Curtocircuíto 2018: Roberto Minervini, la vida en los márgenes

MINERVINI

“I wonder how many people I’ve looked at all my life and never seen.” 
― John Steinbeck, The Winter of Our Discontent

Siguiendo la estela de grandes nombres del cine mundial como Teddy Williams, Sergei Loznitsa o Jørgen Leth, la 15ª edición del Festival Internacional Curtocircuíto, que se celebra en Santiago de Compostela del 29 de septiembre al 7 de octubre, dedica una de sus retrospectivas al realizador italiano Roberto Minervini (Fermo, 1970). Conocido principalmente por sus poderosos retratos de personajes y comunidades aisladas en el Sur de los Estados Unidos, que destacan por su crudeza y extremo naturalismo, Minervini acaba de presentar su última obra, What You Gonna Do When the World’s on Fire?, en la Sección Oficial del Festival de Cine de Venecia.

Asentado desde hace años en Houston (Texas), Minervini no es ajeno al circuito de festivales internacionales, donde lleva acumulados diversos éxitos y reconocimientos a lo largo de los últimos años. Mientras que su ópera prima, The Passage (2011), tuvo una repercusión más bien modesta en Estados Unidos y Canadá, Minervini se dio a conocer a nivel internacional con su segundo largometraje, Low Tide (2012), seleccionado en la sección Orizzonti del Festival de Venecia. Un año después, con Stop the Pounding Heart (2013), el director cerraba su llamada “Trilogía de Texas” recorriendo citas como Cannes, Toronto o Karlovy Vary, entre otros, y recibiendo galardones de la talla del Premio David di Donatello al Mejor Documental. Su siguiente obra, The Other Side (2015), volvió a atraer todas las miradas en la sección Un Certain Regard de Cannes, mientras que su última propuesta compitió este año por el León de Oro en Venecia. Cinco películas que ya le han hecho merecedor de diversas retrospectivas, situando a Minervini como una de las voces más singulares dentro del panorama documental contemporáneo, así como uno de los mejores retratistas de lo que conocemos popularmente como “América Profunda”.

Como ocurría en el caso de Teddy Williams, aunque más próximo a la línea de otros realizadores actuales como Jonas Carpignano (Mediterranea, A Ciambra), volvemos a encontrarnos con un director que transita libremente los lindes entre el documental y la ficción, construyendo relatos de corte político y humanista a través de la observación de sujetos marginales y abandonados por el sistema. Todas sus obras están ambientadas en los estados americanos de Texas y Lousiana, componiendo un universo particular de espacios y personajes compartidos, que traspasan las fronteras líquidas entre obras y géneros. A medio camino entre la crónica social y el estudio antropológico, las películas de Minervini presentan una evolución clara, tanto a nivel cinematográfico como en su discurso. Partiendo de lo más particular y episódico, su cine busca profundizar en las raíces de algunos de los problemas más alarmantes que asolan a los Estados Unidos en la actualidad: la pobreza, la división racial, la violencia y el consumo de drogas.

THE PASSAGE

Si nos disponemos a realizar un repaso integral por las obras de Minervini, The Passage supone la puerta de entrada lógica a una filmografía que se irá enriqueciendo y cobrando sentido en base a las sucesivas aportaciones de su director. Se trata de una road-movie atípica, ambientada en el oeste de Texas y protagonizada por un grupo de personajes aún más peculiares: una mujer con cáncer terminal, un ex-presidiario que acaba de salir de la cárcel y un artista frustrado. Un trío de auténticos inadaptados cuyos caminos se cruzan de manera fortuita para acabar embarcándose en un viaje impregnado por un sentimiento de fatalidad. Ana, Jack y Harold representan un ejemplo de protagonistas alejados de los cánones clásicos: gente de mediana edad con físicos no-normativos y motivaciones diferentes, entre los que se crea un fuerte vínculo de comunidad. En cierto sentido, estamos ante la película más convencional de Minervini, la única que emplea un guión de ficción como punto de partida, pero en la que ya se intuyen muchos de los rasgos estilísticos e intereses temáticos que veremos en obras posteriores.

