EL DEBATE DE LOS CINECLUBS (III): ACTIVIDADES, FINANCIACIÓN Y MEDIOS TÉCNICOS
Tercera y última parte del debate digital sobre la situación actual de los cineclubs en Galicia y en el Norte de Portugal entre Iván Cuevas (Cineclub de Compostela), Paulo Cunha (Cineclub de Guimarães), Mely López (Cineclub Lumière de Vigo), Marcos Nine (Cineclub de Illa de Arousa), Ricardo Paz (Cineclub de Carballiño) y Manuel Precedo (Cineclub Padre Feijoo de Ourense). Podéis leer la primera parte aquí y la segunda parte aquí.
5. Las actividades
ACP: Hacéis otras actividades más allá de organizar la proyección de películas?
Paulo Cunha: Si, el Cineclub de Guimarães tiene una Sección de Fotografía que organiza un curso anual analógico de fotografía en blanco y negro, exposiciones y charlas sobre imagen. También tiene una Sección de Imagen en Movimiento que es responsable de algunas producciones audiovisuales. Más allá de eso, tiene actividad editorial, publicando diversos libros relacionados con la práctica cultural, asociativa o con la historia local, entre otros. También organiza diversos eventos donde se mezcla la música con el cine, como Cinema en Concerto (una banda filarmónica de unos setenta músicos que interpreta en vivo piezas que el cine hizo célebres), Sons da Liberdade (concierto conmemorativo del 25 de Abril de 1974, donde se interpretan músicas relacionadas con la resistencia política por esa misma banda filarmónica y un coro de más de cien personas) y los Conciertos no Terraço (música pop-rock interpretada en directo en la sede del cineclub).
Mely López: Nosotros tuvimos unos años de gloria: ciclos con asociaciones vecinales, universidad, ayuntamientos, colegio de arquitectos, ciclos al aire libre, aulas socioculturales de Caixanova y Caixa Galicia… Todo lo que se proyectaba en Vigo fuera de las pantallas comerciales lo hacíamos nosotros…
En este momento, además de nuestra programación regular, tenemos una colaboración mensual con la Alianza Francesa y los talleres trimestrales de guión y fotografía, de los que han salido algunos cortos y alguna exposición respectivamente.
Ricardo Paz: En Carballiño, el cineclub colabora con asociaciones diferentes en muchas otras actividades. Organizamos jornadas temáticas (crisis del capitalismo, mujer, igualdad, memoria histórica, economía social, modelo de gestión de residuos…); conciertos (por lo menos una vez al año); cine al aire libre en verano, con música en directo; recitales de poesía, con un ciclo además en colaboración con los centros educativos de la comarca; colaboramos con la difusión de alternativas de economía social y banca ética (somos un punto de información de varias de estas iniciativas); organizamos varios años en colaboración con el ayuntamiento las XOCIVIGA; gestionamos Cinemas de Galicia en nuestro ayuntamiento; colaboramos todos los años en la organización de BIOTERRA; hacemos algún ciclo dedicado al público infantil; colaboramos con la edición de algún libro; traemos alguna obra de teatro; traemos títeres para el público infantil; y somos entidad coorganizadora de “Orcellon Fala e Canta”, que ya va por la XI edición. No sé, hacemos muchas cosas, porque este es un pueblo pequeño, donde todos nos conocemos y acabamos participando en muchas cosas, cosa que tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes.
Iván Cuevas: Además de las proyecciones, el Cineclub de Compostela ha editado una revista de cine, Ariel, entre 2002 y 2004, y tuvo un programa en la Radio Kalimera, O fondo do aire é vermello, entre 2010 y 2012. Hemos publicado también dos libros: Non conciliados. Argumentos para a resistencia cultural y Cartaces do Cineclube de Compostela (2001-2011) (desde su nacimiento, el Cineclub le ha dado mucha importancia a los carteles, y los consideramos una parte importante de nuestra esencia). En nuestra página en Vimeo se pueden ver algunas películas que, aunque no estén firmadas por el cineclub como tal, guardan relación con nosotros o con nuestro trabajo, y las reconocemos de algún modo como propias. Y todos los años organizamos una fiesta de aniversario con conciertos y, en ocasiones, teatro.
