Punto de Vista 2021: El cine como espacio de encuentro

Punto de Vista 2021

La decimoquinta edición del Punto de Vista, Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, hizo de Pamplona, durante los seis días que van del 15 al 20 de marzo, una de las principales referencias mundiales del cine de no-ficción más vanguardista, experimental y atrevido. La presente edición, a la que concurrieron en su sección oficial un total de 32 filmes (26 cortometrajes y 6 largometrajes) procedentes de 20 países diferentes, fue especial en diversos sentidos. En primer lugar, por lo simbólico de la cifra, que lo consolida como un festival bien asentado con una trayectoria ya considerable, pero también por suponer el fin del ciclo iniciado hace cuatro años cuando Garbiñe Ortega asumió la dirección artística del Punto de Vista, un período caracterizado, a juicio de la organización, por la voluntad de impulsar “una visión diversa, expansiva y transformadora del cine con la que llegar a nuevos públicos y asentar aquellos que a lo largo de su historia han tenido relación con el festival”.

También estuvo marcado, como no podía ser de otro modo, por la pandemia de la Covid-19, que obligó a potenciar la dimensión virtual del festival, compaginar la presencialidad y el formato online y crear nuevos espacios en los que fuera posible la participación física de un mayor número de personas sin comprometer la seguridad del evento. Estas difíciles circunstancias parecen diluir el carácter de punto de encuentro con el que el festival se presenta a sí mismo y, incluso, al propio formato documental, pero también le permitieron, al hacer de la necesidad virtud, expandir sus fronteras más allá de la capital navarra conectando a través de la red individuos situados en localizaciones geográficas muy dispares. Asimismo, la pandemia sirvió de inspiración para alguna de las obras participantes, como Flowers Blooming in our Throats, de la italiana Eva Giolo, que filmó durante un período de confinamiento diversas acciones cotidianas realizadas por allegados suyos en contextos domésticos, presentadas siempre de una manera despersonalizada, con las que pretendía reflejar la violencia soterrada en nuestros ambientes más próximos.

Sin embargo, las películas presentadas a concurso no se caracterizaron por la fijación con el presente pandémico inmediato, puesto que abordaron una gran diversidad de temáticas vinculadas entre sí por la voluntad de reflexionar sobre lo real a través del medio fílmico y, en la mayor parte de los casos, por la asunción de un compromiso ético, en ocasiones también político, en defensa de los colectivos e individuos representados en la pantalla. Cabe destacar, en este sentido, diversos trabajos centrados en la discusión sobre la memoria, el pasado y la construcción del relato histórico oficial, como Strange Object (Miranda Pennell, 2020), una denuncia del imperialismo norteamericano construida a partir de confusas fotografías aéreas de archivo, en blanco y negro, sobre las que se superpone una voz que interpela al espectador pretendiendo hacerle creer, al inicio, que está ante un relato de ciencia-ficción, o Ekphrasis (Riccardo Giacconi, 2019), que introduce a los espectadores en la historia de Tirol del Sur, región germanófona del norte de Italia atravesada por el conflicto étnico y empleada durante la II Guerra Mundial como una simple pieza en el tablero de ajedrez de Hitler y Mussolini, a través de una sucesión de imágenes fijas por las que nos guía, igualmente, una voz en off que, en este caso, nos interpela en segunda persona como si estuviéramos también presentes en ellas.

No obstante, el más destacado de los filmes que se pueden adscribir a esta tendencia probablemente sea In Ictu Oculi, del director vasco Jorge Moneo Quintana, un corto galardonado con el Premio Especial del Público a la Mejor Película en el que se retratan 70 años de evolución de un mismo bloque de edificios de su ciudad natal, Vitoria-Gasteiz. La técnica es semejante a la de los anteriores: diferentes fotografías de archivo se van sucediendo cronológicamente y acaban cobrando vida por obra y gracia del ritmo de montaje y de los sonidos de ambiente que las acompañan en solitario ante la ausencia de un narrador en off que actúe de guía, como ocurría en las otras propuestas. En algunos momentos, en especial durante la secuencia del derrumbamiento de un antiguo convento del siglo XIII, recuerda a Brutalität in Stein (Alexander Kluge, 1961), donde el director alemán combinaba la rotundidad pétrea de diversos monumentos con sonidos de bombarderos, explosiones y discursos nazis de fondo, si bien en el filme de Moneo Quintana la piedra acaba por ceder a la presión, se hunde y renace en su lugar, años después, una rutilante sucursal bancaria, símbolo del capitalismo que se levanta sobre las ruinas de la sociedad tradicional, de la modernidad abriéndose paso a expensas del viejo mundo.

