos iba a traer este nuevo contenedor digital.

Como un trabajo multiforma y multi-modal, The Book of All the Dead desafía a aquellos que presumen de su escala que es un testamento al cine y nada más que al cine. En este nuevo contenedor, como un estreno digital y como un disco Blu-ray, The Book of All the Dead se convierte al final en accesible. Las herramientas digitales nos permiten que este ciclo creciese correctamente en su forma digital. Donde la exhibición en 16mm fue prohibitivamente cara en términos de envío del trabajo (que son más de 50 rollos), y en términos del trabajo que los cines tienen que realizar para esta compleja proyección, ahora se podrá ver en lugares en los que antes no era posible. Esta imagen densa del mundo ha vuelto al mundo. El trabajo se ha convertido en algo más íntimo, sacado del reinado de la espectacular exhibición y llevado al hogar. Un trabajo así nunca existiría, nunca habría sido concebido de ninguna forma de no ser por sus formas, su ritos, sus códigos y su sistema; y por todo eso, la arquitectura interior del filme permanece intacta.

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