FICX 2014 (I/III): SECCIONES ROBADAS

thy wombLa 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón nos dio la oportunidad de disfrutar durante nueve días intensos, del 21 al 29 de noviembre, de buen cine, presentaciones emocionantes, sidra natural y muy buena mesa.

Para mí fue la primera vez en la ciudad y la primera vez en el FICX, así que sorprendido y abrumado por la cantidad de salas, secciones y actividades paralelas. Por fuerza hubo que elegir, descartar algunas secciones para decantarse por otras, y con suerte, entre tanto ir y venir poder asomarse al resto del festival. Lo que sigue es un racconto incompleto, pero que da idea de la oferta del FICX52.

Cuatro secciones a las que solo pude asomarme fueron las dedicadas al filipino Brillante Mendoza, la dedicada al norteamericano Bill Plympton, la Sección Oficial de cortometrajes y la de Géneros Mutantes.

Thy Womb (2012) deMendoza me sorprendió mucho, es una combinación singular entre cine realidad, documental ficcionado y melodrama oriental con ciertos elementos deliberadamente naif y otros de video turístico.La película combina de forma efectiva el retrato humano de la pareja protagonista, que busca una esposa joven para que él pueda tener hijos, con el retrato social de la vida en la comunidad de la laguna. De fondo un muestrario de costumbres: matrimonios concertados con la ayuda de vecinos y familia, bodas multitudinarias, bailes y fiestas tradicionales, trabajos de artesanía, regateos en el mercado. Como vehículo del drama el problema de la dote, y de aderezo la presencia de los piratas que roban la pesca a los habitantes de la laguna y son siempre una amenaza.

Mendoza narra con una hábil conjunción de planos amplios y planos próximos. Los primeros para abarcar la naturaleza circundante y componer estampas grupales. Los segundos para acercarnos a la realidad más íntima de los personajes o de las cosas, rozando en ocasiones el hiperrealismo grotesco (especialmente llamativas las escenas del parto o los sacrificios de animales). Tampoco renuncia Mendoza al uso de la imagen ralentizada, a la cámara subacuática, a los efectos especiales, a la fotografía de postal, al zoom efectista, al juego de miradas con primeros planos y a la siempre imagen evocadora de la luna, pero de alguna manera todo encaja en la propuesta.

Thy womb retrata un país y una sociedad, la filipina, ampliamente desconocida, y puede ser que precisamente por ello, Brillante recalque cada uno de los géneros que usa. El resultado puede resultar a veces extraño pero es siempre una visión estimulante que vale la pena descubrir.

Del animador Bill Plympton conocía algún trabajo corto, y tengo que reconocer que no me seducía, me parecían ejercicios de estilo efectista. Después de ver Cheatin´(2013) mi opinión es otra. Porque aunque en momentos se recrea en las metamorfosis del dibujo, en el caso del largo la narración de la historia sale ganando.

Cheatin´ cuenta la historia de amor de la pareja ideal americana. Una historia perfecta que por una confusión o la falta de comunicación de la juventud, se tuerce. Él encuentra una fotografía, ella una agenda llena de nombres…, y la historia feliz deviene en un drama de la América profunda al estilo de The Last Picture Show (Peter Bogdanovich, 1971) o Splendor in the Grass (Elia Kazan, 1961). Después, el dramasetransforma al conocer ella a un personaje de los espectáculos de variedades: primero en un romance del XIX con fondo científico-esotérico y para terminar en una historia de aventuras con un climax y duelo final eléctricos. Una película especial no solo por esta exuberante transformación de géneros, además fue dibujada a mano, está llena de desnudos (siempre delicados para la industria norteamericana) y no tiene diálogos, no es difícil de entender por qué tuvo problemas de financiación y distribución.

Así que ya saben, si ustedes se encuentran en algún otro festival con un tipo alto, rubio y aspecto de guiri, que venda láminas y dibujos originales a buen precio, compre alguno, seguramente esté colaborando a financiar la próxima película del Bill Plympton. Y si no tienen oportunidad de hablar con él y disfrutarlo firmando sus dibujos, búsquenlo en Kickstarter.

cheatinDentro de la sección Géneros Mutantes, pero con intenciones y marchamo diferente se sitúa La noche innombrablede Jesús Palacios, una (sub)sección de una sola película que nos propone “acceder a los rincones oscuros y secretos de la experiencia humana”.