The Passage supone también la primera colaboración entre Minervini y el gallego Diego Romero Suárez-Llanos, que se hará cargo de la dirección de fotografía en todas sus películas. El trabajo de Romero está caracterizado por un estilo hiperrealista, con un empleo de la cámara en mano que confiere a la historia mayor veracidad y dinamismo. Los diálogos son escasos, un patrón que veremos repetido en varias de sus películas, pero que resulta algo frustrante en una obra que se apoya principalmente en la empatía que debemos establecer con sus protagonistas. El propio Minervini reconoce que, a medida que avanzaba en la realización de la cinta, decidió abandonar el guión y dejar que la vida y los personajes irrumpiesen libremente en la historia (Hoffman, 2016). Esta decisión dota de frescura a la película, pero tiene como consecuencia que echemos en falta más tiempo para desarrollar las historias personales y ahondar en los conflictos de cada individuo. En general las interacciones son poco creíbles, y a pesar de la dureza de los temas que se tratan resulta muy complicado conectar a nivel emocional. Por otra parte, la película incluye una breve aparición de los Carlson, una familia de granjeros que volveremos a ver en Stop the Pounding Heart, iniciando así el particular microcosmos del director.

LOW TIDE

En su segundo largometraje, la íntima Low Tide, Minervini ofrece una suerte de film iniciático con el que logró despertar el interés de la crítica internacional. En este caso, el catalizador de la historia es la compleja relación entre una madre y su hijo, representantes anónimos de la white trash (basura blanca), que malviven en un parque de caravanas en los suburbios de Lone Star (Texas). Al contrario que en la cinta anterior, la mayor parte de la acción se desarrolla sin abandonar los límites de la comunidad, asolada por los problemas económicos y la ausencia de perspectivas de futuro. Se trata de un relato más personal, en el que seguimos de cerca la vida del niño protagonista a lo largo de lo que parece un anodino verano. Mientras que la madre trabaja como asistenta en una residencia, aprovechando su tiempo libre para salir de fiesta y mantener relaciones con distintos hombres, el chico se ve obligado a cuidar de sí mismo. La cinta pone el foco en la desconexión existente entre ambos, una total incomunicación que provoca en el protagonista una fuerte necesidad afectiva y un sentimiento de soledad. Al estilo de la Jeanne Dielman de Akerman, acompañamos al niño en su rutina diaria, realizando actividades repetitivas como cambiar las camas o ayudar a su madre en el trabajo, en las que podemos apreciar pequeñas variaciones que sirven de preámbulo a un desastre anunciado. En el apartado visual, la cámara de Romero acompaña siempre al protagonista, en un estilo puramente documental dominado por tonos pálidos y aprovechando la luz natural.

Low Tide puede resultar problemática, principalmente en su acercamiento a los sujetos filmados, madre e hijo en la vida real, así como las circunstancias en las que viven. Minervini ha sido acusado en numerosas ocasiones de bordear la ‘pornomiseria’ en sus obras, tratando la pobreza de un modo casi romántico. Sin embargo, es innegable que el realizador muestra un interés real por los sujetos que filma, empatizando con ellos y ofreciéndoles un marco de representación que tradicionalmente les está vetado. Nacido en la región de las Marcas, en el este de Italia (considerada hasta los años 80 una zona tradicionalmente pobre), el propio Minervini reconoce que su pasado también estuvo marcado por la violencia y la falta de expectativas, lo que influyó de forma significativa en su interés por los temas que trata. “Llegados a este punto, como cineasta, para mí resulta inevitable buscar mi pasado de forma obsesiva en otras realidades. Es como una catarsis, pero al mismo tiempo una sensación de dependencia. Eso es lo que hace que mis películas sean tan personales” (Rizov, 2015).

STOP THE POUNDING

Low Tide se ve algo lastrada por una excesiva repetición, pero al mismo tiempo pone de manifiesto algunos de los aspectos más particulares del cine de Minervini: la sutileza con la que se producen los cambios y el delicado manejo de los tiempos, factores especialmente relevantes en su siguiente película, Stop the Pounding Heart. En las películas de Minervini no suele haber grandes alardes dramáticos, ni giros de guión inesperados, todo se desarrolla a un ritmo sosegado en el que los cambios que experimentan los personajes se manifiestan en los pequeños detalles. Su tercera película concluye la “Trilogía de Texas”, introduciéndonos en un mundo que parece distante y aislado, pero que se despliega de forma paralela a todo lo que venimos observando: el mundo del integrismo religioso. Retomando temas como la transición a la edad adulta y las dinámicas familiares, la película se centra en este caso en la historia de Sara, una joven de 14 años que vive con su familia en una granja del rural texano.