Strange Object (Miranda Pennell, 2020)

Strange Object (Miranda Pennell, 2020)

Otra de las principales temáticas es la cuestión femenina, en particular la reivindicación de mujeres que se rebelaron contra las convenciones sociales de su tiempo o fueron silenciadas por el canon historiográfico a pesar de realizar contribuciones fundamentales en su campo. Ejemplos de esto son Liberty: An Ephemeral Statute, donde Rebecca Jane Arthur construye un relato sobre la emancipación femenina y el abandono de la casa paterna en los años 70 a partir de una historia familiar plasmada en memorias y correspondencias, y Judy Versus Capitalism (Mike Hoolboom, 2020), largometraje documental alrededor de la figura de Judy Rebick, feminista canadiense de la segunda ola que tuvo un papel decisivo en la consecución del derecho al aborto en su país. En consonancia con la filosofía de que lo personal es político, la película atiende tanto a su activismo como a sus problemas psicológicos y a su propia experiencia de víctima de abusos sexuales, conectando además las viejas luchas de los 60 con las reivindicaciones actuales. Destaca, asimismo, Sisters with Transistors (Lisa Rovner, 2020), una obra coral con abundante y variado material de archivo sobre los orígenes de la música electrónica que entrelaza las historias de varias pioneras que fueron quedando en el olvido.

También cuenta con un gran protagonismo el documental etnográfico, como, por ejemplo, ( ( ( ( ( /*\ ) ) ) ) ) (Charles Fairbanks, Saúl Kak, 2019), cortometraje de título llamativo que pretende representar un volcán en erupción, en alusión a la erupción del volcán Chichonal, en la región mexicana de Chiapas, en el año 1982, que causó 2.000 muertos y más de 20.000 desplazados que aún continúan residiendo fuera de sus territorios en la actualidad. El documental se centra precisamente en la vida cotidiana de estas personas y construye un retrato donde el elemento central es el sonoro, tanto los sonidos habituales de la vida en la aldea como algunos testimonios de niños que ya nacieron después de la erupción y solo tienen referencias de lo que les cuentan los mayores. Sin salir de México, Paralelo 28 (Santiago Bonilla, 2020) nos introduce en el corazón de la principal mina de sal del mundo, que se nos presenta como un paraje inhóspito, oscuro e inmenso en el que operan las máquinas manejadas por unos operarios que solo vemos claramente en algunos planos cortos en los que miran a cámara de frente, de tal manera que contemplamos sus rostros curtidos por la dureza del trabajo.

La vida cotidiana en un contexto rural, donde el trabajo agrícola se rige por el tiempo cíclico de las estaciones, es abordada también en The Works and Days (C. W. Winter, Anders Edström, 2020), una monumental película de ocho horas de duración, que comparte título con la célebre obra del poeta griego Hesíodo, rodada durante más de un año en una remota aldea en lo alto de las montañas de Kioto, en Japón. El jurado del festival, compuesto por Nicole Brenez, James Lattimer y Antoine Thirion, decidió otorgarle el Gran Premio Punto de Vista a la Mejor Película destacando que el pequeño mundo que crea y retrata el filme consigue brotar en la mente de los espectadores y contribuye a “mantener una conexión entre las personas y el mundo en el que vivimos”. Por otra parte, el director colombiano Pablo Álvarez-Mesa, sin abandonar la perspectiva etnográfica, entra de lleno en el campo político al propiciar una reflexión crítica en su Bicentenario sobre las raíces históricas y sociales de la larga tradición de conflictos armados que atravesaron su país, que él retrotrae hasta Bolívar aprovechando el bicentenario de la independencia. El corto, que obtuvo una mención especial del jurado, combina las imágenes de los rituales y celebraciones del bicentenario con las interrogaciones directas al militar, al que se invoca como si de una sesión de espiritismo se tratara.

Every Rupture (Sasha Litvintseva, 2020) se mueve también en el terreno de la alegoría política a partir de tres episodios independientes que entrelaza una voz en off: un crucero británico durante el referéndum del Brexit, una bandada de pájaros invasores que amenaza su propio ecosistema y un grupo de turistas despreocupados haciendo fotos entre monumentos clásicos, como representación del mundo de ayer, el anterior a la pandemia. Más allá de la conexión explícita con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el filme pretende ser una denuncia general de lo que la directora entiende por “sistemas cerrados”, representados simbólicamente mediante planos invertidos sobre sí mismos como ante un espejo. El director tunecino Mouaad el Salem realiza una denuncia semejante en This Day Won’t Last, galardonada con el Premio de la Juventud a la Mejor Película, pero en este caso parte de su propia experiencia como homosexual en un país en el que su condición sigue suponiendo un delito. El cortometraje se compone de materiales heterogéneos de los que el autor se sirve para plasmar sus sentimientos y sus ansias de libertad, de tal modo que a veces incurre en una cierta despreocupación formal que le confiere una estética amateur.

