Lo mejor de 2020

Siendo fieles al espíritu de todos los diciembres, A Cuarta Parede vuelve a preguntarle a sus colaboradoras sobre el balance del año. Sin embargo, en este 2020 tan extraño decidimos pasar de los típicos listados con lo «mejor» para preguntarles qué tal fue el año para ellas en términos de cultura. No importa si vieron diez o tan solo una película estrenada este año, si pasaron los días refugiadas en las series o si estuvieron viendo las calles vacías desde su ventana. Este año nos importan ellas, las que todos los años juntan letras en este proyecto que hará 10 años en el 2021. La única instrucción que dimos era sencilla: «Podéis reseñar lo que queráis, de cuando queráis y como queráis… pero tiene que ser en un texto breve». Afortunadamente, no nos hicieron caso. Así que, aquí tenéis, lo mejor del 2020 en un listado atípico que representa cómo nos sentimos en este año atípico.

Participan en este repaso al 2020: Aldara Pagán, Brais Romero, Cecilia D. Novoa, Cibrán Tenreiro, Daniel Ribas, Ester García, Iván Villarmea, Jesús Silva Vilas, Jorge Pérez Iglesias, Laura Montero Plata, María Villamarín, Marta Pérez Pereiro, Nacho Ozores, Óscar Iglesias, Sergio de Benito, Víctor Navarro Remesal y Víctor Paz Morandeira.

Nacion (Margarita Ledo, 2020)

Aldara Pagán

  1. MARGARITA LEDO (1951, Castro de Rei, Lugo)

Este 2020, en el campo cinematográfico, me dio un gran regalo con NACIÓN, último filme de Margarita Ledo. A través de imágenes de archivo y recreaciones e interpretaciones actuales, Ledo conforma una obra magnífica sobre la historia de las mujeres de la fábrica de cerámica de A Pontesa. Este documental atestado de lucha, de dignidad y de denuncia obtuvo el Premio Especial a la mejor dirección española en el Festival de Sevilla para la directora. Admirada creadora, escritora, cineasta, profesora, Margarita Ledo es una referente para mí en todos los ámbitos de la vida.

  1. RIGOBERTA BANDINI (Paula Ribó – Barcelona, 1990)

Rigoberta Bandini ya había llegado a mi vida hace tiempo, pero fue con su single In Spain We Called It Soledad cuando hizo que me explotasen la cabeza y el pecho de golpe, y no consigo superarlo. Cantante, música, escritora, dramaturga, directora. Esta mujer tiene la capacidad de convertir la realidad más cruda y la más hermosa en verso, en canción, en arte. Bandini tiene esa capacidad tan escasa de entregar toda el alma, aportar sinceridad. Quiero, deseo, pido, conciertos y discos enseguida, porque no puedo dejar de escucharla, de mirarla, de amarla.

  1. LAIDA LERTXUNDI (Bilbao, 1989)

Es muy difícil, en el mundo del arte, tener discurso, mano, capacidad, inteligencia, sensibilidad, fuerza. Todo a la vez. Laida Lertxundi lo tiene, como lleva demostrando años, y eso hace que sea una de las artistas del cine experimental, de las artes visuales, más importantes de la actualidad. Autoficción (2020), una de sus últimas piezas, es un perfecto reflejo de la propia Lertxundi. En ella juega con la idea de la realidad y de la ficción y trata temas grandes, como la maternidad, el aborto, las rupturas y la ansiedad de forma pura y verdadera. Una película que calificaría como generacional, de clase e infinitamente necesaria, por lo que, como cineasta y feminista, quiero darle las gracias.

  1. MERCEDES BELLIDO (Zaragoza, 1991)

Llegué al mundo mágico de la pintura de Mercedes Bellido casi por casualidad. Ahora tengo una hucha con su nombre en casa, esperando para llenarse y poder comprarle todos los cuadros. Formada en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, esta artista del pincel atestada de color, flora y fauna, inunda sus piezas de un misticismo arrebatador. En cada trazo y pincelada de su obra se observa una lucha constante entre el bien y el mal, la tempestad y la calma. Un trabajo que llama, que brilla, que obsesiona. Destaca la publicación que hizo hace tiempo de la novela ilustrada El libro oculto de los animales.

  1. ALBA GALOCHA (Santiago de Compostela, 1990)

Alba Galocha fue para mí uno de los ejemplos más hermosos de capacidad de renovación y creación que descubrí este año. Procedente del mundo de la moda a nivel formativo y profesional, conocida principalmente por el modelaje y la interpretación, replanteó el concepto del textil para, a través de los hilos, construir su universo personal de emociones y vivencias. Galocha crea mapas maravillosamente indescifrables con sus agujas que consiguen que te enredes en ellos y no quieras marcharte. Del 5 de diciembre al 11 de enero, su obra estará disponible en la galería We Collect (Madrid) dentro de la exposición Moito miras ti.

Stardew Valley (ConcernedApe, 2016)

Brais Romero Suárez

No me gusta hacer listas de lo mejor del año porque siempre acabo olvidando cosas y me frustro. Si hago memoria, quizás no recuerde muchos de los filmes o series que vi, así que prefiero hacer un repaso rápido de los recuerdos que tengo más frescos. Aquí va, de forma caótica y poco fiable, mi 2020 resumido en 10 puntos.

  1. Stallone, Verhoeven, De Palma, Schwarzenegger… todos los clásicos de los que este año di cuenta.
  2. Stardew Valley (ConcernedApe) y Call of Duty: Warzone (Activision): cuando el confinamiento apretó fuerte, encontré aquí refugio para poder pasear con mi novia o para poder hablar con mis amigos.
  3. Deadwood, otra de las grandes deudas que tenía con el mundo de las series. Tardé años en verla, pero el placer, a veces, también tiene que ver con el tiempo que tardas en conseguir algo.
  4. The Great British Bake Off y la temporada de F1. Dos formatos televisivos totalmente diferentes pero que esperaba ansioso cada semana.
  5. DUMB & DRUMBER, el programa para Youtube que se inventaron los de IDLES durante el confinamiento. Preguntas sobre música y, sobre todo, naturalidad, algo que falta muchas veces hoy en día.
  6. El silencio. Bajar al perro a mediodía y escuchar… nada.
  7. Los festivales de cine, compañeras de profesión y amigas, a vosotros todo mi cariño y fuerza.
  8. Las videollamadas, especialmente aquellas con mi abuela.
  9. Mi negativa a producir, crear nada durante la pandemia.
  10. Dejar la dirección de A Cuarta Parede en manos de Jesús Silva. Sé que le da rabia que meta estas muestras de afecto en público… pero como este texto lo estoy editando yo… pues ¯\_(ツ)_/¯