Los Carlson, a los que ya conocimos en The Passage, se dedican a la venta de productos lácteos, la crianza de sus 12 hijos y el estudio de la Biblia. LeeAnne, la sacrificada madre de familia, pone especial interés en educar a sus hijas en la abnegación y los valores cristianos, con el objetivo de que lleguen a ser buenas esposas y siervas de Dios. Por su parte, Sara se encarga de ayudar en las labores de la granja y de transmitir estos valores a sus hermanas pequeñas. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Colby Trichell, un jinete de rodeo por el que empieza a sentir un interés romántico, despertando en la joven dudas que la llevan a cuestionar los fundamentos de su estilo de vida. Como viene siendo habitual, volvemos a encontrarnos con una obra sin guión y personajes que se interpretan a sí mismos. Empleando mecanismos y situaciones de ficción, y valiéndose de numerosas elipsis, la trama muestra dinámicas que se desarrollan de manera paralela a la vida real de los protagonistas. Tal como explica Minervini, la realización “alterna entre la observación pura y la puesta en escena” (Brooks, 2014), alcanzando un punto álgido en la hibridación de géneros tan característica en la carrera del director italiano. Stop the Pounding Heart es además una pieza admirable a nivel estético, elevando el nivel de la cinematografía en comparación con las cintas anteriores y aportando un catálogo de imágenes icónicas: una cruz ardiendo en medio de la noche, una embarazada disparando en un campo de tiro,…

THE OTHER SIDE

En el año 2015, poco antes de que Donald Trump anunciase su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos, Minervini presentaba The Other Side en el Festival de Cine de Cannes. Con su cuarto largometraje, el realizador expandía aún más su universo, aportando algunos cambios singulares: por primera vez la historia se traslada fuera de Texas (al estado contiguo de Louisiana), ofreciendo un discurso político más definido. Seguimos tratando con comunidades marginales, la ya citada white trash sureña, pero en esta ocasión nos encontramos con una representación mucho más cruda y explícita, que se articula como parte de una problemática mayor. La película presenta dos narrativas principales, aparentemente inconexas: por una parte la historia de amor entre Mark y Lisa, una pareja de toxicómanos, y por otra las reuniones de un colectivo de veteranos de guerra que se dedican a entrenar grupos paramilitares (componiendo el prólogo y el epílogo de la obra). «A diferencia de Stop the Pounding Heart, con esta película necesitaba provocar un cortocircuito”, afirma Minervini, buscando que las dos narrativas dialoguen entre sí para que, al conectarlas, “el discurso cobre fuerza en un sentido político” (Rapold, 2016).

La primera parte de la cinta destaca por su dureza y por un fuerte componente físico, así como por un marcado contraste: alternando escenas de sexo y consumo de drogas explícito con tiernas secuencias familiares. Algunos momentos nos llevan a cuestionar la dimensión ética de lo que estamos viendo, como cuando una mujer embarazada realiza un striptease integral poco después de inyectarse metanfetamina. Minervini vuelve a emplear una aproximación documental, sin iluminación externa, sin cortar ni cambiar de objetivo durante el rodaje (Ide, 2016). El reducido equipo de grabación, aunque invisible, forma parte de la acción. Observando sin interferir, sin juicios ni didactismo, estableciendo una relación de confianza inédita con unos sujetos que se desnudan (física y emocionalmente) delante de la cámara. De pronto, la trama de Mark termina de forma un tanto abrupta para dar paso a una segunda parte más expositiva, dominada por la presencia de armas y la exaltación patriótica. En este epílogo, donde volvemos a encontrar caras conocidas como Colby Trichell, un grupo de paramilitares lanza discursos xenófobos e incita a defender el país ante un inminente ‘estado de sitio’. Críticas directas a la administración de Obama y discursos repletos de odio e incoherencia, que suponen un ejemplo perfecto del caldo de cultivo que acabará por sentenciar la victoria de Trump. Una auténtica incursión en el “otro lado”, sin perjuicios, imprescindible para entender hacia dónde se dirige un país convulso.