También hemos realizado o programado jornadas o sesiones especiales en colaboración con muchos colectivos (Casa Encantada, SCD Condado, Oureol, A Casa das Atochas, CUT, Proxecto Derriba, Rede Feminista, Museo do Pobo Galego…), tanto a lo largo de la geografía gallega como en París, Marinaleda o Liberec. En la actualidad, estamos colaborando con el Centro Galego de Arte Contemporáneo y vamos a comisariar su ciclo de verano. Y mención a parte merecen los textos y los subtítulos en gallego que, si bien son producto de las sesiones, ganan nueva vida al estar disponibles en la web para aquellas que los quieran utilizar. Puntualmente, por último, hemos organizado mesas redondas o charlas sobre temas que trascienden el cine como tal, como complemento a algunas de las sesiones o ciclos.
Manuel Precedo: Nosotros no tenemos tantas actividades, en parte porque actualmente llegamos a tener proyecciones casi todos los días de la semana (dos como mínimo, lunes y miércoles, y el resto abiertos a colaboración con otras entidades y propuestas). Entre nuestras actividades sobresalen, eso si, talleres específicos; como el que impartió hace unos días Simone Saibene sobre Federico Fellini hace unos días en La Plantación. Nuestro historial incluye otros tan diversos como talleres de guión o incluso de efectos especiales.
6. Financiación
ACP: Cuales son vuestras principales fuentes de ingresos?
Manuel Precedo: En nuestro caso, fundamentalmente, las cuotas que los/las socios/as pagan (proporcionalmente en cada sesión a la que acuden); después de los servicios que el cineclub presta a otras entidades o instituciones; y por último las ayudas, que no son siempre regulares y en la misma cantidad.
Por porcentajes, si tomamos el caso del último año (2015) como ejemplo, un 60.8% viene de las cuotas, un 20.6% de servicios, y un 18.6% en ayudas. La política del cineclub es la de mostrar en que se gastó el dinero de las ayudas públicas, cosa que hacemos en la página Sala de Máquinas, donde también hay información sobre asistencia de público, relación de costes, hojas de sala, estatutos, etc.
Iván Cuevas: Nuestra financiación viene principalmente de las socias y espectadoras, así como de las socias protectoras (establecimientos y asociaciones que pagan una cuota anual y aparecen en los carteles). Hay que destacar que no cobramos entrada, por lo que todas las ayudas son voluntarias (sea en forma de bono ayuda en las sesiones o de cuota de socia). Tenemos la suerte de contar con socias muy comprometidas con el proyecto que, aunque no puedan asistir a las proyecciones, llevan años pagando sus cuotas sin interrupción, y no podríamos estarle más agradecidas.
Más allá de esto, sacamos también ingresos de la fiesta de aniversario y algunos productos que ponemos a la venta (libros, camisetas, bolsas, cuadernos…). Son casos puntuales, que aunque ayuddan al mantenimiento económico tiene una incidencia menor en las cuentas.
Paulo Cunha: La mayor parte de la financiación del Cineclub de Guimarães procede de las cuotas de los socios. En términos de programación, nos beneficiamos de un concurso del ICA de apoyo a la exhibición no comercial, normalmente para exhibición del cine no anglosajón. Algunas de nuestras iniciativas tienen apoyo puntual del ayuntamiento, como el ciclo “Cinema en Noites de Verán”. Otros ingresos provienen de las ventas de libros y del despacho de billetes de los espectadores asociados.
Ricardo Paz: Nosotros nos financiamos en buena medida con las entradas de 5€ y 3€ (descuento para pensionistas, parados y estudiantes); con los trabajos que hacemos para otros, como el ayuntamiento (organización de alguna Xociviga, gestión de Cinemas de Galicia, algún ciclo…); los socios colaboradores, que son unos cincuenta (repartimos cada semana por los bares del pueblo la ficha técnica de la película, y por detrás van sus logos); y también tenemos una pequeña ayuda del ayuntamiento.
Marcos Nine: Nosotros repartimos precisamente una ayuda municipal para iniciar la actividad, y luego vamos cubriendo los gastos con las cuotas de socios. El año próximo tendremos nuestro primer presupuesto oficial, pero de momento vamos programando con lo que ingresamos de la película anterior.
ACP: Cuánto os cuesta de media exhibir una película? Es suficiente el apoyo público que recibís (por ejemplo, de AGADIC)?