La mort de Guillem (Carlos Marqués-Marcet, 2020)

Cecilia D. Nóvoa

«Like a weed floating in water / I’m swaying in the ocean of life»

Desde setembro, as tardes de fin de semana en València téñense convertido, para min, en sinónimo de acudir ao edificio da Filmoteca. Secasí, de toda a programación do Rialto sobresae o ciclo sobre Kinuyo Tanaka, “la musa que agafa la cámara” (a musa que colle a cámara). Dos cinco filmes proxectados da segunda directora na historia cinematográfica do Xapón destaco Os peitos eternos (1955), unha narración na que se mestura a dureza da viaxe cara a morte por mor dunha enfermidade como o cancro de mama coa beleza da composición poética nipoa por excelencia, o haiku, tomando a forma dun efectivo melodrama cunha audaz mirada feminina sobre a sociedade xaponesa da época.

«Perque nosaltres tenim un fill mort que viurà per sempre. Però ells, desgraciadament i segurament sense saber-ho, engendraren fa 20 o 22 anys i donaren vida a la mort»

Seguindo a viaxe pola terra do levante, debo reivindicar La mort de Guillem (2020), un filme que recolle a cotiandade truncada da familia Agulló Salvador após o asasinato do mozo antirracista Guillem Agulló, por militantes da ultradereita valenciana hai 27 anos. A cinta, que responde á necesidade sempre vixente de espertar e reivindicar unha memoria antifascista colectiva, traballa o plano social da loita, mais tamén o intimismo da dor e do baleiro que produce a ausencia, mediante unha narración ficcionada entre a que se abre camiño a dureza do real.

«La lectura de la vida de otras personas nos puede invitar a tomar el control de nuestras vidas»

En ese hilo del trabajo con la materia de la que también está construida la memoria, considero preciso señalar a Carolina Astudillo y su filmografía, con la que entré en contacto gracias a El gran vuelo (2014), en el que la directora reconstruye desde material de archivo la vida de la militante comunista Clara Pueyo Jornet —quien acabaría escapando desde la prisión franquista de Les Corts hacia el misterio de la eternidad— llegando a componer un retrato de las mujeres de toda una época. Destaco también Ainhoa, yo no soy esa (2018), un nuevo soplo de vida en la biografía de una mujer —a priori anónima— siendo el punto de unión de inquietudes que trascienden generaciones.

«Vinimos por el agua — nos hicieron de barro.
El fuego de la vida — nos va secando.
Pasamos la pasión — que nos consume la savia — de la risa y el llanto.
Y al final quedamos — sin gesto — aprisionados»

Regresando momentáneamente a los orígenes y al país —aunque solo sea en apariencia— me quedo con Acariño Galaico (de Barro) (1995) del granadino Val Del Omar. Una pieza, incluida dentro de su experimental Tríptico Elemental de España —compuesto por las también recomendables Aguaespejo granadino (1955) y Fuego en Castilla (Tactilvisión del páramo del espanto) (1961)— en la que se conjuga un muy particular y abstracto uso del sonido —producto del trabajo teórico del propio autor— con el montaje de imágenes que caminan por la frontera de lo onírico y lo aterrador, entre las que se incluyen figuras de barro o negativos de la Catedral de Santiago.

«La panthère a été choisie comme emblème. Parce que c’est un animal noir et magnifique, qui n’attaque pas mais se défend férocement»

Pero en un 2020 marcado por la internacionalización, entre otras cosas, del movimiento del Black Lives Matter, y con motivo también del primer año desde su fallecimiento, señalo la pieza de Agnès Varda Black Panthers (1968), nacida entre las protestas sociales por la detención de Huey Newton, uno de los fundadores del partido del mismo nombre. En el documental, la cámara de la cineasta belga le cede todo su espacio a los testimonios de los protagonistas de un movimiento social y racial de capital importancia en la historia reciente de los Estados Unidos, enseñándonos con cincuenta años de antelación que, como efectivamente decía Galeano, culto es quien sabe escuchar al otro.

«anger unvented becomes pain
unspoken becomes rage
released becomes violence»

Continuando con la problemática del racismo, subrayo la exploración de su —a veces olvidada— intersección con la homofobia, que toma forma en el Tongues Untied (1989) de Marlon Riggs. Un filme, a caballo entre lo discursivo y la performance , que conjuga magistralmente forma y fondo en un todo poético y provocador a partes iguales, incapaz de dejar indiferente a nadie en su reivindicación de que el amor entre los hombres negros es el verdadero acto revolucionario.

«Enough with the quoting / Put those words into action / And we mean action now»

Finalmente, y en el año del 60 aniversario de la fundación del ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica), considero preciso reivindicar el trabajo de su director, Santiago Álvarez, como pueden ser los noticiarios cinematográficos que llevan su firma. Con todo, destaco Now! (1965), una pieza de cinco minutos nacida de la rabia frente al racismo padecido por el autor en los Estados Unidos de América y que, a nivel técnico, actúa casi como precedente del videoclip musical contemporáneo. Así, la voz de Lena Horne sirve de hilo conductor de una sucesión de imágenes que terminan con la herida de las balas en la misma materia fílmica, y que no es sino una llamada a la acción en el propio plano de lo real.

Bacurau (Kleber Mendonça Filho, 2019)

Cibrán Tenreiro

  • Ir al cine
  • Bacurau
  • No ir al cine
  • First Cow
  • Los 80
  • Dolly Parton / Ana Kiro
  • Vivir lo mismo que otra gente
  • Atlanta
  • Mareas vivas
  • Radio Braña

Este año hice cosas nuevas, en la vida en general y también en lo que se refiere a leer, ver y escuchar cultura (prefiero no llamarlo “consumir”), como imagino que hizo todo el mundo. Y de hecho me interesa mucho esa idea de que en el confinamiento había millones de personas preparando masas y viendo boletines informativos a la vez: justo en el momento en que teníamos que estar solos, era posible sentirse de alguna manera acompañados por mucha gente.