WHAT YOU GONNA

Con What You Gonna Do When the World’s on Fire?, presentada este año en la Sección Oficial de Venecia, Minervini firma probablemente su obra más madura y relevante hasta el momento. En esta nueva incursión en el “subsuelo” americano (Marco, 2018), el director explora la dramática brecha racial en los Estados Unidos, consagrando su reputación como un cineasta abiertamente político y comprometido. Sin abandonar Lousiana, Minervini nos traslada a un mundo totalmente diferente, ambientando la película en el seno de un barrio de mayoría negra en Nueva Orleans. A través de diversas historias personales, la película compone un retrato de la rabia y el miedo compartidos por una comunidad que en los últimos años se ha visto azotada por una trágica escalada de violencia. Filmada poco después del asesinato de varios jóvenes negros por parte de agentes de policía, provocando una fuerte respuesta social, What You Gonna Do When the World’s on Fire? es un grito contra el racismo estructural en los Estados Unidos.

Un documental puro, sin concesiones, aunque extrañamente menos natural que muchas de sus obras anteriores. Minervini contempla, pregunta y toma parte en situaciones que llegan a poner en peligro su propia integridad física. La exquisita fotografía de Romero, rodada en blanco y negro con la intención de diluir la presencia del director (Marco, 2018), supone una gran baza a nivel estético, pero aporta una sensación de mayor artificio a todo el relato. Como no podía ser de otra forma, la música juega un papel fundamental en la película, que abre con una brillante secuencia durante los carnavales del Mardi Gras, poniendo énfasis en la herencia cultural y las conexiones con el pasado. La mirada de Minervini siempre va a ser la de alguien ajeno a la comunidad, pero su último largometraje no es más que la confirmación de un interés genuino por representar la vida en los márgenes, dando voz y visibilidad a todos los que han sido ignorados. Los escenarios y problemáticas que trata forman parte de su vida cotidiana, y continúa acercándose a ellos con humildad, empatía y la intención de comprender la realidad de la que ahora forma parte. Como él mismo reconoce: «Tan sólo soy un tipo que trata de comprender lo que está pasando y proponer algo que estimule el debate» (Rapold, 2016).

Consultas y referencias:

  • Brooks, B. (2014). Roberto Minervini Talks ‘Stop the Pounding Heart’ & Faith and Adolescent Awakening. Published by Film Society of Lincoln Center. Disponible en: https://www.filmlinc.org/daily/roberto-minervini-stop-the-pounding-heart-faith-interview/ [Última consulta: Septiembre 2018]
  • Hoffman, M. (2016). Five Questions with Filmmaker Roberto Minervini. Published by Scene Creek. Disponible en: http://scenecreek.com/five-questions-with-filmmaker-roberto-minervini/ [Última consulta: Septiembre 2018]
  • Ide, W. (2016). Just dry lightning: Roberto Minervini on The Other Side | Sight & Sound. Disponible en: https://www.bfi.org.uk/news-opinion/sight-sound-magazine/interviews/just-dry-lighting-roberto-minervini-other-side [Última consulta: Septiembre 2018]
  • Marco, C. (2018). Roberto Minervini: «It’s the story of America’s subsoil.» Published by Cineuropa. Disponible en: http://cineuropa.org/en/interview/359522/#cm [Última consulta: Septiembre 2018]
  • Rapold, N. (2016). Interview: Roberto Minervini – Film Comment. Published by Film Society of Lincoln Center. Disponible en: https://www.filmcomment.com/blog/interview-roberto-minervini/ [Última consulta: Septiembre 2018]
  • Rizov, V. (2015). “I Am Completely Oblivious to Risk When I Film”: Five Questions for The Other Side Director Roberto Minervini | Filmmaker Magazine. Disponible en: https://filmmakermagazine.com/95568-i-am-completely-oblivious-to-risk-when-i-film-five-questions-for-the-other-side-director-roberto-minervini/#.W5rXGab7RPZ [Última consulta: Septiembre 2018]

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