Paulo Cunha: El coste de una sesión puede varias entre los 200€ y los 500€. Más allá del coste de la película, hay también otros gastos relacionados con la sala y con la divulgación. Por eso, la película es el coste más sustancial, que varía en función de la distribuidora. El apoyo público del ICA -5000€ anuales- no es del todo suficiente, pues apenas permite pagar unas diez o quince sesiones de las casi cien que hacemos anualmente.
Ricardo Paz: El coste medio de una proyección anda sobre los 260-270€, sin tener en cuenta que además hay otros costes, como los carteles que hacemos y los portes de las películas. En este momento no proyectamos en 35mm, por lo que ahorramos el coste de la persona que proyectaba, ya que nos manejamos nosotros con el cañón y con el Blu-ray. No tenemos coste por la sala, ya que es municipal, y por lo tanto de todos los vecinos, entre los que nos encontramos.
Manuel Precedo: Sin contar con al alquiler de la sala, que es pública, nosotros tenemos como límite aproximadamente unos 300€ por copia, ya que hacemos varias sesiones por película. Algunas son deficitarias, pero vamos compensando con otras. Actualmente, llegaría con ingresos que obtenemos de la venta de entradas para hacer una programación estable entre enero-junio y septiembre-diciembre. Caso contrario era cuando proyectamos un cine comercial, alquilando además la sala, por lo que los costes se nos disparaban a los 800€ por día de proyección.
La ayuda de AGADIC es directamente para la Federación de Cineclubs, que luego reparte la subvención entre sus miembros, haciendo descuentos en la facturación. Esa ayuda, por cierto, es muy escasa porque apenas da para dos películas por cineclub.
Iván Cuevas: Nosotros tenemos una posición clara contra la propiedad intelectual, y la mayor parte de las películas que programamos no están en distribución, por lo que autogestionamos las copias. De este modo, los gastos por sesión se reducen a los costes de las copias de los textos (y el pago de desplazamientos y dietas si hay alguna invitada). Eso sin contar, está claro, otros gastos fijos como el alquiler del local, los carteles o los equipos. En consecuencia de esta decisión, lógicamente, no recibimos ningún tipo de ayuda pública.
7. Medios Técnicos
ACP: De que equipamientos disponéis? Estáis satisfechos con ellos?
Ricardo Paz: Nosotros en Carballiño tenemos una sala de 429 butacas, con cabina de proyección con proyector de 35 mm, un cañón HD conectado a un Blu-Ray y un DVD, y un equipamiento de sonido suficiente para la sala. Estamos satisfechos con las instalaciones y con el equipamiento.
Marcos Nine: En la Isla, el auditorio cuenta con 256 butacas. Tenemos también un cañón conectado a un minimac. Proyectamos en Blu-Ray o cualquier archivo digital. Como pantalla usamos un ciclorama de 12 metros que nos permite retroproyección si fuese necesaria. Muy contentos.
Paulo Cunha: En Guimarães, hacemos sesiones en tres espacios: el Gran Auditorio de Centro Cultural Vila Flor (CCVF), con capacidad para 720 personas y equipado con proyector de película 35mm y proyector digital con entrada BR y DCP, con condiciones para realizar sesiones en 3D; el Pequeño Auditorio de CCVF, con capacidad para 200 personas y equipado con un proyector de vídeo con entrada BR y HD; y nuestra sede, con capacidad para 30 personas y equipado con un proyector de vídeo con entrada BR y HD, y proyectores de película 35mm, 16mm y 8mm.
Estamos satisfechos con las actuales condiciones técnicas, porque nos permite programar en cualquier tipo de soporte. Por otros lado, como se trata de un Centro Cultural con una programación diversificada (teatro, música, danza, etc…), hay alturas del año (por ejemplo, GuimarãesJazz, Festivais Gil Vicente, GuiDance, etc…) en que tenemos menor disponibilidad, y tenemos que hacer menos sesiones de las que pretendíamos.