Hablo de esto porque el cine también tiene que ver con sentirse acompañado, y desde que se pudo volver a las salas fue para mí especialmente bonito. No he visto nada que no me gustara, pero lo voy a poner por orden de preferencia de menos a más: Sorry to Bother You, Tenet, She Dies Tomorrow, Where’d You Go, Bernadette, la sesión de Planeta GZ 2 de Curtocircuíto, Mank, Nos défaites, Las niñas, Nación, Total Recall y Bacurau. Bacurau me flipó: me recordó a They Live de John Carpenter en el sentido de ser muy impactante como peli más o menos de género y como cinta política. También me encantó ver unos episodios de The Young Ones en el jardín del Liceo Mutante.

Eso no quiere decir que no lo haya pasado bien viendo cine en casa. Ahí lo que más me gustó de las obras recientes fue First Cow de Kelly Reichardt (vista en la parte online del FIC Gijón), que es un western sobre la amistad muy emotivo, y que construye tan bien un ambiente calmo que luego crea unas tensiones brutales con pequeños gestos o detalles mínimos del plano. De lo que no es reciente, me gustó descubrir los westerns de Anthony Mann, una semana en la que vi sucesivamente Seven Days of May y Advise and Consent… y sobre todo una afición reconfortante a ver cine estadounidense muy de los 80: Working Girl, Mermaids, Moonstruck, Fast Times at Ridgemont High, Cocktail, When Harry Met Sally, Can’t Buy Me Love, Hoosiers, Mystic Pizza, Perfect, Dirty Dancing, Fame, 9 to 5Esta última reavivó mi pasión por Dolly Parton, así que dediqué bastante tiempo a leer entrevistas con ella y su página en la Wikipedia, que dibuja curiosos paralelismos con Ana Kiro (otra pasión de este año) de los que ya hablaré otro día.

También me sentí acompañado viendo series, porque en esta época es especialmente agradable que la relación que trazas con algún personaje continúe al día siguiente. Mientras la vía, Atlanta me pareció especialmente especial, pero también me encantaron Kidding y Mozart in the Jungle, y The West Wing (con esta estoy en proceso). Con todo, aunque ya me cansé un poco, ninguna me hizo sentir tan acompañado como Mareas vivas: en esta época en la que no podemos quedar con nuestras amistades, pasar un rato en el Petróleo me pareció especialmente parecido. Aún así, lo más parecido a pasar un rato en el Petróleo, y la cosa cultural que más feliz me hizo este año, fue seguramente Radio Braña, el podcast emitido por Esturao, Choche, Xurxo y Andrea desde las Brañas de Sar para sus amistades, que nos sirvió para mandarnos dedicatorias, aprender temazos y estar juntas. Va desde aquí mi reconocimiento por su trabajo radiofónico desde esta revista cinematográfica.

Portrait de la jeune fille en feu (Céline Sciamma, 2019)

Daniel Ribas

Sin orden especial, una lista de filmes que me marcaron durante este año.

  • Portrait de la jeune fille en feu, Céline Sciamma
  • Uncut Gems, Benny Safdie, Josh Safdie
  • O que arde, Oliver Laxe
  • A Metamorfose dos Pássaros, Catarina Vasconcelos
  • Never Rarely Sometimes Always, Eliza Hittman
  • About Endlessness, Roy Andersson
  • First Cow, Kelly Reichardt
  • Lovers Rock, Steve McQueen
  • Undine, Christian Petzold
  • DAU films, Ilya Khrzhanovskiy & Others

Lúa Vermella (Lois Patiño, 2020)

Ester García

Sin orden concreto

  • Dwelling in the Funchun Mountains (Gu Xiaogang, 2019)
  • Ons (Alfonso Zarauza, 2020)
  • Lúa Vermella (Lois Patiño, 2020)
  • Antidisturbios (Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña, 2020)
  • 30 Monedas (Álex de la Iglesia, 2020)
  • Euphoria (Sam Levinson, 2019)
  • Vitalina Varela (Pedro Costa, 2019)
  • Akelarre (Pablo Agüero, 2020)
  • Master Chef (as dúas edicións de 2020)
  • KiCk i (Arca, 2020)

Al pensar en lo mejor de este año es fácil rendirse y pensar que el 2020 no nos deja nada bueno para recordar. No obstante, el confinamiento hizo que nuestro consumo audiovisual se disparara y, aunque no pudimos asistir a las salas, las plataformas digitales y el revisionado de filmes fueron nuestros mejores aliados. Dwelling in the Funchun Mountains (Gu Xiaogang, 2020) me llegó de la mano del Festival D’A, uno de los primeros en sufrir el traslado a Filmin. Para mí, la mejor película del año. Ons de Zarauza y Lúa Vermella de Patiño figuran como las mejores películas, ya no solo de Galicia, sino de toda la península. La propuesta policial de Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña brilla como una de las mejores series del año (a la que seguramente podemos añadir Patria, la falta de haberla visto) y la bizarra obra de Álex de la Iglesia, 30 Monedas, va camino al podio. No quiero olvidar el revisionado de Euphoria y el estreno de un capítulo especial hace unas semanas. Una serie que, si bien al principio no me parecía gran cosa, con el segundo visionado ganó en profundidad y pericia técnica, algo digno de loar. Por otro lado, no puedo dejar atrás Vitalina Varela (Pedro Costa, 2019), primera película que vi en el cine cuando abrieron las salas, en la Filmoteca de Catalunya, con la presencia del director. Destaca también Akelarre, de Pablo Agüero, por su cuidada estética y por el interés que una servidora tiene por el mundo brujeril. Finalmente, me gustaría destacar el entretenimiento que supusieron las dos ediciones de MasterChef, un programa que llegó a mi vida por causa de la cuarentena y que consiguió que me sentase con mis compañeros de piso frente al televisor durante tres horas los martes a la noche. Por último, incluyo el último disco de Arca y todas sus propuestas visuales; por arriesgarse y abrir caminos nuevos en la exploración audiovisual y la exploración de sus límites. Puede que el 2020 no sea el año que recordemos por su variedad y calidad audiovisual, pero tampoco sería justo ignorar los esfuerzos del mundo de la cultura. Esperemos que el 2021 nos permita calentar más butacas.

It Must Be Heaven (Elia Suleiman, 2019)

Iván Villarmea

2020 fue un año duro, sin duda. El confinabicho se llevó el ocio y el placer, y muchos quedamos atrapados entre los deberes domésticos y la prisión del teletrabajo, sin tiempo para ver películas, ni en la sala de cine ni en el salón de casa. En este lance, yo apenas puedo destacar algunos títulos tardíos de la cosecha prepandémica, como Uncut Gems (Joshua & Benjamin Safdie, 2019), It Must Be Heaven (Elia Suleiman, 2019) o incluso El año del descubrimiento (Luis López Carrasco, 2020), que degusté hace pocas semanas en un festival online. El resto es historia del cine: por ejemplo, no he visto aún First Cow (Kelly Reichardt, 2020), pero adoré, por fin, Wendy & Lucy (Kelly Reichardt, 2008).

