LA HERIDA, de Fernando Franco

Las cosas son así: no hay comienzo ni solución, estamos con Ana y sufrimos con Ana. En la primera escena, el personaje tiene un ataque de ansiedad y el público debe quedarse con ella, pese a que preferiríamos no estar allí, no compartir esa experiencia. Por suerte, La herida (Fernando Franco, 2013) no es una película sádica: nunca ocurre nada extremo, ningún punto de inflexión, no hay crueldad, al revés, hay casi empatía hacia la protagonista. Como ella, los espectadores... Ler máis