Soul, una BSO con mucha alma

Soul, de Pete Docter

Como explica Rolando Ceballos en su proyecto Animapasión, “desde antes del cine ya existían métodos para tratar de imitar el movimiento en las imágenes estáticas. Desde los inicios de la sociedad las personas han buscado formas de presentar historias de formas visuales y diversas en un mismo objeto, desde pinturas en vasijas griegas hasta la llegada de los tan famosos taumatropos, fenaquistoscopios y posteriormente los zoótropos”.

A principios del siglo XX, principalmente en Estados Unidos y Francia, se datan las primeras animaciones modernas con diseños más simples. Desde entonces, el sector de la animación ha ido en constante crecimiento y desarrollo. Ejemplo de ello es la aparición del primer largometraje animado a color y con sonido en el año 1937: Blancanieves y los 7 enanitos.

Las pasadas Navidades llegó a nuestras pantallas, a través del servicio de streaming de Disney+, la nueva apuesta del estudio de animación Pixar: Soul. Se trata de una película pensada para toda la familia, aunque por momentos se vuelve más intensa, compleja y filosófica. Con esta fórmula, que consiste en mezclar personajes entrañables con historias que presentan varios niveles de complejidad, Pixar logra conquistar tanto a los padres como a los hijos.

Sobre el uso del jazz en la película, que se convierte en un personaje más, el director de Soul, Pete Docter, comenta: “Si vuelves a ver las primeras películas animadas con sonido, te das cuenta de que existe una conexión real con la música jazz. Es rítmico, es interesante escucharlo y es real. Siempre me produce una gran alegría  ver algo que está sincronizado. Creo que eso fue lo que atrajo a algunos de los primeros artistas de animación al jazz. Se dieron cuenta de lo bien que se sincronizaría con lo que estaban intentando hacer en el terreno de lo visual”.

El universo sonoro de Soul transcurre entre dos mundos sonoros bien diferenciados. Por un lado, nos encontramos con la parte diseñada por Jon Batiste, músico de prestigio mundial, responsable de las composiciones y arreglos de jazz. Batiste es el encargado de sonorizar la parte más terrenal de la película, la que transcurre en la ciudad de Nueva York, utilizando el jazz como elemento rítmico y de ambientación para una ciudad cuya vida diurna es frenética y cuya nocturnidad está poblada por luces de neón y clubs. Una de las características principales del jazz es la improvisación, sentir y vivir el momento; las canciones no se suelen interpretar de la misma manera dos veces. La animación de los músicos tocando es espléndida y encaja a la perfección, porque la postura de los intérpretes y los movimientos de sus dedos coinciden con las notas musicales que están sonando en ese momento.

Por otro lado, parte de la película tiene lugar en el “Gran Antes”, un universo etéreo donde habitan las almas, un lugar tranquilo y apaciguado. Para esta parte, se contó con la participación de los músicos Trent Reznor y Atticus Ross, miembros de la banda Nine Inch Nails, que ya obtuvieron su primer Óscar a la mejor BSO por su trabajo en The Social Network; ambos compositores más asociados a thrillers y dramas oscuros que a películas de corte familiar. Para este mundo vaporoso se utilizó un estilo musical más cercano al “New Age”, por estar más enfocado a la relajación, empleado habitualmente en meditaciones de liberación espiritual. Reznor y Ross trabajaron en un estudio lleno de instrumentos reales, imaginarios y sintéticos, para crear sonidos que no parecen de nuestro mundo, pero que no dejan de ser acogedores, orgánicos y naturales, haciendo uso de sintetizadores a modo de instrumentos tradicionales. “Los grabamos en multipistas como si estuviéramos tocando una orquesta, consiguiendo componer varias melodías de acompañamiento para los momentos más oníricos, los no terrenales”.

Soul, de Pete Docter

La parte más interesante de la partitura la encontramos en los momentos de fusión de ambos estilos, los cuales basan su contenido más en las texturas ambientales de cada tipo de música que en leitmotivs retentivos asociados a los personajes (que también existen en la película). El leitmotiv más evidente y reconocible es el dedicado a Terry, el obsesivo contador de almas. Este consiste en un tono inquietante con una base rítmica que emula el tic-tac de un reloj en su cuenta atrás. Además de este recurso sonoro, en el film encontramos sencillos motivos y arpegios, así como trabajadas texturas que definen los mundos recorridos por Joe y 22, siendo el universo sonoro dedicado al camino hacia el más allá el más brillante dentro de la partitura.

La banda sonora de la película tiene dos peculiaridades, que son los pilares principales sobre los que se asienta la película. Una de las cualidades de los compositores ha sido definir cada mundo a través de sonoridades que le aportan entidad: Si el “más allá” es etéreo, el “más atrás” o “seminario del tú” queda definido por arpegios y ritmos más juguetones y alegres.

La otra peculiaridad es la forma en la que se construye a los personajes. Cada uno tiene su estilo propio, pero, dependiendo de su estado de ánimo o de lo que tengan en la cabeza, los sonidos que los acompañan son muy diferentes. Por ejemplo, cuando Joe camina feliz por Nueva York, se escucha un piano con notas agudas y rápidos compases, mientras que cuando está deprimido, ese mismo piano sigue un ritmo más lento y grave.

A diferencia de lo que pasaba antiguamente con las películas animadas, las películas de hoy en día suelen recurrir al uso de actores famosos para poner voces a los personajes animados. Esta tendencia comenzó a partir de Aladdin (John Musker, Ron Clements, 1992) y el increíble trabajo de Robin Williams. Soul tiene miles de aciertos, y uno de ellos es la selección de los actores que están detrás de las voces de los personajes, destacando la dupla formada por Jamie Foxx (Joe Gardner) y Tina Fey (22), así como el baterista de la banda “The Roots”, Questlove, o Angela Basset, quienes hacen un gran trabajo aportando a sus personajes carisma y matices.

Cabe destacar la valentía de Pixar en lo relativo al apartado musical, ya que lejos de seguir la senda comercial marcada por los grandes estudios de Hollywood, la productora siempre se ha mostrado tajante en su decisión de apostar por compositores con una fuerte personalidad tanto musical como cinematográfica. Soul ha sido considerada como una obra para adultos dentro del catálogo de Disney+; Pixar nunca ha ocultado que sus películas cuentan con escenas y secuencias poco apropiadas para el público infantil, pero ahí reside el éxito de los títulos del estudio, que a pesar de estar pensados para un público más joven, están diseñados para ser entendidos desde varias dimensiones distintas, para conseguir elevar la animación a otro nivel, con todo tipo de lenguajes y propuestas.

Soul, de Pete Docter

Bibliografía

Ceballos, R. (2017). La historia de la Animación. Disponible: https://animapasion.wordpress.com/2017/01/04/la-historia-de-la-animacion/. Última visita: 12 enero 2023.

Jacobsen, K.; Beachum, C.. (2021). Trent Reznor and Atticus Ross on the different process for composing scores for ‘Soul’ and ‘Mank’. Disponible:https://www.goldderby.com/feature/trent-reznor-atticus-ross-soul-mank-composers-video-interview-transcript-1204049774/. Última visita: 12 julio 2022.

Hayes, B. (2020). Soul – Interview with Pixar Director Pete Docter. Disponible:http://www.movies.ie/soul-interview-with-pixar-director-pete-doctor/. Última visita: 12 enero 2023.

St Lawrence, C. (2021). Pete Docter Reflects on the Success of ‘Soul’. Disponible:https://discussingfilm.net/2021/04/22/pete-docter-reflects-on-the-success-of-soul-exclusive-interview/amp/. Última visita: 12 enero 2023.

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