First Cow (Kelly Reichardt, 2019)

Jesús Silva Vilas

Debo reconocer, con cierta vergüenza, que a pesar de los largos meses de confinamiento, en este 2020 he visto menos películas que cualquiera de los últimos años. Lo cierto es que no soy de los que devoran película tras película en la pantalla de mi ordenador, ni de los que agotan los catálogos de las plataformas de streaming. El cierre de las salas y la cancelación de numerosos festivales este año (así como las limitaciones impuestas a aquellos que consiguieron llevarse a cabo), provocaron que mi saldo audiovisual se viese mermado en esta ocasión. Con todo, intentaré articular unas líneas que resuman lo que fue para mí este 2020 a nivel de cine y series:

  • Comenzando en febrero, la Berlinale fue el último gran festival celebrado en Europa antes de la pandemia, y allí pude ver pequeñas joyas como First Cow (Kelly Reichardt, 2019), The Woman Who Ran (Hong Sangsoo, 2020), Never Rarely Sometimes Always (Eliza Hittman, 2020), The Assistant (Kitty Green, 2019) o la revulsiva DAU. Natasha (Ilya Khrzhanovskiy y Jekaterina Oertel, 2020). 
  • Ya en pleno confinamiento, la primera experiencia que tuve de festival online fue CPH:DOX, que me agasajó con algunos documentales necesarios y perturbadores como Caught in the Net (Vít Klusák & Barbora Chalupová, 2020) y Songs of Repression (E. Wagner & M. Hougen-Moraga, 2020).
  • A pesar de que el cine de terror nunca me ha interesado especialmente, en este 2020 me dejé cautivar por la obra de Robert Eggers (The Witch, The Lighthouse). Un cineasta con un talento especial para la construcción de atmósferas y el empleo del lenguaje en los dramas de época. Espero impaciente por The Northman, su tercer largometraje (en producción).
  • Volver al Festival de Venecia (mi primer gran encuentro después del confinamiento) fue un soplo de aire fresco, pero también provocó una sensación extraña al constatar los efectos de la “nueva normalidad” en los festivales de cine. Con todo, en el Lido me enamoré de Vanessa Kirby (Pieces of a Woman, The World to Come) y confirmé mi devoción por Frances McDormand (Nomadland).
  • Otro de los aspectos más destacables de este año fue el inmenso placer (e inconmensurable estrés) de contribuir a sacar adelante un festival en tiempos de pandemia, pero sobre todo el orgullo de volver a trabajar con algunas de las personas que más admiro en este sector.
  • Tampoco he visto muchas series, pero me alegro de haber cumplido una deuda pendiente que tenía con The Office. Poca gente me acompañó tan bien este año como Michael Scott y compañía. También disfruté como un enano con The Mandalorian (allá van mis esperanzas de hacerme amigo de Albert Serra…) y lloré de la risa con las Derry Girls.

Por último, en este 2020 tuve la suerte de tomar los mandos de un proyecto tan querido e importante para mí como es A Cuarta Parede. Un reto que me llena de orgullo y vértigo a partes iguales, y del que espero estar a la altura.

Mythic Quest: Raven’s Banquet (2020)

Jorge Pérez Iglesias

Mi secuencia de 2020:

MYTHIC’ S QUEST: RAVEN’ S BANQUET, CAPÍTULO 10: “ QUARANTINE” (APPLE TV+)

Una de las formas de terror más tangibles que trajo la pandemia es la soledad. Mi imagen de 2020 la trae la ignota, y poco promocionada, loca workplace comedy sobre videojuegos de Apple. Estaba creada por Community e It’s Always Sunny in Philadelphia y su primera tanda de capítulos confirmaba el solvente happy place de la propuesta. Lo que no podíamos imaginar es que en mayo harían un capítulo especial con la escena más sobrecogedora del año. Una de las protagonistas que vive sola va perdiendo la cordura reunión tras reunión en videollamada. Cuando está a punto de perder la cabeza debido a su prolongado aislamiento está hablando por Zoom con el dueño de la compañía, un egoísta redomado que anda por la calle de noche. Lo que no sabemos es que él va en su búsqueda para que no se sienta sola. El plano que vemos por separado se junta en el umbral de la puerta de la mujer cuando se encuentran y se abrazan. Ese plano y contraplano que se juntan en el espacio y en el tiempo duelen de una manera especial. Nadie ha sabido expresar mejor el dolor o el momento social que esta sitcom. He hablado.

Mi película de 2020:

UNCUT GEMS (Josh Safdie y Benny Safdie, 2019)

Cine orgánico, vivo, que palpita en la cabeza del espectador como un martillo eléctrico cuya corriente es dirigida con maestría por Benny y Josh Safdie. Uno no sabe por dónde empezar a alabar semejante mastodonte cinematográfico. Desde el gusto por el retrato del lumpen (esos secundarios sacados directamente de los peores lugares), la cuenta atrás frenética, el camino lleno de obstáculos y un nervio narrando que logra que el irritante, normalmente por otras razones, Adam Sandler cree el papel de su vida, un vivalavida empeñado en dispararse en el pie cuando todo va bien. Una banda sonora electrónica que deja sin sentido, entre la psicodelia más salvaje y el techno con ecos de su anterior y también magistral Good Time (2017). Y hay que decir bien alto: ¿Quién se atreve a abrir una película con una colonoscopia vista desde dentro? Los Safdie, y con todo el sentido del mundo. Los talentos más puros para la narrativa cinematográfica que recuerdo, y su carrera solo acaba de empezar. Una verdadera lástima que solo se pudo ver en Netflix en España. “This is how I win”.

Finalistas:

EMA (Pablo Larraín, 2019)

Otra película eléctrica, esta vez a ritmo de un reggaeton que te entra hasta los huesos. Maternidad, planes de venganza y baile, mucho baile, con unos personajes inolvidables y una pericia en la construcción del relato solo al alcance de gente que sabe de esto. Larraín, el chileno que nos regala peliculón tras peliculón, un talento que parece inagotable.