Mely López: Nosotros tenemos en Auditorio Municipal con capacidad para 287 personas. Está equipado con cañón para entrada BR y DVD. En general estamos satisfechos, pero conforme los formatos van evolucionando vemos que se hace necesario contar con un DCP, ya que hay muchos títulos que solo se distribuyen así, y al no contar con él nuestra capacidad de programar es limitada…
Manuel Precedo: En nuestro caso, no nos podemos quejar de equipamiento. Utilizamos habitualmente el formato digital, preferiblemente en Blu-Ray (o DVD, MOV, MP4, etc) para el que contamos con dos proyectores de 7500 lux. Y 5000 lux., con tres reproductores de Blu-Ray / DVD (que escalan la imagen a 4k) y un ordenador. También tenemos instalado el Dolby Digital en la sala, y una pantalla de cine de 6 x 2,7 aproximadamente. La satisfacción, en principio, suficiente, dado el tamaño de la sala (112 butacas), a pesar del inconveniente de no poseer un DCP, que limita el acceso a copias de estreno o a disposición de títulos.
Tal vez sería bueno, como imagino que compartirán los compañeros, que hubiese una política audiovisual para digitalizar salas públicas (las habituales de los cineclubs), y que la propia industria, (que ignora en general los cineclubs, menos pequeñas distribuidoras que van surgiendo), tuvieran en cuenta la situación actual, de extrema debilidad de difusión de obras cinematográficas (lejos del parámetro comercial). Creo que en estas circunstancias no es viable, con los costes actuales y recursos propios, acceder a un servidor DCP. Esto, además, viene añadido y agravado porque en las sucesivas modificaciones de la Ley del Cine, fueron derogando artículos por los que se regulaban las filmotecas y los cineclubs, existiendo por parte de alguna distribuidora restricciones inexplicables a la hora de poder proyectar copias llamadas non theatrical, como son cualificadas por la industria. Así que, concluyendo, mi lamento viene por la limitación de acceso a las películas, más que por la cuestión tecnológica de proyección.
Iván Cuevas: Nosotros proyectamos con un cañón de vídeo conectado a un ordenador por HDMI. Es un equipamiento modesto, pero al que le podemos sacar bastante rendimiento. En realidad, la calidad de la proyección depende en buena parte de la calidad de las copias que encontramos. Si la copia es buena, el resultado con nuestro equipo también. El local donde proyectamos es una sala multiusos, por lo que no tiene butacas fijas y colocamos sillas según el público asistente. Por algunas proyecciones que llenaron, calculamos que entran unas 120 personas como máximo. Quizás el tema que nos gustaría mejorar es la comodidad de las sillas, buscando algún sistema que, a la vez que sea fácil de retirar, sea más cómodo.
ACP: Al hilo de este último comentario de Manuel Precedo, como pensáis los demás que se podría conseguir que las administraciones locales invistiesen en la compra de DCPs para sus salas? Tendría sentido que vosotros mismos, como cineclubs, compraseis un DCP?
Mely López: Ojalá pudiésemos comprarlo! Nosotros pusimos en conocimiento del técnico de cultura del Ayuntamiento de Vigo la convocatoria de una subvención que daba la Unión Europea para digitalizar las salas. Me dijo que no disponían de la reserva de crédito necesaria para cubrir el porcentaje correspondiente del dinero que tenían que poner… y ahí quedó la cosa! A veces, el rigor burocrático complica la toma de decisiones. No sé como vamos a hacer, pero tengo la sensación de que va a ser este formato el que se acabará imponiendo…
Marcos Nine: Yo, directamente, no soy partidario de comprarlo. Creo que adaptar los cineclubs a cada cambio tecnológico implica seguir un juego en el que nos veremos obligados a estar en una continua renovación. Pienso que el trabajo que hay que hacer es justo a la inversa: no programar películas que usen un formato que te obligue a realizar una inversión a mayores. Estoy seguro de que si se encontraran con problemas para proyectar DCPs, las distribuidoras acabarían por mover las copias en otros formatos.
Ricardo Paz: En Carballiño concordamos con Marcos. No podemos meternos en una espiral de inversiones que nosotros no podemos asumir, y que parece que las administraciones no están dispuestas a hacerlo.
Iván Cuevas: Como nosotros decidimos situarnos fuera del mercado de la distribución, para nuestra actividad en concreto no tendría mucho sentido adquirir un DCP que nos obligara a depender otra vez de las distribuidoras. Como política para cineclubs que funcionan de otro modo, no veo mal que la administración pueda dar ayudas para la digitalización, pero concuerdo con Marcos en su reflexión: la solución no es tanto esa como favorecer programaciones que huyan de una espiral de renovación tecnológica que acabó con buena parte de las salas de cine.