The Works and Days (C. W. Winter, Anders Edström, 2020)

The Works and Days (C. W. Winter, Anders Edström, 2020)

A caballo entre lo histórico, lo social y lo político se sitúa This Means More (Nicolas Gourault, 2020), que aborda la tragedia de Hillsborough, un incidente en el estadio británico homónimo que supuso cientos de heridos y la muerte por aplastamiento de 96 aficionados del Liverpool. El suceso fue aprovechado por el gobierno de Thatcher para responsabilizar de lo ocurrido a los seguidores de este equipo de fútbol, de extracción mayoritariamente obrera y de izquierdas, si bien investigaciones posteriores consiguieron demostrar que hubo negligencia en el control del aforo por parte de la policía. El documental reconstruye estos hechos sirviéndose de imágenes generadas por un software 3D que recrea las condiciones del estadio en el momento de la catástrofe y denuncia cómo esta fue instrumentalizada para impulsar políticas dirigidas a dificultar el acceso de aficionados de clase obrera a los estadios y favorecer así la mercantilización del deporte.

Otra de las películas más destacadas de esta edición, galardonada con el Premio Jean Vigo a la Mejor Dirección, es la británica Surviving You, Always, de Morgan Quaintance. El filme constituye un relato descarnado sobre una adolescencia marcada por el consumo de drogas alucinógenas y por un amor frustrado. Formalmente, se compone de una serie de imágenes fijas, recuerdos de aquella época, sobre las que se impone un doble relato que el jurado comparó con un “viaje de drogas que disocia la mente del cuerpo”, puesto que el director combina unos subtítulos explicativos que hacen avanzar la narración y una voz en off con un discurso diferente que se desarrolla de manera simultánea. De fondo, como símbolo y emblema de los años de juventud, se escucha la música de la banda punk californiana Saccharine Trust, cuyo primer disco proporciona el título del corto de Quaintance.

Por último, es necesario mencionar un conjunto de filmes que se pueden enmarcar dentro de las corrientes más experimentales, vanguardistas y abstractas. Uno de ellos es, por ejemplo, Earth in the Mouth (Ewelina Rosinska, 2020), un corto que mezcla imágenes y sonidos de muy diferente índole, en algunos casos sin relación aparente entre sí, en busca de nuevos significados que surjan de la combinación de los planos, un trabajo que la directora compara con un álbum de fotos en movimiento o con la acción de un caleidoscopio. Por otra parte, Signal 8 (Simon Liu, 2019), cortometraje que obtuvo una mención especial del jurado, realiza un recorrido fragmentario por la geografía urbana de Hong Kong centrándose en los contrastes que atraviesan la excolonia: la grandiosidad escintilante de los rótulos de neón, de los fuegos de artificio y de las atracciones de feria se contrapone a la realidad oscura del trabajo y de los escombros. El director también enfatiza el ritmo frenético de una ciudad en el turbocapitalismo mediante la rápida sucesión de planos muy breves y la aceleración de algunos de ellos.

Sin embargo, el filme más notorio de esta tendencia probablemente sea Amaryllis – a study (Jayne Parker, 2020), distinguido con el Premio al Mejor Cortometraje. Se trata de un breve corto filmado en 16mm, sin sonido de ningún tipo, que nos muestra el interior de las flores de amarilis con sus diferentes partes constitutivas, como si fuera un estudio botánico. Llama la atención, en particular, la combinación de texturas y colores, especialmente la contraposición entre el amarillo del polen y el rojo de los pétalos. En la misma línea, PSEUDOSPHYNX (Ana Vaz, 2020) se sirve de un tipo particular de mariposa de los trópicos americanos, cuya denominación científica da nombre al cortometraje, para explorar las fronteras entre el discurso científico y los elementos mágicos y misteriosos de las sociedades tradicionales. Así, en el filme, el momento de la transformación de las orugas en mariposas se construye a través de una mezcla de cánticos rituales e imágenes de estudio, científicas, que la realizadora anima siguiendo el ritmo de la música mediante diversas operaciones de montaje: superposiciones, coloraciones, rotaciones, etc. De este modo, como ocurre en buena parte de los filmes más destacados de esta edición del Punto de Vista, el cine actúa como espacio de encuentro que saluda la vida, el reverso tenebroso de la muerte y el inevitable ciclo que todo lo renueva.

PSEUDOSPHYNX (Ana Vaz, 2020)

PSEUDOSPHYNX (Ana Vaz, 2020)

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