I’M THINKING OF ENDING ALL THINGS (Charlie Kaufman, 2020)

Un outsider como Charlie Kaufman, a pesar de su Óscar, no hace más que encontrar dificultades para rodar. Esta vez Netflix salió al rescate y Kaufman brinda una de las cintas más marcianas del año. Mejor no saber nada (en el fondo no sabría explicarla demasiado) pero posee una sensibilidad especial cuando habla de las incertidumbres de la vida y el azar que te deja pegado a la pantalla preguntándote cómo se le ocurre a alguien plasmar estas cosas.

TENET (Christopher Nolan, 2020)

Nadie le hace sombra a Nolan cuando se trata de hacer películas high-concept. Cine espectáculo del bueno, del que se puede disfrutar de varias maneras. Las piruetas narrativas y estéticas y el bigger than life en, esta vez más que nunca, el tiempo. Un clímax híper-excesivo con varios equipos tácticos desplegándose a la vez donde unos van hacia atrás en el tiempo y otros adelante es de lo más espectacular visto este año en salas. El tiempo en manos de Nolan es oro y hay que disfrutarlo más allá de sus tics y carencias de siempre (personajes femeninos nulos y sobreexplicación, entre otras). Hay que valorar el esfuerzo de Warner al estrenar en plena pandemia y renunciar seguramente la mitad de la mitad de la taquilla.

REESTRENOS:

Se veía venir que la pandemia, unida al miedo de las majors a estrenar, se iba a cargar el calendario de estrenos y de paso un buen número de salas. Nadie se atreve a estrenar grandes títulos. Así que, entre grandes mediocridades de saldo, destacó la vuelta a las salas de Apocalypse Now, Inception, Dersu Uzala, Total Recall o Akira. El precio a pagar fue alto para poder revivir en pantalla grande clásicos pero… ¡Cómo se disfruta esto en pantalla grande! Amor absoluto.

TV:

HOW TO WITH JOHN WILSON (HBO)

Otra serie, en este caso ensayística-documental, que habló de la pandemia, y sin quererlo, es mi serie favorita de 2020. Una cámara casera, un hombre con muchas ideas, una tonelada de sensibilidad y Nueva York. Capítulos con una imaginación desbordante hechos por un One Army Mano, un John Wilson que desde lo naif y una poesía visual tremendamente efectiva nos traen el comportamiento humano que culmina, por pura casualidad temporal, en el inicio de la pandemia en la Gran Manzana. La voz en off más bonita del año.

WHAT WE DO IN THE SHADOWS (HBO)

Si la primera temporada era carcajada continua, esta directamente supera a la película en cuanto a brillantez. Personajes perfectamente perfilados y ya asentados, coralidad y sobre todo humor puro del que no se hace apenas. Si necesitas reír sin parar esta es la serie del año.

TED LASSO (APPLE TV+)

Nunca he sabido que necesitaba tanto a un personaje hasta que conocí a Ted Lasso. En el año en que todo va mal necesitábamos quitarnos el cinismo de encima, y conocer la bondad y la positividad absoluta, y eso es lo que encarna el personaje que interpreta magistralmente Jason Sudeikis. Y desde una sitcom, again, vemos cómo un entrenador norteamericano que entrena en la Premier League se revela como un símbolo, como alguien en quien refugiarse cuando todo va mal, porque Lasso transmite la esperanza de que todos no somos unos hijos de puta.

NORMAL PEOPLE (STARZPLAY)

La bajona también tiene cabida en esta lista. La adaptación de la novela de Sally Rooney en forma de miniserie es un delicado y sensible retrato de la relación de una pareja con sus idas y venidas. Tremendamente humana, Normal People retrata el paso del amor de la adolescencia a la madurez de una manera naif pero a la vez sensible donde caben tropos como la depresión, el auto-odio y la sensación de culpa. Un equilibrio dificilísimo. La versión al piano del Love Will Telar Us Apart de Joy Division es de otro mundo, qué llorera.

THE MANDALORIAN (DISNEY +)

Gracias Jon Favreau, Dave Filoni, Pedro Pascal y GROGU. De parte de alguien a quien Star Wars y su universo le importan muy poco.

Coda de TV:

LAST WEEK TONIGHT WITH JOHN OLIVER (HBO)

Este año, si querías estar bien informado había que acudir a un programa de humor que cada año que pasa se apoya más en la información pura que en la risa. Este año se han doctorado. Posiblemente el mejor programa informativo del momento, que tanto puede dar las claves del Black Lives Matter o del manejo de la pandemia como bautizar una depuradora con el nombre de John Oliver. El mejor equipo de periodistas-humoristas-guionistas del mundo, me atrevería a decir.

LOS FELICES VEINTE (ORANGE TV)

En España, el salto al vacío llamado Los Felices Veinte se presenta como lo mejor del año. Cuando creíamos que La Resistencia y las burradas de Broncano y cía dinamitaban todo lo que conocíamos sobre late nights en España, irrumpe como una bomba este despropósito (para bien) que encabeza Nacho Vigalondo, con Aníbal Gómez y Gakian. Rabia acumulada, entrevistas bien hechas y, sobre todo, un mundo temático y estético que encaja perfectamente. Los castigos que lleva Vigalondo y su self deprecation son ya historia catódica. En sus mejores días hace que La Resistencia parezca el show de Johnny Carson de 1965 en cuanto a inocencia y ligereza. Entropía, anomia, WTF continuo y mucho (auto)sentido del humor. Quedará como un programa de culto absoluto. Disfrutad mientras podáis.

Libros:

Por último, pero no por eso menos importante, la literatura. Durante estos últimos meses no pude parar de pensar en qué habrían escrito las dos mentes más preclaras sobre la cultura pop que decidieron poner fin a sus vidas demasiado pronto: David Foster Wallace y Mark Fisher. En el fondo no importa: los textos de Foster Wallace y Fisher parece que se escribieron ahora. La desesperanza y nihilismo que desprenden se pueden aplicar a un presente y futuro que vienen muy negros. Cualquiera de sus escritos valen para ahora y hielan la sangre. No podemos obviar ni olvidar las obras de los genios con enfermedades mentales, su visión de las cosas es demasiado importante para vivir.