What we do in the Shadows (Taika Cohen, Jemaine Clement, 2014), una propuesta hilarante no solo por su idea, que lleva un paso más allá el concepto del Mockumentary, sino por cómo se lleva a cabo. Sin quedarse en la anécdota de partida, desarrollando la historia de cada uno de los personajes y proponiéndonos un final sorprendente para cada uno de ellos.

Una cinta que nos acerca al mundo de los vampiros desde el Reality Show, así, descubrimos gracias a un equipo de rodaje que los sigue cada noche como Viago, Deacon, Vladislav y Petyr se convirtieron en vampiros, cómo se relacionan con los mortales, cómo conviven en la misma casa (después de tantos años) y cómo viven sus noches.

Explota con humor todos los tópicos de las películas del género de vampiros, con referencias entre otras a Nosferatu (F.W. Murnau, 1922),The Lost Boys (Joel Schumacher, 1987),Twilight (Catherine Hardwick, 2008),True Blood (Alan Ball, 2008-2014) y los recursos del reality y del falso documental: escuchamos la estática del micro, vemos a los vampiros amenazar a los miembros del equipo, los protagonistas se pelean enfrente de la cámara para después reconciliarse, se recurre a la “reconstrucción” documental para contar cosas del pasado, etc, etc. La lista es larga y ensancha la sonrisa.

What we do in the Shadows juega continuamente con la complicidad del público: a través de los propios protagonistas que se dirigen a la cámara, y por medio de un contraste siempre cómico entre las referencias clásicas y el mundo moderno. Así por ejemplo, se expone la regla de la invitación a los vampiros ante un portero de discoteca, o se pone en evidencia la ausencia de reflejo en los espejos con un gusto estrafalario en el vestir (vampire style) y el recurso al selfie para poder verse. Y recurren a Internet para comunicarse con compañeros lejanos o para ver fotos del amanecer (y de vírgenes): genuinos vampiros 2.0.

Aunque redonda en cuando al desarrollo de la ideaen torno al concepto, quizás le falte algo de trasfondo, toca temas como la fama, la identidad sexual o los prejuicios hacía el otro (cuando uno de los vampiros dice de los hombres lobo: “pensamos que se iban a mear por todas partes pero demostraron ser muy educados”), pero de forma algo más ligera que Vampires (Vincent Lanno, 2010) que pudo verse en la edición 47 del FICX. Muy recomendable, aún para aquellos a los que no les guste la telerealidad.

La presencia del cortometraje en el FICX es amplísima, en secciones propias como la Sección oficial de cortometrajes, Noches del corto español, Día d’Asturies o como parte de otras secciones como Géneros Mutantes, Gran Angular, La noche con, FicxLab, Animaficx, Bill Plympton… Y por si no fuera suficiente, FICX cuenta con iniciativas tan encomiables como valetudodvd short film tour, maratón en el que jóvenes debutantes pueden estrenar sus trabajos en el marco del festival, y el filMO, un Pocket film festival ya en su 6º edición, con doble sección, invitados y amateur, esta abierta al público. Si tienen curiosidad: https://vimeo.com/user7631232.

De los cortometrajes que he podido ver destacaría tres, todos ellos de la sección oficial: Starman (Josema Roig, 2014), Toutes des connes/Life is a Bitch, (François Jaros, 2014) y Breakfast Wine (Ian FitzGibbon, 2013).

El primero, muy americano – como el propio director lo definió –, por el tema, por los personajes y por la factura, muy cuidada y con precisos puntos de giro. Desde el principio con la presentación premonitoria del protagonista a cámara – en un video casero – hasta la traca final, convence todo.

Toutes des connes/Life is a Bitch es una película simpática sobre las relaciones de pareja, sustentada por las dotes actorales del protagonista y por un dinámico ritmo de montaje.

Breakfast Wine es la historia de una presencia: una mujer desconocida da una lección de clase en un Irish Pub a un par de borrachines habituales. Una de esas presencias que se pueden daren cualquier sitio e incluso podrían ser imaginadas, si no dejaran con la boca abierta. Respetando la unidad de tiempo, espacio y acción del teatro clásico y filmada con un tempo preciso no es de extrañar que ganara el premio al mejor guion de cortometraje (ex aequo Kevin Barry, guionista de Breakfast Wine y Jens Dahl, guionista de 2 Girls 1 Cake) y el Premio Especial del Jurado.

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Sigue la crónica en otras dos entregas, una centrada en la sección oficial, otra en Convergencias, la nueva sección de la crítica.

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