Years and years (2020)

Laura Montero Plata

  • Years and Years (serie)
  • Keep your hands of Eizouken! (serie)
  • Little Women (película)
  • 夢の世界 (Yume no sekai) de Monkey Majik (canción)
  • Si jamais j’oublie de Zaz (canción)
  • Klaus (película)
  • 1917 (película)
  • Divinity: Original Sin 2 (videjuego)
  • Hamilton (musical)
  • The Good Lord Bird (película)

2020 fue un año de transición y cambio en muchos sentidos. En un contexto en el que se impuso el toque de queda, la máscara y el quedar en casa a puerta cerrada, la cultura se convirtió en eje central de nuestro universo cotidiano. Con la adaptabilidad que permite el streaming, el contenido audiovisual, las conferencias, los conciertos y el teatro estuvieron al alcance de todos más que nunca, constatando cómo de necesaria es la cultura en nuestras vidas. Fue un tiempo de descubrir nuevo cine en la comodidad de nuestras casas, de revisitar placeres culpables y de escuchar sin descanso nuestros hilos musicales preferidos. Sin un orden concreto, ni clasificación específica, mi lista contiene un poco de cada porción de la cultura que me interesa en lo personal y me enriquece en lo intelectual.

Animal Crossing: New Horizons (2019)

María Villamarín

Para mí el descubrimiento de este año fue el Animal Crossing New Horizons. Acabé enganchándome mucho a este videojuego en este 2020 en el que cumplí 31 años, y cuando nunca había jugado en mi vida a videojuegos. Lo que más me gusta de él es que es un videojuego que va con la temporalidad real, que puedes construir tu propia casa (esa que nunca tendré en este mundo) y que, como en la vida, compartes espacio y horas con vecinas y amigas a las que quieres, a las que acabas cogiendo cariño por sus defectos y a las que odias y quieres que se larguen de tu isla lo antes posible. Si tuvo tanto éxito creo que fue por la inventiva, porque está lleno de personajes graciosos y odiosos y por la comunidad en red, que es amplísima. Creo que, como la mayoría de personas, en este año consumí más contenido audiovisual durante los tres meses del confinamiento que en el resto del año. Aproveché para ver bastantes clásicos. Las películas que más me gustaron fueron Ohayô, de Yasujiro Ozu e Il puesto, de Ermanno Olmi, por su ternura y poso. También What Ever Happened to Baby Jane? de Robert Aldrich, una película que me hizo tener alguna que otra pesadilla por las noches, a la que llegué después de ver la miniserie Feud: Bette and Joan, sobre las rivalidades entre las actrices Joan Crawford y Bette Davis. Otras series favoritas de este año fueron Sex Education (que pena no ser portuguesa por momentos como este) y Killing Eve, que vería mil veces porque me encanta Jodie Comer. De las películas recientes, las que más me gustaron fueron Dona Clara del brasileño Kleber Mendonça Filho; Portrait de la jeune fille en feu, de Céline Sciamma y My Mexican Bretzel de Núria Giménez. En cuanto al cine gallego, lo más especial que vi en este 2020 fue Dorothé na Vila, de Alejandro Gándara y Olaia Tubío. Un documental que mezcla una fuerte dimensión vital, memoria y reflexión sobre un patrimonio frágil como es la oralidad.

My Mexican Bretzel (Nuria Giménez Lorang, 2019)

Marta Pérez Pereiro

  1. My Mexican Bretzel, Nuria Giménez Lorang (2019)
  2. L’effondrement (El colapso), Guillaume Desjardins, Jérémy Bernard (2019)
  3. Nación, Margarita Ledo (2020)
  4. Goksung (El extraño), Na Hong-jin (2016)
  5. Derry Girls, Lisa McGee (2018-19)
  6. As boas maneiras (Los buenos modales), Marco Dutra & Juliana Rojas (2017)
  7. La isla de las mentiras, Paula Cons (2019)
  8. L’etat sauvage (El estado salvaje), David Perrault (2019)
  9. Proxima, Alice Winocour (2019)
  10. Nomad: in the footsteps of Bruce Chatwin, Werner Herzog (2019)

Ya no estoy aquí (Fernando Frías, 2019)

Nacho Ozores

Este año fue un año extraño en muchos aspectos, por lo que también haré un listado extraño de los mejores filmes del 2020, empezando por algo que ni es cine, ni es del 2020, pero que quiero destacar: se trata del libro Sapiens. De Animales a Dioses, de Yuval Noah Harari, que cuenta de forma accesible y sencilla la historia del ser humano y de nuestro paso por la tierra, planteando el origen de muchos conceptos y respondiendo a las preguntas de por qué somos como somos y por qué estamos donde estamos. Lo cual no viene nada mal conocer, habida cuenta la situación actual en la que nos encontramos. Fue un libro que me acompañó durante la cuarentena y que me ayudó mucho durante este año, al igual que Conexiones perdidas, de Johann Hari, que cuenta desde la propia experiencia del autor (13 años con depresión), el recorrido que hizo a través de conversaciones con muchos profesionales de la salud en distintas partes del globo, analizando detalladamente los motivos de la depresión y de la ansiedad que tanto están afectando a la sociedad en este nuevo siglo, y lo que debemos hacer para poder combatir estas dolencias. También quiero recomendar el libro Los Asquerosos, de Santiago Lorenzo, que habla de la reconexión con la naturaleza y de la importancia de saber estar solo, desde el punto de vista de un joven que tiene que huir de la ciudad por culpa de un inconveniente con un antidisturbios.

Entrando en la parte cinéfila, me gustaría recomendar dos óperas primas: Ya No Estoy Aquí, de Fernando Frías de la Parra, que narra la historia de Ulises, un chaval que debe emigrar tras un malentendido con una banda, dejando atrás a su familia, sus amigos y las fiestas que ama (al acabar de ver la película querrás bailar cumbia rebajada como el protagonista). La otra cinta se llama Sole, del realizador Carlo Sironi, que cuenta la relación entre Ermanno, un joven que vive entre máquinas tragaperras y pequeños hurtos, y Lena, una chavala polaca embarazada que deberá entregar su bebé a un familiar de Ermanno. También destacar la película Corpus Christi, de Jan Komasa, que cuenta como Daniel, un joven de 20 años que vive en un centro de detención juvenil, se hace pasar por cura en un pequeño pueblo de Polonia sumido en la tragedia. Y la serie El Colapso, del colectivo francés les parasites, que cuenta (en 8 capítulos de 20 minutos, todos ellos independientes entre sí y filmados en plano secuencia), lo que le sucedería a una sociedad que colapsara por cualquier motivo. De nuevo muy oportuno para estos tiempos. Destaco el capítulo 6, «La Residencia», imposible no emocionarse.

Por último, mencionar dos pelis que no son de este año, pero que vi en la cuarentena y quiero recomendar. La primera es un ejercicio magistral de puesta en escena dirigido por el iraní Asghar Farhadi, que narra la historia de la desaparición de una mujer en un contexto muy extraño, en el que no sabes qué pensar. Se llama A propósito de Elly y tiene un guion impecable que hace que no puedas despegarte de la pantalla. La otra se titula Nuestro Tiempo, del director mexicano Carlos Reygadas, protagonizada por él mismo y por su entorno, pero sin ser una película autobiográfica. Es un film sensorial y emocional a muchos niveles, lleno de belleza en sus imágenes y que habla de muchos aspectos del mundo en el que vivimos a través de una pareja dedicada a la cría de toros, que está pasando por un conflicto amoroso. (A quien le interese, la Escuela Superior de Cine de México subió a YouTube durante la cuarentena una masterclass de este director, de casi dos horas de duración. Muy recomendable).

Rockdelux: último número

Óscar Iglesias

El ÚLTIMO NÚMERO DE LA ROCKDELUX

La pandemia supuso un cambio de paradigma definitivo en nuestras vidas, impulsando aún más la digitalización de nuestro ocio y consumo. En estas circunstancias, en mayo llegó a los quioscos el último número en papel de la revista Rockdelux, una de las pocas de crítica especializada que seguían en pie. Lo hizo discretamente, con un especial imprescindible en el que los colaboradores ofrecían recomendaciones y propuestas para el confinamiento. El fin de una era, sin duda.

El EPISODIO CONFINADO DE MYTHIC QUEST

Los efectos de la pandemia sobre la industria cinematográfica no se percibirán plenamente hasta 2021 o 2022, pero en el campo televisivo ya fueron devastadores: series canceladas, rodajes pospuestos, proyectos detenidos. Para compensar, también hubo ejemplos de creatividad que logra sobreponerse a la adversidad: el equipo de Mythic Quest: Raven’s Banquet creó y grabó un episodio especial en tres semanas durante el cierre de abril a base de iPhones que no desmerece a los de la temporada regular, y nos hace mantener las esperanzas ante lo audiovisual que nos espera.

LOS CÓMICS ONLINE DE LA PANDEMIA

La banda diseñada online fue un medio ideal en el que encontrar testimonios de la pandemia en tiempo real. Muchos proyectos personales que surgieron para pasar el tiempo durante el confinamiento trascendieron sus expectativas iniciales e incluso serían publicados en papel meses después. La edición digital del festival Autobán hizo un buen resumen de varias de estas iniciativas, entre las que destacan El Murciélago sale a por birras de Álvaro Ortiz, un serial paródico improvisado que supo capturar el zeitgeist del confinamiento, y Conviviendo 19 días, un conmovedor relato autobiográfico en el que David Ramírez narra la hospitalización por coronavirus de su marido.

El VIDEOCLIP DE THE REASON

Aunque fue escrita antes de la pandemia, la letra del single The Reason, del músico griego asentado en Barcelona Evripidis Sabatis, tiene unas dobles lecturas que resuenan en estos tiempos de COVID: versos como “So much to worry about with each and every day” y “Love is the reason we live and die” resumen muy bien las ansiedades de estas semanas inciertas. El vídeo explicita aún más esa identificación: rodado por su pareja Marc Ribera durante el confinamiento primaveral, retrata con ternura y humor las rutinas del enclaustramiento, con un catártico chapuzón final. Una cápsula temporal de este 2020 con una banda sonora de excepción.

LOS 50 FILMES DE LOS 50 ANOS DO PADRE FEIJÓO

Esta debería haber sido una efeméride que celebrar por todo lo alto para el Cineclube Padre Feijóo de Ourense: 50 años no se cumplen todos los días en el asociacionismo cultural. Lástima que hubiera que descartar la mayoría de los actos previstos por culpa de la pandemia. Aparte de un recogido encuentro, lo único que quedó fue el programa “50 anos, 50 filmes”, que en este último cuatrimestre proyectó en pantalla grande medio centenar de clásicos de distintas épocas, géneros y nacionalidades. Meritorio que no fallara ninguna función, resistiendo numantinamente (protocolos de desinfección mediante) con el apoyo de los forofos a los embates de las reducciones de aforo (el límite de las 30 butacas es de traca) y de los cambios de horario por el toque de queda. Aún es temprano para hacer cábalas de lo que pasará en 2021, pero habrá que seguir construyendo la #CulturaSegura desde las trincheras.

El Sur (Víctor Erice, 1983)

Sergio de Benito

“El mundo no se ha movido y tú no has cambiado. La indiferencia no te ha vuelto indiferente. No estás muerto. No te has vuelto loco”. Las palabras de Un homme qui dort (Georges Perec, 1965) resuenan con fuerza en el balance de este año con asterisco en el que, pese a todo, pudimos hallar en las imágenes algunos motivos para aferrarnos al mundo. Como en aquel texto que Bernard Queysanne adaptó al medio cinematográfico, el paréntesis vital forzado del confinamiento se probó una experiencia tan disruptiva como a la postre estéril. Quizá tristemente nuestro aislamiento con respecto a algunas cosas y el nuevo apego a otras muchas hayan llegado para quedarse; pero, incluso cuando tuvimos que pasar varios meses sin sentarnos frente a una gran pantalla, 2020 ha confirmado el cine como herramienta capital en nuestra forma de vincularnos con una realidad tan desconcertante.

  • Un homme qui dort (Georges Perec, 1967 / Bernard Queysanne, 1974) – In my Room (Ulrich Köhler, 2018)
  • El sur (Víctor Erice, 1983) – 35mm, Cine Doré – 12/11/20
  • Las nuevas películas de Philippe Garrel, Kelly Reichardt, Hong Sang-soo, Judd Apatow, Clint Eastwood, Christian Petzold, Luis López Carrasco, Charlie Kaufman, Nobuhiro Suwa…
  • Las que siguen siendo nuevas de Pedro Almodóvar, Jacques Rivette, Kenji Mizoguchi, Claire Denis, Éric Rohmer, Maurice Pialat, Edward Yang, Ebrahim Golestan, Theo Angelopoulos, Martín Rejtman, Lucrecia Martel, John Ford, Hayao Miyazaki, Jacques Tati, Alain Cavalier, Fernando Fernán Gómez, Yasujirō Ozu, Jean Eustache, Iván Zulueta, Ross McElwee, Angela Schanelec, Tsai Ming-liang…
  • Las nueve temporadas de The Office (VV.AA., 2005-2013), que llegaron en el único momento posible

Videowalk (Rambalac)

Víctor Navarro Remesal

  1. Los “videowalks” de Rambalac, Watched Walker y canales de YouTube similares. Tomas largas, bien estabilizadas, sin edición, música ni comentario. Visitas virtuales que usar de slow TV o de ventana al mundo. 
  2. El Atlántida Film Festival, que en su edición de 2020, tanto online como presencial en Palma, nos permitió ver algunas de mis películas favoritas del año: Bait, Last and First Men, Away.
  3. The Longing: un juego de esperar 400 días que permite explorar, lentamente, una gruta enorme. No se puede ser más slow gaming.
  4. Keep Your Hands Off Eizouken!, serie que contagia la pasión por el anime y la creatividad en general, de la mano de uno de los genios más radicales de nuestro tiempo, Masaaki Yuasa. 
  5. Werner Herzog: además de poder ver Nomad y Family Romance, LLC, he dejado en pendientes Fireball y Dear Werner y he comprado, al fin, varios de sus libros que tenía pendientes.
  6. Detention: no será una de las mejores películas del año, pero celebro cada buena película que es una buena adaptación de un buen videojuego.
  7. First Love, una de mis favoritas de Miike desde ya, un “todo en una noche” cafre y honesto que fue lo primero que vi cuando reabrió CineCiutat, mi cine favorito.
  8. A Short Hike: un paseo agradable y corto por una isla poblada de gente maja. Quizá mi juego del año.
  9. Preferencias del sistema: cómic distópico francés sobre la saturación de las industrias culturales.
  10. Mr. Rogers:  gracias al doblete del documental Won’t You Be My Neighbor y la ficción A Beautiful Day in the Neighborhood. Una figura necesaria para estos tiempos.

El año del descubrimiento (Luis López Carrasco, 2020)

Víctor Paz Morandeira

LISTA DE DIEZ CONFINADA POR CONVIVIENTES

PRIMER PISO: Los tres grandes de 2020

  • El año del descubrimiento (Luis López Carrasco, España / Suiza, 2020)

Mucho se ha hablado de este gran filme. Mis pequeñas contribuciones son las palabras que le dediqué en la crónica del Indielisboa y la entrevista que efectué al director en el marco de Novos Cinemas. Creo que con eso puede comprenderse un poco este proyecto tan complejo y maravilloso que en realidad merecería un análisis detenido en un libro monográfico.

  • Beginning (Dea Kulumbegashvili, Georgia / Francia, 2020)

No me pilló muy desprevenido, pues conocía sus cortos, pero la madurez que demuestra esta ópera prima es sorprendente. Consiguiendo conjugar cines tan distintos como los de Chantal Akerman, Béla Tarr o Andrei Tarkosvki, Kulumbegashvili da una lección de cine que quedará para los anales en la historia del cine de autor. La mejor ópera prima que he tenido ocasión de ver desde Saul fia (El hijo de Saúl, Lázsló Nemes, 2015). Ha nacido una cineasta mayúscula.

  • 도망친 여자 (The Woman Who Run, Hong Sang-soo, Corea del sur, 2020)

Lo mejor del coreano desde 지금은맞고그때는틀리다 (Right Now, Wrong Then, 2015). Un ejercicio de estilo elegantísimo que eleva sus variaciones a una categoría pocas veces conocida en su ya de por sí impresionante carrera.

SEGUNDO PISO: Otras cintas destacables

  • Undine (Martin Petzold, Alemania, 2020)

La mayor depuración formal del alemán con un dúo formado por Paula Beer y Franz Rogowski que se sale. Tardaremos en ver otra propuesta tan romántica y dolorosa como esta.

  • She Dies Tomorrow (Amy Seimetz, Estados Unidos, 2020)

Una suerte de parodia de David Lynch en torno al miedo patológico que la sociedad occidental tiene a la muerte. Cobra todavía mayor relevancia en este año pandémico que nos ha tocado vivir, y qué divertida es… Ojo al cameo de James Benning, que no tiene desperdicio.

  • El tango del viudo y su espejo deformante (Raúl Ruiz, Valeria Sarmiento, Chile, 2020)

Lo que está haciendo Sarmiento con la recuperación y montaje de las obras perdidas de Ruiz es tremendo. Más sobre esta peli en mi crónica del Indie.

  • On the Rocks (Sofia Coppola, Estados Unidos, 2020)

Un filme de aparente ligereza, pero de profundo calado universal, que nos muestra una Coppola más naturalista y madura de lo que acostumbra. La química Murray – Jones hace la mitad. Muy bonita, de esas pelis que animan a uno el día y permanecen en el espíritu.

TERCER PISO: La última de la cola

  • Synonymes (Nadav Lapid, Francia / Israel / Alemania, 2019)

La vi en su estreno español porque lo cierto es que no tenía mucha prisa. Detest(aba) a Lapid. Qué bien cuando uno se equivoca hasta el fondo de este modo. Se trata de la cinta francesa más relevante de la década, una que convoca el rigor formal de Godard, el inusitado romanticismo de Eustache y Garrel, la fisicidad de Carax, y logra realizar algo rejuvenecido. Una obra maestra.

AZOTEA: El descubrimiento de repertorio

  • Soleil Ô (Med Hondo, Mauritania /Francia, 1967)

Llevaba años queriendo verla y esperando por una oportunidad para hacerlo en sala. El IndieLisboa me la dio, y mi recepción superó todas las expectativas.

SÓTANO: El retorno del padawan

  • The Jedi (capítulo 13 de The Mandalorian, Dave Filoni, 2020)

No soy nada de tele, y en este año que nos hemos visto obligados a usar nuestros televisores y ordenadores para descubrir cine, le he pillado mayor tirria de la que ya le tengo acumulada. Pero soy un warsy sin remedio y me trago todo lo que salga de Lucasfilm. Reconozco haber seguido la segunda temporada de The Mandalorian con mayor devoción que convencimiento, pero hay un capítulo que me dejó flipado y cuento aquí por qué.

APLAUSOS DESDE EL BALCÓN

A todas esas filmotecas, cines y festivales que habéis seguido apostando por la sala en estos tiempos virtuales. ¡Viva el mundo real! Quizás alguien piensa que la batalla está perdida, pero vamos a seguir dando guerra. Y 2021 será el año de nuestra resistencia final ante el aparentemente imparable hackeo tecnológico de nuestra razón. A los terroristas cinéfilos no nos va a vencer ni el más poderoso dios de los algoritmos. Sobre esto, en un tono más analítico, algunas reflexiones en breve.

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